(Minghui.org) Hace unos años, sentí que estaba en un inminente peligro de ser arrestada y enfrentaría una condena a prisión. Antes de que llegara la policía, le pedí a una amiga cercana, que  no era practicante, que salvaguardara todos mis materiales de Falun Dafa, incluyendo varias copias de las publicaciones de Minghui. 

Aceptó sin dudar y dijo que repartiría los materiales. Me sentí corta de palabras. Después de todo, había estado detenida dos veces antes y cumplí un total de seis años en un campo de trabajo forzado y una prisión. Después de un juicio montado, me llevaron a prisión.

Después de ser liberada, mi amiga me invitó a desayunar. Me dijo que había contactado a un número de practicantes para que me rescataran, y también realizó llamados para cuestionar al supervisor de la cárcel de mi parte. Me sentí conmovida por su corazón puro. 

Cuando le pregunté sobre los materiales, me dijo en calma: "Los entregué todos hace mucho". Aunque para ella no era nada, me sentí profundamente conmovida y me largué a llorar. 

El gran historiador de la dinastía Han, Sima Qian escribió en sus famosas "Memorias históricas: "La promesa de Ji Bu es mejor que cien libras de oro".

En ese momento, mi sensación ante la promesa de mi amiga es que "Cumplir una promesa vale más que diez mil libras de oro". Aunque ella no es practicante, hizo la cosa más recta en el mundo.