(Minghui.org)

Dos practicantes y yo fuimos a una oficina de correos cercana para enviar unas denuncias penales contra Jiang Zemin, el ex dictador comunista, por lanzar y dirigir la persecución contra Falun Gong en China.

Cuando entramos, vimos a un policía sentado junto a la ventanilla de correo expreso. Esto me hizo acordar de los obstáculos que otros practicantes habían experimentado por parte de la policía cuando intentaron enviar sus quejas contra Jiang. Sin embargo, nos dirigimos hacia la ventanilla sin dudarlo.

"Correo expreso, por favor", le dije al joven funcionario que trabajaba allí. "¿Hacia dónde va?", preguntó. "Al tribunal supremo y a la fiscalía suprema”, respondí. "¿De qué se trata?", preguntó. "Una demanda contra Jiang Zemin", dijo otro practicante mientras entregaba el paquete a través de la ventanilla.

Justo en ese momento, un oficial de policía entraba por la puerta. "¿Estará pidiendo refuerzos para arrestarnos?" pensé, observándolo de cerca. Pero no tomó su teléfono; sino que se detuvo junto a la entrada y se quedó allí.

"Hemos recibido una directiva", dijo el joven. "No hay servicio de correo expreso para Falun Gong”.

Uno de nosotros empezó a charlar con él, y le dijo cómo los practicantes inocentes habían sufrido enormemente como resultado de la persecución de Jiang.

"Espera ahí y déjame ver", su tono se suavizó mientras contactaba a su supervisora.

La supervisora salió, pero no estaba segura de qué hacer. "Tengo que preguntarle a alguien al respecto", dijo, e hizo una llamada. Pero nadie respondió.

"Salgamos de aquí", sugerí yo, pensando que íbamos a ser detenidos en breve. Pero los otros dos practicantes no se movieron. Continuaron explicando cómo Jiang y el régimen comunista habían difamado a Falun Gong en los últimos 16 años.

"¡Ustedes los practicantes de Falun Gong son muy valientes ¿y se atreven a enviar demandas como ésta?!", preguntó el joven. "¿Están queriendo decir que la represión va a terminar pronto?".

La supervisora de la oficina continuó haciendo llamadas a sus superiores y, finalmente, pudo dar con un funcionario de nivel superior.

"¿Cómo debo tratar una correspondencia de Falun Gong?", preguntó por teléfono. "¿Qué tipo de correo?". Podíamos oír la conversación a varios metros de distancia. "Una demanda contra Jiang Zemin", dijo la supervisora, "dirigida a la corte suprema y a la fiscalía suprema". “¡Adelante!", respondió el funcionario: en voz alta y clara.

El joven nos ayudó con nuestro correo, y recibimos un mensaje de texto de confirmación de recepción al día siguiente.

Estábamos muy contentos porque ahora más gente sabe lo que es correcto y lo que es incorrecto.

Antecedentes

En 1999, Jiang Zemin, como jefe del partido comunista chino, ignoró a otros miembros permanentes del comité del politburó y lanzó la violenta represión a Falun Gong.

La persecución ha llevado a la muerte a muchos practicantes de Falun Gong en los últimos 16 años. Muchos más han sido torturados por su creencia e incluso asesinados por sus órganos. Jiang Zemin es directamente responsable por el comienzo y continuidad de la brutal persecución.

Bajo su dirección personal, el partido comunista chino estableció un órgano extralegal de seguridad, la “oficina 610”, el 10 de junio de 1999. La organización ignora las fuerzas policiales y el sistema judicial al llevar adelante las directivas sobre Falun Gong: arruinar su reputación, cortar sus recursos financieros, y destruirlos físicamente.

La ley china permite a los ciudadanos ser demandantes en causas penales, y muchos practicantes están ahora ejerciendo ese derecho presentando demandas penales contra el ex dictador.