(Minghui.org) La rectificación del Fa está progresando a pasos agigantados, y el Maestro nos ha dado este precioso tiempo adicional. Con mi mayor respeto, deseo compartir mis experiencias de cultivación durante el último año.
1. Aprendiendo en medio de dificultades
Soy un practicante mayor y no había tenido demasiada experiencia instalando sistemas operativos. Cuando apenas había logrado instalar Windows XP, tuve que actualizarlo a Windows 7. El practicante que acostumbraba ayudarme con las cuestiones técnicas del proceso de instalación de repente fue interferido por su familia, y no pudo seguir ayudándome con la actualización del sistema. Ya que no tenía un conocimiento técnico fuerte, eso complicaba todo.
En ese momento, muchos compañeros practicantes querían comprar computadoras y tener el sistema operativo instalado. Como no tenía las habilidades técnicas adecuadas y los practicantes necesitaban instalar correctamente sus propios sistemas operativos, me sentí agobiado.
Un día lo había intentado todo, pero no podía instalar un controlador en la computadora de un practicante. Estaba física y mentalmente exhausto. Sin saber que más hacer, me fui a casa. Después de llegar a casa me sentí mareado repentinamente. No podía levantar la cabeza ni abrir los ojos, y no podía parar de vomitar. Los compañeros practicantes me ayudaron enviando pensamientos rectos y mis síntomas se detuvieron.
Esta experiencia fue muy significativa. El practicante responsable de instalar los sistemas operativos no podía ayudar por la interferencia de la familia. Otro practicante responsable del mantenimiento de la impresora se vio involucrado en un accidente de auto en el que luego vomitó sangre y se desmayó. Con la ayuda de los compañeros practicantes salió del peligro pero siguió débil físicamente. Él necesitaba mirar para adentro y ver por qué había pasado eso, no había dudas, el mal estaba tratando de interferirlo. Para rechazar la persecución, me di cuenta que debíamos enseñar estas habilidades a más practicantes.
Ansioso y preocupado no se pueden resolver los problemas. Debemos ser proactivos y aprender las habilidades necesarias.
Al finalizar el 2013 tomé la iniciativa de abrirme paso a través de las dificultades. Comencé a leer los tutoriales del sistema de Windows 7 para poder instalarlo. También les mostré el tutorial a otros practicantes. Los alenté a superar el miedo ante las dificultades y a prepararse para usar Windows 7. Compartimos nuestros pensamientos y encontramos a algunos practicantes con habilidades técnicas que estaban dispuestos a aprender. Con la ayuda de todos, los practicantes locales organizaron varias charlas para aprender Windows 7.
Mientras estábamos aprendiendo como operar el sistema de Windows 7, me encontré con el practicante que me había enseñado a usar la computadora. Al principio no sabía nada. Él me enseñó cómo usar una y cómo visitar el sitio web de Minghui. Sus tropiezos y caídas en el proceso de aprender tecnología y su perseverancia me han alentado durante años.
El primer grupo de practicantes que aprendió la tecnología mejoró sus habilidades informáticas. Esto fortaleció las capacidades técnicas de todo el grupo.
2. Enseñando a otros
En abril de 2014 comenzamos a instalar muchos sistemas operativos. Sin embargo, el proceso de actualizar el sistema no anduvo sobre ruedas. Me agotó, agotó las energías de mis compañeros practicantes e interfirió con otros proyectos para salvar gente. A través del estudio del Fa y discutiendo sobre la situación, pudimos ajustarnos nosotros mismos. Todos comenzaron a alentarse entre sí para aprender a instalar los sistemas operativos y hacer más fácil usar y mantener las computadoras más adelante. Más practicantes lo aprendieron –el mayor era de 72 y el más joven de 57.
El proceso de enseñarle a los practicantes fue también el proceso de cultivarnos descartando nuestros apegos y cooperando el uno con el otro. También fue una prueba para ver si estábamos siendo responsables hacia el Fa y entre nosotros.
La mayoría de los practicantes no sabía nada sobre sistemas operativos. Solo sabían cómo visitar sitios web, y descargar e imprimir documentos. Nos topamos con todo tipo de situaciones.
Algunos practicantes, cuando seguían los pasos del tutorial, iban de la primer línea de instrucciones directo a la tercera o cuarta línea. Para aprender bien cada paso es necesario practicarlo una y otra vez. Justo después de terminar de enseñar el primer paso, cuando estaban a punto de empezar a hacerlo ellos mismos, ya se habían olvidado qué hacer.
Había más gente en algunos grupos que en otros. Algunos aprendían más rápido que otros. Los que aprendían más rápido pudieron progresar al siguiente paso, pero los más lentos seguían quedándose atrás. Algunos con conocimientos informáticos no siguieron los pasos que les enseñé —siguieron sus propias maneras de aprender, lo que interrumpía mi forma de enseñar.
Estaba extremadamente frustrado y mi tolerancia fue probada hasta el límite. Comencé a culpar y acusar a los compañeros practicantes, a aquellos que culpé se sintieron aún mas desalentados. Muchas veces pensé en darme por vencido, pero continué fortaleciendo mis pensamientos rectos.
El Maestro dijo:
Muchos Dafa dizi están diciendo de “asistir a Shifu a rectificar el Fa”, “lo que Shifu quiere, lo haremos”, lo dicen con mucha firmeza; pero cuando Shifu realmente quiere que hagas ese asunto que no es como tú quieres, o cuando surge un poco de dificultad, ya no te acuerdas ni un poco de ese pensamiento recto de asistir a Shifu. Teniendo disposición caprichosa, los pensamientos que emites funcionan como impedimento. (“Los Dafa Dizi deben estudiar el Fa”)
Un día de mayo, volvía a casa después de visitar a los compañeros practicantes. De repente comenzó a llover y el viento aullaba, y la temperatura se desplomó. Como no había estudiado el FA y no me cultivaba bien durante ese tiempo, mis piernas estaban doloridas constantemente y me sentía extremadamente mal. Al caminar, abofeteado por la lluvia y el viento, pensé profundamente sobre lo que estaba pasando y encontré muchos apegos. Después mis piernas se pusieron mucho mejor. Durante un largo tiempo solo había sido capaz de sentarme en meditación durante poco más de 20 minutos. De allí en adelante lo pude hacer por cerca de una hora.
Después de varios meses, a través de nuestros esfuerzos, con nuestra tolerancia y entendimiento mutuo, y con el fortalecimiento benevolente del Maestro, atravesamos el tiempo más difícil. Los compañeros practicantes alcanzaron diferentes niveles de entendimiento y conocimiento del sistema operativo y luego básicamente dejaron de depender de otros para resolver los problemas de sus computadoras.
Algunos practicantes comenzaron a ayudar a otros a aprender cómo usar el nuevo sistema. Algunos intentaron instalar los sistemas a otros, y algunos comenzaron a aprender tecnologías más nuevas. Todo esto redujo la carga de trabajo en los practicantes de soporte técnico.
Recientemente un practicante me envió una carta y me dijo que ya había enseñado a otros practicantes a usar el correo de Minghui. Otros me escribieron y pidieron aprender sobre nuevas tecnologías. Varios escribieron e instalaron computadoras para otros. Estaba realmente entusiasmado. Agradecí sinceramente al Maestro por crear la oportunidad de que me cultivara y me mejorara, y agradecí a los practicantes por su tolerancia y esfuerzos.
El propósito de enseñar a otros la tecnología no es solo hacer que todos sean capaces de instalar los sistemas operativos. Sino también de que entiendan la tecnología y que dejen de pensar que a los problemas técnicos solo lo pueden resolver los practicantes de soporte técnico. Si todos hacen un esfuerzo en entender las nuevas tecnologías y en enseñar a otros lo que uno sabe, el intento del mal de perseguirnos a todos dañando a los practicantes de soporte técnico fallará.
3. Mirando hacia dentro buscando las razones
Cuando comencé a mostrar a los practicantes el sistema operativo presté atención a aquellos practicantes jóvenes y educados que tenían algunas habilidades técnicas. Después de un periodo de tiempo noté que estos practicantes tendían a ser impulsivos, y algunos simplemente se rendían. Decepcionado, pensé sobre la situación y me di cuenta de que una noción común es una barrera. En un proyecto de rectificación del Fa, si uno puede o no puede hacerlo depende del estado de cultivación de uno. No importa cuales son las habilidades comunes superficiales que uno tenga.
Cuando un practicante comenzó a aprender, estaba con ansias y más que confiado. Después de incluso entender el sistema, comenzó a instalarlo para otros practicantes. Sin embargo, cambió rápidamente, y cada vez que venía era capaz de encontrar las brechas en su cultivación y corregirse. Se hizo más firme, más responsable, y más modesto. Desde que cambió, también encontré mis propios apegos de hacer cosas por hacer cosas, y mi impaciencia y engreimiento.
Algunos de los practicantes más tranquilos no tenían mucha educación. Sin embargo, cuando los criticaba o cuando se encontraban con problemas, ellos seguían sonriendo y continuaban aprendiendo hasta que lo conseguían. Cuando comparé mi tolerancia, entendimiento y persistencia con ellos, me sentí muy avergonzado. Les enseñé tecnología, y ellos me enseñaron tolerancia. Ya sea que uno estuviera solo haciendo cosas o cultivándose realmente era claro para todos. La brecha estaba en cuán diligentemente uno se había estado cultivando.
El Maestro dijo:
“Mucha gente, ya al principio, abarcaba un pensamiento temporal, que luchamos por un tiempo y ya pasa. Ahora descubrieron que no es así. Cualquier cosa que hagan los Dafa dizi, tienen que hacerla paso a paso, concretamente, poniendo el corazón allí, no importa el tiempo, ni hay que pensar tanto. Tienes que hacer bien lo que debes hacer, con todo tu corazón y esfuerzo, y el asunto entero va a estar bien hecho. Muchos, bajo la presión de la persecución, piensan siempre que esta persecución se termina rápidamente, por eso, por un tiempo lo hacen con toda la fuerza, ferozmente. No es así;...”. (“Enseñando el Fa en el Día Mundial de Falun Dafa”)
Al principio, mi mentalidad de hacer cosas era muy fuerte y estaba ansioso por lograrlas. Siempre pensaba en cuántas computadoras instalaba, cuándo los otros practicantes alcanzarían tal grado de éxito, y cuándo nuestra área alcanzaría tal grado de cambio. Gradualmente entendí que el Maestro controla el progreso de todo el proceso y que los estados de los practicantes solo eran el resultado de nuestra propia cultivación. Yo, como uno de los practicantes, solo podía mirar para adentro cuando no lo hacía bien y corregirme. Cualquier mentalidad de perseguir resultados no es correcta. A través del estudio del Fa y cultivándome he descartado mi falta de paciencia poco a poco y gradualmente mejorado.
Sinceramente agradezco al Maestro por darme las oportunidades de cultivarme. Creo que bajo la guía del Fa, mi “yo” se volverá más y más pequeño.
¡Gracias, venerado Maestro!
¡Heshi!
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