Aprendí tolerancia con Falun Dafa

(Minghui.org)

Tuve la suerte de aprender Falun Dafa en abril de 1998. Fue un día sagrado para mí, y en mi vida se abrió un nuevo capítulo.

Tenía muchos problemas de salud antes de empezar a practicar, especialmente una bronquitis severa debido a la cual siempre me faltaba el aire. A los veinte años tomaba muchos medicamentos, estaba pálida y delgada, era poco sociable, neurótica, y me resultaba dificultoso llevarme bien con los demás. A menudo tenía conflictos con la gente que me rodeaba, y ofendía a muchos.

No sabía ser tolerante cuando me enfrentaba con un conflicto. Me gustaba pelear con los demás, independientemente de si lo merecían o no. Era muy desconfiada y siempre especulaba acerca de cómo los demás me maltrataban. Realmente vivía una vida amarga y cansadora.

Después de practicar Dafa, ya no vivía más con miedo, ni especulaba acerca de los otros. Sé cómo comportarme de acuerdo con los requisitos de Falun Dafa. Mi vida tiene principios por los que me rijo, los que me han hecho sentir mucho más tranquila.

Shifu dijo:

“Siendo alguien que refina gong, debes, ante todo, ser capaz de no devolver el golpe al ser golpeado, ni devolver la injuria al ser injuriado, tienes que ejercer Ren”. (“Lección Novena”, Zhuan Falun)

En el artículo “Qué es Ren” de Escrituras esenciales para mayor avance, Shifu dijo:

“El Ren, es la clave para mejorar el xinxing de uno. El aguantar con odio, quejas o lágrimas es el Ren de una persona común que está apegada a sus recelos. Sólo el aguantar completamente sin ningún odio ni queja alguna es el Ren de un cultivador”.

Así que empecé a soportar. En casa ya no me peleaba con mi marido, y lo trataba bien. No importaba si él me insultaba o me pegaba, siempre lo trataba con compasión. Especialmente cuando el partido comunista chino (PCCh) comenzó la persecución a Falun Dafa, por miedo, mi marido trató de impedirme practicar, y comenzó a golpearme de manera frecuente.

Mi hijo no podía defenderme, pero trataba de detener a mi marido, diciéndole: "No le puedes hacer eso a mi madre; ella es la mejor persona del mundo".

Mi marido también sentía que estaba equivocado, y dejó de golpearme. Incluso cuando fui encarcelada ilegalmente en un centro de detención, no dijo una palabra de queja. A pesar de que fui perseguida por tantos años, que sufrió mucho y tenía con un temor constante, estaba a favor de mi práctica de Dafa.

En mi lugar de trabajo, las pruebas llegaron una tras otra. Si caminaba delante de alguien, éste maldecía detrás de mí, aunque no mencionara mi nombre, yo podía sentir que se refería a mí. A veces, cuando pasaba por una oficina que tenía la puerta abierta, podía oír a un grupo de personas en el interior que estaban insultándome y ridiculizándome.

Si esto hubiera sucedido antes, habría entrado a la sala y abofeteado a la persona. Sin embargo, no tenía ni siquiera un poco de ira, y pensaba que lo que decían era adecuado. Pensé que debía ser Shifu que me estaba ayudando a eliminar mi yeli y apegos, de lo contrario no habría estado tan tranquila.

En otra oportunidad, me regañaron ferozmente en mi lugar de trabajo durante más de una hora. Mis colegas incluso querían pelear, pero no respondí ni una sola palabra. Aunque estaba muy incómoda, sólo tenía un objetivo: soportar.

Shifu dijo:

“Siendo nosotros personas que refinan gong, repentinamente se pueden producir conflictos. ¿Cómo hacemos? Si mantienes en todo momento un corazón misericordioso y una actitud serena y pacífica, al encontrarte con un problema podrás actuar bien, porque eso da espacio para amortiguar. Si siempre eres misericordioso, tratas a los demás benevolentemente, consideras a los demás al hacer cualquier cosa y, cuando se presenta un problema, piensas primero si los demás podrán aguantar o no y si dañas a otros o no, entonces no surgirá ningún problema. Por consiguiente, debes refinar gong exigiéndote según estándares altos, estándares aún más altos”. (“Lección Cuarta”, Zhuan Falun)

Así que sabía que tenía que superar esta prueba.

Antes de practicar Falun Dafa no había tenido grandes logros. A pesar de que soy una mujer, me gustaba mucho pelear. Cuando estaba en la escuela, les pegaba a mis compañeros de clase. En el trabajo, les pegaba a mis colegas y principalmente a mis colegas hombres.

Ahora entiendo que, en ese entonces, yo no era una buena persona. Desde que empecé a practicar Dafa me di cuenta de esto y aprendí a ser una mejor persona.

Mi colega, a quien había golpeado en el pasado, luego se convirtió en mi jefe, cosa que yo no esperaba. Como me había transformado en una persona tan buena, él no pudo vengarse de mí. Le aclaré la verdad una y otra vez. Traté de persuadirlo para que renunciara al PCCh y sus organizaciones afiliadas y de que lea los Nueve Comentarios sobre el partido comunista. Él hizo una excelente elección y renunció, lo que me puso muy contenta.

También ayudé a otras personas en el trabajo a conocer la verdad sobre Falun Dafa y la persecución. He estado trabajando allí durante más de veinte años. Los cambios en mí después de cultivarme en Dafa eran visibles para los que me rodeaban; me convertí en una persona totalmente diferente. Por lo tanto, todos ellos saben que, "Falun Dafa es bueno", y las mentiras y la propaganda de los medios del PCCh simplemente no surten efecto sobre ellos.

Me volví enérgica, saludable y amable. Todos sentían que Dafa era increíble. Hablé con muchos acerca de Falun Dafa y los convencí de que renunciaran al PCCh y sus organizaciones afiliadas. Ha sido más fácil porque ellos sabían cómo era antes yo. Estaba aún más satisfecha con el hecho de que una gran cantidad de ellos se volvieron practicantes de Dafa.

Aunque encontré tribulaciones durante mi cultivación y sufrí la persecución del PCCh, tomé todo esto como pruebas. Todos los días hago alegremente las tres cosas. Durante estos años, he aprendido a entrar a Internet para imprimir una variedad de materiales informativos para ayudar a la gente a entender qué es Falun Dafa y la persecución.

Falun Dafa me ha enseñado a vivir de acuerdo con los principios de Verdad- Benevolencia-Tolerancia y me ha dado mucha sabiduría.