(Minghui.org) En 2009, trabajé en una obra de construcción fuera de la ciudad. Tres de nosotros -el jefe, su ayudante y yo- tuvimos que manejar 11 horas para llegar al área de trabajo. Ésta fue una gran oportunidad para hablar sobre Falun Dafa y la persecución.

Después, el jefe dijo que iba a renunciar al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones afiliadas, pero su ayudante mantuvo silencio sobre el tema.

Los practicantes no son tontos

En la obra de construcción trabajaba mucha gente y alimentarlos a todos no era una tarea fácil. En una ocasión, cuando fui con el ayudante a comprar víveres, él agarró a escondidas algo que parecía una bolsa de cebollas de unos 23 kilos y la puso en el carro. Cuando me enteré de esto, tomé la bolsa y la regresé a la tienda.

En el camino de regreso hacia el área de trabajo, el ayudante me reprendió delante de los dos conductores y llamó a los practicantes de Falun Dafa "tontos". Después de llegar al sitio, él les habló a todos acerca del incidente. Todos se rieron y, después de un tiempo, el ayudante también estalló en carcajadas.

"Los practicantes de Falun Dafa son muy diferentes", dijo, burlándose de mí, "Ellos no toman ventaja de otras personas".

Le expliqué al jefe que este robo hubiera representado una pérdida de 80 yuanes para el dueño de la tienda. Aún más, si hubiéramos robado, nos habríamos encontrado con retribución, y yo habría sido un cómplice. Si nos hubieran atrapado, la reputación de nuestro equipo de construcción se hubiera arruinado y ya nadie hubiera querido tratar con nosotros.

Conflicto resuelto con compasión

Wang era el conductor de un camión grande. Tenía mal genio y la gente se mantenía a distancia de él. Además, había sido profundamente envenenado por las mentiras del PCCh y a menudo difamaba a Dafa.

Cuando tuvimos un apagón, la cocina necesitó un ventilador operado manualmente, para cocinar. Yo y el ayudante estuvimos tratando de instalarlo.

Wang inspeccionó nuestro trabajo y dijo que habíamos instalado mal al ventilador debido a una mala actitud, y empezamos a pelear. De repente, agarró un ladrillo y vino hacia mí, pero el ayudante lo detuvo. Yo estaba muy enojado, pero sabía que, como practicante, debía mirar hacia adentro para entender por qué tenía este conflicto. Recordé que nada de lo que encuentra un practicante es accidental. Después de calmarme, me di cuenta de que tenía ideas preconcebidas sobre Wang.

Él estaba ansioso y enojado porque el ventilador no funcionaba. Debí haberlo entendido en lugar de discutir con él.

Me di cuenta de que mi noción humana había causado esta situación, y que no había sido compasivo con él. Me había equivocado en este caso: un practicante de Dafa debe tratar a los demás con compasión. ¿Por qué le guardaba resentimiento? Tenía que pedirle disculpas.

"Te pido disculpas. Estuve equivocado", le dije. "Si quieres pegarme, puedes hacerlo -pero en el trasero, no en la cabeza". Todo el mundo, incluyendo a Wang, se echó a reír.

El jefe sólo confía en los practicantes de Falun Dafa

Nuestro jefe confía en los practicantes y me asignó el trabajo de hacer las compras, que incluía también las entregas de cargas de los camiones grandes. Este trabajo es también muy lucrativo. Sin embargo, a veces, los conductores del camión complotan con los compradores y venden el material en otros lugares.

Cuando hacemos compras, muchas tiendas alteran los recibos cuando se enteran que la comida es para una obra de construcción. Esto le permite al comprador quedarse con la diferencia.

Todos sabíamos esto, pero no había nada que nuestro jefe pudiera hacer. Había enviado a varias personas juntas y esperaba que se vigilaran entre sí. Sin embargo, ellos complotaban y usaban la diferencia para comer en un restaurante.

Una vez que me asignó el trabajo, el jefe se sintió aliviado. Me enteré que no confiaba ni en sus propios hermanos, pero había confiado en mí. Él visitó las tiendas de abarrotes, en donde le dijeron: "Entre todos los que hacen comercio para la obra de construcción, el joven que usa gafas es muy diferente. Él no acepta recibos alterados. Hoy en día hay muy pocas personas honradas. He oído que practica Falun Dafa".

Este jefe no anda con rodeos, y todos en el área de construcción le tienen miedo.

"No sé cómo regañar a Guo", les dijo a algunos miembros de su equipo, "Simplemente no lo puedo regañar. Trabaja diligentemente, no es codicioso y nunca se aprovecha de los demás".