(Minghui.org) Los practicantes de Falun Dafa provienen de todas las clases sociales. Teniendo en cuenta  nuestros diferentes orígenes, algunos pueden tardar mucho tiempo en encontrar a Falun Dafa y darnos cuenta de cuan precioso es. Me gustaría compartir mi experiencia pasada como budista, mis desvíos, y cómo Falun Dafa me salvó.

Debido a mi familia, yo creía en el budismo desde que era joven. Después de que conseguí un trabajo empecé a recitar las escrituras sagradas todos los días y trataba de ayudar a otros. También aprendí a abstenerme cuando me enfrentaba con conflictos y cuando mis propios intereses materiales estaban en juego. A pesar de estos esfuerzos, además de hacer cosas como liberar animales en cautiverio, mi salud era débil. Pesaba menos de 44 kilos y estaba a menudo enferma.

Descarriada

Mis amigos estaban preocupados por mí. Una de mis amigas, también budista, dijo que había encontrado un monje que era muy bueno curando enfermedades. La seguí hasta el templo sin saber que sería el comienzo de una pesadilla recurrente.

Ni bien entré en el templo sentí una fuerza que me empujó por detrás y casi me derriba. Sabía que era extraño, pero aun así fui con mi amiga a ver al monje. El tratamiento del monje no funcionó, y luego algo pareció molestarme en repetidas ocasiones durante la noche, lo que realmente me asustó. Esto duró mucho tiempo y no sabía qué hacer. Mientras tanto mi salud siguió empeorando.

De alguna manera yo sabía que un día iba a conocer a un verdadero Maestro y me iba a salvar. Luego, en un sueño vi a un estanque fangoso con todas sus flores de loto marchitas, a excepción de una en el centro, blanca y elegante. Yo sabía que era mi esperanza.

Una nueva vida

En mi camino hacia un mercado cercano de agricultores en el verano de 2009, escuché a una señora hablando de Falun Dafa. La escuché por un tiempo y estuve de acuerdo con ella. "Eso tiene sentido", le dije. "¿Podrías contarme más?". La señora sonrió y comenzó a hablar. Me habló de Falun Dafa, su relación con la escuela de Buda, y cómo mejoraba la mente y el cuerpo. Yo estaba muy contenta y le pregunté si podía traerme algunos libros.

Nos encontramos de nuevo unos días más tarde, y esta vez me dio una copia de Zhuan Falun. Abrí el libro y vi una luz brillante salir de él. Empecé a leerlo tan pronto como llegué a casa. Respondió a muchas de mis preguntas y me dijo muchas cosas que yo no conocía. Me conmovió hasta las lágrimas porque sabía que éste era el libro que había estado buscando.

Me arrodillé y le di las gracias a Shifu. En mis sueños vi mis órganos internos brillando intensamente, y me vi volando y cantando en el Cielo. Todas mis enfermedades desaparecieron, y me sentí llena de energía.

Me deshice de todos mis libros sobre budismo y empecé a decirles a otros acerca de Falun Dafa, al igual que la otra practicante había hecho conmigo. Quería ayudar a que más personas pudieran traspasar la propaganda de odio del partido comunista chino y se beneficiaran de Falun Dafa.