(Minghui.org) Xiaotong estaba en su camino a la parada del colectivo un verano por la tarde, cuando comenzó a llover. Se puso a cubierto bajo el techo de la parada.

Comenzó a llover a cántaros cuando una pareja se aproximó a la parada. El hombre se veía agotado y la mujer enferma y cansada. El hombre le preguntó si le podía prestar unos pocos yuanes para poder comprar algo de comida. Le explicaron que vinieron a la ciudad de una aldea en busca de su hijo, pero les fue imposible encontrarlo. Su esposa se enfermó y se quedaron sin dinero.

Xiaotong tomó 10 yuanes de su bolsillo y se los dio a la pareja. Ambos le agradecieron reiteradamente, y dijeron que fueron afortunados en encontrar a una buena persona.

“No necesitan agradecerme”, dijo Xiaotong. “Soy practicante de Falun Dafa. Dafa nos enseña a ayudar a la gente. Tienen que agradecer a Dafa”.

Luego tomó dos amuletos de Dafa y se los dio a la pareja. Los alentó en recitar `Falun Dafa es bueno´ y `Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno´. Les dijo que estas dos oraciones serían muy beneficiosas.

También les contó sobre renunciar al PCCh y sus organizaciones afiliadas. Le pidieron que los ayudara a renunciar a los jóvenes pioneros y a la liga de la juventud, filiales del PCCh.

Encuentro casual lleva Dafa a la pareja

La pareja dijo que les gustaría aprender Dafa y preguntaron dónde podían encontrar un libro de Dafa. Xiaotong recordó que un compañero practicante vivía cerca. Por lo tanto, les pidió que esperaran y les conseguiría un libro de Dafa.

A pesar de la lluvia fría, corrió al departamento de un practicante. Él estaba sorprendido de ver a Xiaotong. Ella le explicó sobre la pareja que quería una copia de Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa. El practicante se lo dio.

La pareja la esperó en la parada del colectivo. Les dio el libro y dijo: “Léanlo con su corazón, y busquen a alguien en su área que les enseñe los ejercicios”.

El colectivo se aproximaba. Xiaotong tomó todo el dinero que tenía y se lo ofreció a la pareja. Ellos lo rechazaron al principio, pero viendo la cálida sonrisa de Xiaotong y su persistencia lo aceptaron.

Cuando el micro partió, Xiaotong se dio cuenta que la lluvia había parado. Pensó –no hay casualidades en el mundo; cada encuentro ha sido arreglado basado en la relación predestinada.