Intercambiar sobre el asunto del deseo entre marido y mujer

(Minghui.org) Algunos practicantes se sienten muy avergonzados para hablar sobre el asunto del deseo entre marido y mujer y sobre cómo abandonar este apego. Les cuesta incluso mencionarlo.

La Rectificación del Fa está llegando a su fin. Si no prestamos atención a este tema o no nos mejoramos como corresponde, ¿cómo purificaremos nuestro cuerpo?

Tengo algunas experiencias de primera mano sobre el asunto. Mi esposo no es practicante. Si yo no tenía suficientes pensamientos rectos y simplemente me dejaba llevar cuando él tenía este tipo de pensamientos, mi cuerpo se sentía horrible al día siguiente. Esto nos dice que necesitamos restringirnos y librarnos de esta noción humana, y luego mejorar en este punto.

Las viejas fuerzas se llevaron las vidas de algunos practicantes de mi entorno, algunos fueron arrestados y algunos todavía están experimentando este tipo de tribulación. Creo que todas estas tribulaciones están relacionadas al deseo de la lujuria.

Intenté estudiar el Fa con aquellos que están experimentando esta forma de tribulación y de compartir con ellos, pero aun así fueron interferidos por las viejas fuerzas y tienen síntomas de ye de enfermedad. Les pregunté dónde estaba su brecha, pero contestaron que no encuentran dónde se quedan cortos. Se dan cuenta que es interferencia, pero enviar pensamientos rectos no parece tener mucho efecto.

Les daré algunos ejemplos:

Un practicante tuvo ye de enfermedad serio tres veces. Su esposa reveló que él tenía un fuerte apego al deseo de lujuria, que lo afectaba una vez cada dos o tres semanas.

Su esposa también es practicante y le advirtió que si no cambiaba, le contaría a otros practicantes. Después de escuchar esto, él se puso furioso con ello y le dijo que se iría a un templo para convertirse en monje.

Su esposa renunció a él, y este sufrió por el ye de enfermedad seriamente una y otra vez, hasta que perdió su vida.

Una practicante también tenía un fuerte apego a la lujuria y el deseo. Su ye de enfermedad le hizo perder la consciencia unas cuantas veces. Una vez le pregunté si tenía apego a la lujuria, pero ella lo negó.

Una vez, una practicante de otra ciudad quiso ayudar a esta practicante. La llevó a su casa y la invitó a quedarse unos días allí. Sin embargo, la practicante tuvo un sueño la primera noche donde su marido se casaba con otra mujer. La mañana siguiente, quiso volver a su casa desesperadamente. La practicante intentó persuadirla a que se quedara, pero se fue a su casa casi inmediatamente. Finalmente murió un tiempo después.

Otro practicante tenía el mismo problema, según su esposa, también practicante. Yo intenté recordarle sutilmente, pero no me prestó atención. Poco después de eso, su esposa fue arrestada.

Las viejas fuerzas están mirando atentamente nuestras brechas, y luego usan toda clase de tácticas para perseguirnos y arrastrarnos hacia abajo. Pero algunos practicantes no son capaces de ver esto o de tomar las acciones correspondientes.

No podemos usar la excusa de conformarnos a la gente común para defendernos. Shifu dijo:

“Pero como cultivadores no deben confundirse a sí mismos con personas comunes. Para decirlo con más seriedad, ustedes ya no son humanos. Como acabo de decir, los humanos tienen varias emociones y deseos, y viven por el qing. Durante el curso de la cultivación, gradualmente ustedes van tomando estas cosas más a la ligera y gradualmente las abandonan hasta que las eliminan completamente”. (Exponiendo el Fa en los Estados Unidos – Exponiendo el Fa en Nueva York)

Ya no somos personas comunes. Somos cultivadores transitando el camino de dioses. ¿Acaso no nos elevamos por medio de eliminar diferentes cosas sucias?

Los practicantes que recién mencioné, parecían diligentes, y su entendimiento del Fa también era claro. Hacían las tres cosas bien, pero no querían confrontar su apego al deseo sexual. Ellos sabían que la lujuria era lo que tenían que eliminar, pero no prestaban mucha atención a eliminar esas cosas sucias cuando enviaban pensamientos rectos.

Estos practicantes tampoco querían contarles a otros y les parecía algo difícil de compartir. Pero cubriéndolo, estaban de hecho, albergándolo. De esa manera, es como darle un espacio dimensional enorme al mal para que se quede, se desarrolle y explote nuestras brechas.

Simplemente quiero llamar la atención de aquellos que no se han tomado con seriedad este asunto, y que no pueden librarse ellos mismos, especialmente aquellos con ye de enfermedad. Intenten desintegrar la interferencia de las viejas fuerzas, y no vean al deseo como parte de ustedes mismos.

Este es mi propio entendimiento superficial, por favor señalen cualquier cosa con compasión.