(Minghui.org) Tengo un pequeño negocio de ropa, y mi política es ser totalmente honesto con mis clientes acerca de la calidad de las prendas que vendo. Eso me hizo ganarme la confianza de ellos y tuve la oportunidad de contarle a la gente sobre Falun Gong.

Una señora vino a mi local un día, tomó un rompe vientos, y parecía que lo iba a comprar. Sabía que estaba hecho con materiales de calidad inferior y se lo informé.

Casi no podía creer lo que le decía y dijo: “Nunca conocí a un comerciante tan honesto con su mercadería. ¡Usted es una persona íntegra!”.

Le recomendé otra marca: “Esta es de calidad superior, pero es muy cara. A mi hija le encantó, entonces la puse en stock para clientes con el mismo gusto”.

“¿A su hija le gusta vestir ropa de grandes?”, preguntó.

No pudo creer cuando le dije que mi hija ya estaba recibida.

 “¿Cómo? Yo hubiese creído que su hija estaría en la primaria. Usted aparenta tener unos treinta años. ¿Cómo puede ser que su hija ya esté recibida?”.

Le conté que a mis treinta lucía como de cuarenta porque sufría de pielonefritis persistente (una infección bacterial en los riñones). Pero me curé cuando empecé a practicar Falun Gong hace una década.

Se desconcertó con mi revelación.

“¿Falun Gong?”, pregunto. “¿No ha prohibido el gobierno esa práctica hace mucho?”.

Le expliqué que no hay ninguna ley que criminalice Falun Gong, que la persecución ha sido ilegal desde el comienzo. Es más, la libertad de creencia está amparada por la constitución china.

No podía entender por qué el partido comunista chino (PCCh) había lanzado un ataque contra Falun Gong luego de lo que le dije. Le respondí que Jiang Zemin, el ex líder del PCCh, tenía miedo de la creciente popularidad de la práctica. Jiang estaba tan celoso del fundador de Falun Gong, quien es profundamente respetado por los practicantes.

También le dije que seis miembros del comité permanente del politburó del gobierno central estaban en contra de la decisión de prohibir Falun Gong.

La señora entonces sacó a colación el incidente de la autoinmolación en la Plaza Tiananmen. Le dije que fue todo una escena montada por funcionarios del gobierno en un intento de calumniar y demonizar a Falun Gong.

Le informé que muchos funcionarios de alto rango han recibido retribución del yeli (kármica) por su participación activa en la persecución a Falun Gong, especialmente aquellos involucrados en la sustracción ilegal de órganos a practicantes vivos de Falun Gong.

La insté a que se desligue del PCCh y de sus organizaciones, para evitar culpabilidad por asociación. Me dijo que lo pensaría.

Regresó unos días después y me dijo que pensaba en decirle a su tía que practicase Falun Gong por su enfermedad de riñón.

Agregó: “Usted es una persona honesta y de buen corazón, y es completamente diferente de lo que el gobierno ha dicho sobre los practicantes de Falun Gong en la TV”.

Antes de que se vaya, le di una copia del software para romper con el bloqueo de Internet del PCCh y así poder leer acerca de los verdaderos hechos de Falun Gong y renunciar al PCCh cuando esté lista. Me agradeció sinceramente por ayudarla.

Mi honestidad y bondad ayudó a esta persona y a su familia a que sepan la verdad de Falun Gong, y les abrió los ojos a la traición del PCCh.