(Minghui.org)
La Sra. Zhang, es una mujer analfabeta de 75 años que vive en una aldea rural, comenzó a sufrir temblores incontrolables en sus manos y extremidades en el 2013. Estos eran los síntomas de la enfermedad de Parkinson. Después de visitar varios médicos no le encontraban ninguna cura.
Conocí a la hija de la señora Zhang ese mismo año en la casa de un amigo en común. Durante el curso de nuestra conversación aproveché la oportunidad para aclararle la verdad sobre Falun Dafa. Ella tenía algunas dudas, pero quería saber más acerca de cómo la práctica podía ayudar a su madre. "He oído a otros hablar de las bondades de Falun Dafa", dijo. "Mi madre sufre de la enfermedad de Parkinson. ¿Puede la práctica de este ejercicio curarla?".
Le respondí: "Falun Dafa no se utiliza para curar enfermedades. Utiliza los principios universales de Verdad-Benevolencia-Tolerancia para elevar los estándares morales de una persona".
"Mi madre es una persona de muy buen corazón", dijo.
"Entonces pídele a tu madre que recite: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno. Ella va a ver una mejoría mientras recite esto con sinceridad y de manera frecuente".
Dudas y retrocesos
Esa misma noche la Sra. Zhang, comenzó a recitar la frase: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Para su consternación, no sólo su condición no mejoró, sino que sus mareos y vómitos se intensificaron aún más durante toda la noche. Amargamente decepcionada y enferma, solo pudo acostarse y llorar. Su ansioso marido la envió al hospital para que recibiera tratamiento.
El médico le dijo: "Su condición es causada por un problema neurológico y no se puede curar. De hecho tienes suerte si eres capaz de mantener tu condición actual”. Conmocionada y enojada por las palabras del médico, la señora Zhang se negó a aceptar cualquier tipo de tratamiento y regresó a su casa.
Tras este revés, la pareja de ancianos decidió ir a buscarme. Todavía me estaba quedando en la casa de mi amigo, así que los escuché de manera comprensiva mientras me describían el revés que habían experimentado. La Sra. Zhang me dijo que su hermana menor también había sufrido de Parkinson hacía unos años. Como no pudo soportar el sufrimiento, su hermana se ahogó en un río, y la Sra. Zhang temía que pudiera sufrir un destino similar.
Entendiendo la verdad y recibiendo un milagro
Yo les presté una copia de Zhuan Falun, y le pedí al marido que le leyera el libro a su esposa. Al instante la Sra. Zhang se dio cuenta de que sus manos no temblaban más. Agradecida, ella me dio las gracias repetidamente. Le dije que le agradeciera a Shifu.
Tres días más tarde, mi amigo y yo fuimos al campo a visitar a la señora Zhang. Para nuestro asombro, todos sus síntomas habían desaparecido por completo. Ella tomó mis manos. "Debo agradecerle al Maestro Li", exclamó. "A partir de hoy nunca voy a caer enferma. A partir de hoy, voy a recitar 'Falun Dafa es bueno' siempre que pueda”.
El esposo de la señora Zhang había recibido una educación formal y trabajaba en una oficina. Una vez, un colega le había aclarado la verdad sobre Dafa, pero él le temía al partido comunista chino y no se atrevía a renunciar a su membresía. Sin embargo, conservaba desde hacía dos años un pequeño pedazo de papel donde su colega le había escrito "Falun Dafa es bueno". Lo convencí de que renunciara a su afiliación al partido y estuvo de acuerdo.
Luego visitamos a la pareja algunos meses más tarde, y Zhang todavía estaba muy emocionada. "Mi esposo se curó de su dolor de espalda después de leer una ronda de Zhuan Falun. El poder de Dafa es increíble".
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