(Minghui.org)

Superando problemas congénitos de corazón

Solía tener enfermedades congénitas de corazón. Mi familia era muy pobre y no podía solventar una cirugía para mí. El médico predijo que sin una cirugía correctiva, no viviría más de 24 años. Di a luz a un bebé cuando tenía 23 y murió tres días más tarde a causa de un problema cardíaco congénito. La pérdida de mi hijo y saber que mi vida terminaría pronto, hizo que desesperara.

Aprendí Falun Gong un mes después. Siguiendo sus principios, me torné una persona piadosa y respetuosa con mis suegros y marido. Le conté a mis suegros de mi problema en el corazón, sobre el que no les había dicho antes, y me disculpé por la muerte de mi hijo.

Al año siguiente di a luz a otro niño. Está en perfecto estado de salud. Ahora tengo cuarenta años y no he tenido más problemas de salud. Falun Gong me dio un hijo sano y una vida nueva.

Falun Gong salvó la vida de mi hijo

Era practicante cuando estaba embarazada de mi hijo, por lo que creció con las enseñanzas del Maestro.

Cuando tenía catorce años, un día se quejó de dolores abdominales y tenía manchas moradas en sus piernas. Al día siguiente, ambas muñecas y tobillos se habían dislocado. Fue hospitalizado y diagnosticado con una rara enfermedad: alergia púrpura.

La púrpura progresó muy rápidamente y mi hijo estaba sangrando internamente en sus órganos y el cerebro. Tenía dolores agudos en su abdomen y en las articulaciones de sus extremidades dislocadas. Pronto cayó en coma. Durante el corto tiempo mientras que estaba consciente, le dije que recitara "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".

Estuvo de acuerdo. Luego le puse las grabaciones de las conferencias de Falun Gong.

En los días siguientes su tez estuvo mucho mejor.

Se despertó y me dijo: "Mamá, vi al Maestro. Vi girar el Falun en esta habitación. Quiero ir a casa y practicar Falun Gong”.

Viendo su impresionante cambio, mi marido no cuestionó la decisión de mi hijo. El médico, creyendo que podría morir, nos hizo firmar una exención antes de liberarlo.

Mi hijo se focalizó en el estudio de las enseñanzas de Falun Gong y en hacer los ejercicios después que llegó a casa. Era físicamente doloroso al principio, pero insistió en seguir adelante.

Una semana más tarde, se recuperó por completo y no había más dolor. Un mes después, podía caminar a la escuela sin ayuda.