(Minghui.org) Un total de 487 practicantes de Falun Gong de la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei han presentado denuncias penales contra Jiang Zemin, entre el 17 y el 23 de julio, según los informes recopilados por el sitio web Minghui.

Los practicantes acusan al ex dictador chino de haber iniciado la brutal represión a Falun Gong y lo consideran responsable del enorme sufrimiento infligido sobre ellos debido a su campaña. Las denuncias penales fueron enviadas por correo a la corte suprema del pueblo y a la fiscalía suprema del pueblo.

Muchos de estos practicantes relataron cómo Falun Gong les devolvió la salud y les dio una nueva perspectiva de la vida. Sin embargo, su sueño de vivir una vida más sana y más feliz se hizo añicos cuando Jiang Zemin lanzó una campaña nacional para erradicar la práctica en 1999.

Simplemente por negarse a renunciar a su creencia estos practicantes fueron arrestados, detenidos, torturados, y sus casas fueron saqueadas y sus efectos personales confiscados por las autoridades comunistas. Muchos también vieron cómo sus familias fueron implicadas por su creencia, mientras que algunos también se vieron obligados a pagar grandes multas.

Los practicantes de Wuhan que presentaron denuncias penales son personas de todos los ámbitos de la vida, incluyendo ingenieros, funcionarios de gobierno, gerentes y jubilados.

A continuación, mostramos el perfil de varios de estos practicantes:

El hijo de la Sra. Liu Jiacai (刘家彩), el Sr. Cao Jingyu (曹靖宇), fue detenido a finales de marzo de 2003, y condenado a 7 años de prisión. Mientras estuvo detenido en la prisión de Sihui en la provincia de Guangdong, sufrió una brutal tortura y murió el 22 de septiembre de 2013, a la edad de 40 años.

La Sra. Wu Xiulan (吴秀兰), de 65 años, fue arrestada en el 2000 por practicar en público los ejercicios de Falun Gong. Fue trasladada y retenida en un centro de lavado de cerebro seis meses. Durante su detención fue sometida a muchas torturas que implicaban ser encadenada en posturas dolorosas durante un máximo de 24 horas. Las autoridades también le descontaron directamente de su salario los gastos relacionados con su estancia en el centro de lavado de cerebro.

La Sra. Wu fue detenida por segunda vez en octubre de 2002 por apelar a favor de Falun Gong en la Plaza Tiananmen. Posteriormente fue condenada a un año de prisión.

La Sra. Zhu Mingzhu (朱明珠), de 80 años, fue retenida 3 veces en centros de lavado de cerebro, y arrestada en centros de detención dos veces. Su casa fue saqueada cinco veces.

En sus propias palabras: "Cada vez que fui arrestada o que mi hogar fue saqueado, fue traumático para mí y para toda mi familia”.

La Sra. He Jie (何洁), una gerenta de negocios, fue detenida y torturada muchas veces. Incluso hoy en día todavía tiene cicatrices visibles en la cara como consecuencia de las torturas que sufrió. Su marido fue incapaz de soportar la presión y se divorció. Con el fin de evitar nuevas detenciones, vivió fuera de su casa durante más de 10 años. También perdió la oportunidad de trabajar en EE. UU. porque no pudo obtener una visa después de que las autoridades le pusieron restricciones en su tarjeta de identificación y pasaporte.

Además de los practicantes anteriormente mencionados, los siguientes también han presentado denuncias penales:

El Sr. Xiao Yongquan (肖永铨), de 76 años, ingeniero retirado, y su esposa la Sra. Guo Shihui (郭诗惠), de 76 años.

La Sra. Liu Haibo (刘海波), funcionaria del gobierno.

La Sra. Ye Jieru (叶洁如), de 38 años.

El Sr. Zhou Xingzhen (周杏珍), granjero.

Antecedentes

En 1999, Jiang Zemin, como jefe del partido comunista chino, ignoró a otros miembros permanentes del comité del politburó y lanzó la violenta represión a Falun Gong.

La persecución ha llevado a la muerte a muchos practicantes de Falun Gong en los últimos 16 años. Muchos más han sido torturados por su creencia e incluso asesinados por sus órganos. Jiang Zemin es directamente responsable por el comienzo y continuidad de la brutal persecución.

Bajo su dirección personal, el partido comunista chino estableció un órgano extralegal de seguridad, la “oficina 610”, el 10 de junio de 1999. La organización ignora las fuerzas policiales y el sistema judicial al llevar adelante las directivas sobre Falun Gong: arruinar su reputación, cortar sus recursos financieros, y destruirlos físicamente.

La ley china permite a los ciudadanos ser demandante en causas penales, y muchos practicantes están ahora ejerciendo ese derecho presentando demandas penales contra el ex dictador.