(Minghui.org) La Sra. Peng Zelan, 64 años, de la ciudad de Guiyang presentó una querella contra Jiang Zemin, el ex dictador de China, por iniciar la persecución a Falun Gong y causarle a ella y su familia un gran sufrimiento.

Envió por correo su querella a la procuraduría suprema popular el pasado septiembre.

La Sra. Peng atribuye a Falun Gong el haber recuperado su salud y felicidad. Soportó tres años de trabajo forzado en 2002 y un año en 2007 por no renunciar a su práctica. Fue torturada física y mentalmente.

Tortura física

Fue forzada a quedarse parada mirando la pared por varias horas cuando llegó al campo de trabajo forzado, y le quitaron toda su ropa para “revisión de seguridad”. Fue detenida en una habitación oscura y vigilada las 24 horas.

Cuando se negó a renunciar a Falun Gong, fue forzada a quedarse parada en diferentes posiciones por largos periodos de tiempo. Tampoco la dejaron dormir. Otros reclusos le separaron las piernas tanto como pudieron hasta que ella no podía soportar más el dolor, y luego la golpearon.

Ilustración de la tortura “separando las piernas”

Después de estar parada todo el día, sus piernas, pies y manos se hincharon. No podía flexionar los dedos, y la piel en la planta de sus pies se quebró y se desprendió entre las sábanas, dejando expuesta una área grande de carne viva y causándole un gran dolor.

Le asignaron dos descansos para ir al baño por día, uno en la mañana y otro por la noche. Para poder ir durante el día tenía que pedir un permiso especial, pero los reclusos que la vigilaban esperaban hasta que estuviera a punto de explotar para pedir permiso a los guardias. Debido a esto sufrió incomodidad inimaginable y serios problemas de salud.

No le permitían lavar su tazón ni palitos para comer, a pesar de que tenía bichos y polvo por todos lados.

No le permitían bañarse ni lavar su ropa. Las ropas que su familia le llevaba nunca llegaban a ella, y tenía que usar la misma ropa, todos los días, sin importar el clima. Su ropa se apelmazó con sudor y mugre y esto le causaba una picazón terrible.

Tortura mental

La forzaron a mirar videos y leer libros que difamaban a Falun Gong y le pidieron que escribiera sus “entendimientos” sobre ello. Cuando se negó, la amenazaron con dejarla “en medio de la nada” y que harían que su hijo se quedara sin trabajo.

Su hijo era un estudiante sobresaliente y nunca les causó problemas a sus padres. Pero el arresto de su madre lo molestó terriblemente y comenzó a beber y fumar y desarrolló mal temperamento. A pesar de su excelente antecedente laboral, le negaron un ascenso porque su madre practicaba Falun Gong.

Oficiales locales continuaron hostigándola después de su liberación y le pidieron al comité residencial que la vigilaran, diciendo que era una “mujer mala”. La seguían incluso cuando llevaba a su nieto al jardín en 2014.

Inclusive hasta mediados de 2015, continuó siendo acosada en su casa.

Antecedentes

En 1999, Jiang Zemin, como jefe del partido comunista chino, ignoró a otros miembros permanentes del comité del politburó y lanzó la violenta represión a Falun Gong.

La persecución ha llevado a la muerte a muchos practicantes de Falun Gong en los últimos 16 años. Muchos más han sido torturados por su creencia e incluso asesinados por sus órganos. Jiang Zemin es directamente responsable por el comienzo y continuidad de la brutal persecución.

Bajo su dirección personal, el partido comunista chino estableció un órgano extralegal de seguridad, la “oficina 610”, el 10 de junio de 1999. La organización ignora las fuerzas policiales y el sistema judicial al llevar adelante las directivas sobre Falun Gong: arruinar su reputación, cortar sus recursos financieros, y destruirlos físicamente.

La ley china permite a los ciudadanos ser demandantes en causas penales, y muchos practicantes están ahora ejerciendo ese derecho presentando demandas penales contra el ex dictador.