(Minghui.org) El año pasado salí un día luego del almuerzo a sugerirle a la gente que renuncie al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones afiliadas, y a contarles la verdad sobre Falun Gong.

Ayudé a que una persona renuncie al PCCh, y en el momento en que estaba lista para retirarme, varias personas con brazaletes rojos en sus brazos me rodearon y me arrastraron de la bicicleta. Gritaron y llamaron a la policía. Luego me empujaron dentro del patrullero y me llevaron a una comisaría cercana. 

Un oficial me llevó a una oficina. Me pidió que responda varias preguntas. Antes de que comenzara a interrogarme le dije la verdad sobre Falun Gong y le pedí que renunciara al PCCh. Se maravilló por mi actitud tan confiada, y no me hizo ninguna pregunta ni tomó notas. Luego, otro oficial de apellido Zhao ingresó.

No hay recompensa por arrestar a practicantes

Zhao me saludó por mi nombre, Lao Wang, y me preguntó por qué estaba en la comisaría. El otro oficial le dijo que varias personas con brazaletes rojos lo reportaron.

Zhao le dijo que me conocía de hace tiempo: “El solía estar muy enfermo y se mejoró y volvió saludable por practicar Falun Gong. Lo conozco y sé que es una buena persona. Yo me encargo de esto”.

Zhao salió para hablar con el grupo de personas con brazaletes rojos. Les preguntó: “¿Por qué denunciaron a este practicante?”. Respondieron: “Estaba en la calle pidiéndole a la gente que renunciase al PCCh, entonces lo arrestamos”.

Zhao respondió: “La gente de Falun Gong está allí todos los días diciéndole a la gente que renuncie al partido. ¿Cómo van a atraparlos a todos? ¡Salgan de aquí inmediatamente!”.

De hecho, estas personas fueron a la comisaría porque querían una recompensa. Al final se fueron callados y frustrados.

Zhao regresó y me dijo que vaya a casa y que tenga cuidado. Le dije que renunciara al partido, y me dijo que había considerado mis palabras.

Esto fue totalmente insólito. Hace unos años, Zhao solía ser uno de los peores perpetradores en la persecución. Había golpeado a muchos practicantes, incluyéndome a mi. Ahora, luego de entender la verdad —que Falun Dafa es una práctica recta de cultivación que no debería ser perseguida— se ha arrepentido y quiere compensar sus deudas protegiendo a los practicantes.

Una multitud protege a los practicantes

A mediados de diciembre de 2014, la Sra. Li estaba distribuyendo DVDs con material informativo de Falun Gong, incluyendo los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista.

Siete u ocho personas estaban allí. Ella les repartió DVDs y les habló sobre Falun Gong, sobre cuán buena es la práctica, y sobre cómo está siendo perseguida de forma brutal. De repente, aparecieron dos policías de civil e intentaron arrestar a la Sra. Li. Ella resistió.

Rápidamente, la multitud dio un paso adelante y bloqueó a los policías secretos. Uno gritó: “Señora Li, ¡por favor corra, rápido!”. Estas personas sabían la verdad de Falun Gong y que está mal perseguir a los practicantes.

Con la ayuda de esta multitud, la Sra. Li se fue a salvo.

 

Versión en inglés: http://en.minghui.org/html/articles/2015/3/3/149184.html