La historia de una maleta

[Minghui.org] A pesar de la persecución a los practicantes de Falun Gong por el Partido Comunista de China (PCCh), cada vez más personas están conociendo acerca de la naturaleza pacífica de Falun Gong, y están renunciando a las organizaciones del partido. Lo que sigue es una historia acerca de varias personas que llegaron a saber sobre Falun Gong.

Después de haber estado practicando durante más de 10 años, me hice fuerte y saludable. Mi cara está rosada y sin arrugas. Mucha gente empezó a darse cuenta de mi apariencia física saludable y se interesaron en Falun Gong.

En abril pasado tomé el tren de regreso a mi ciudad natal. Puse mi maleta cerca del mostrador de control en el segundo piso mientras esperaba en fila para ser atendido. Cuando llegó más y más gente, que colocaron su equipaje junto al mío, mi maleta quedó tapada por el resto del equipaje. A último momento nos avisaron que la ubicación del mostrador de control se había cambiado a la primera planta y que todos teníamos que darnos prisa en llegar allí. Levanté la maleta de la pila de equipaje y me fui abajo. Mientras caminaba vi a un joven que me seguía.

Cuando llegamos al primer piso de repente el joven me preguntó mi edad. Le respondí que yo estaba en mis sesenta años. Él se quedó perplejo y dijo: “Usted no parece tan viejo. Déjeme ver qué tan pesada es su maleta”. Levantó mi maleta y dijo: “¡Es pesada! Pero la levanta con tanta facilidad. ¿Cómo se mantiene en tan buena forma?”.

Luego subí al tren, y vi al hombre joven de nuevo. Se sentó junto a mí y nuevamente me preguntó cómo me mantengo en tan buena forma. Me sonreí y dije: “No tengo ningún secreto. Es sólo que no me enojo y no peleo con los demás”. Yo no lo conocía y no estaba seguro de si era un policía vestido de civil, por lo que no le conté mucho.

El joven vino a visitarme de nuevo a la mañana siguiente y me hizo la misma pregunta. Otro caballero se sentó frente a mí y también quería saber cuál era mi secreto para mantenerme en forma. Él me dijo que tenía que tomar distintos tipos de medicamentos todos los días a causa de sus enfermedades. Yo les dije: “Sigan la voluntad del Cielo. Sigan su conciencia y sean amables con los demás, porque el bien será recompensado y el mal tendrá su retribución”.

Después del almuerzo el joven regresó de nuevo y me dijo: “Todavía quiero preguntarle otra vez porque creo que no me cuenta la historia completa”. Pude sentir su sinceridad después de sus múltiples visitas, y le dije: “Soy muy fuerte porque practico Falun Gong que enseña los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia”. Le aclaré le verdad y después que terminé, me pidió que lo ayudara a renunciar a las organizaciones del partido. Me contó que su amigo practica Falun Gong, y que le iba a pedir que le enseñara los ejercicios tan pronto como llegara a casa. Le aseguré que todos los practicantes son gente amable y que él necesitaba recitar “Falun Dafa es bueno”, “Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Luego se fue.

El caballero sentado frente a mí, me pidió que también que renunciara al partido por él. Me dijo que había leído los materiales para clarificar la verdad en el pasado, pero que su madre trabaja en la oficina de seguridad pública y su padre trabaja para el partido. Como ellos no podían aceptar el contenido de esos materiales se deshizo de esos. Y añadió: “Creo en Falun Gong, y recitaré 'Falun Dafa es bueno', 'Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno'”. Cuando mejore mi salud, voy a convencer a mis padres de que Falun Gong es bueno”. Otro joven que estaba cerca también me pidió que lo ayudara a renunciar al PCCh.

Después de bajar del tren y subir a un autobús me encontré con un señor de unos cincuenta años. Empecé a hablarle sobre Falun Gong y la persecución, y le dije: “Los practicantes de Falun Gong son personas amables. Ellos siempre consideran primero a los demás”. Estuvo de acuerdo, y le ayudé a renunciar al PCCh.

Realmente siento que los seres conscientes están despertando. Estoy muy feliz por ellos.

Gracias Shifu por su compasión.

Versión en inglés disponible en: http://en.minghui.org/html/articles/2014/6/12/1602.html