[Minghui Net] Empecé a practicar Falun Dafa en mayo de 1996. Mientras escuchaba por primera vez las lecciones de Shifu, sentía que las palabras resonaban fuertemente en mi corazón. Inmediatamente supe que esto era lo que había estado esperando toda mi vida.

1. Primeras experiencias después de obtener el Fa

Teniendo más valor

Soy profesora de secundaria. Antes de empezar la práctica, estaba físicamente débil y muy tímida. Estaba tan asustada de todo, que tenía miedo aún de quedarme sola en casa. Tres días después de que obtuve el Fa, me di cuenta de que el Fashen de Shifu estaría siempre a mi lado. Desde entonces, pude caminar en las calles aún por la noche, sin temor.

Cuatro meses después, una de mis estudiantes sufrió una recaída de su enfermedad mental y tuvo que ser enviada a casa. En ese momento, ninguno de sus padres estaba en casa, así que los profesores nos tuvimos que quedar con ella durante dos días. Muchos profesores hombres temían que la estudiante les estrangularía a muerte mientras dormían y se negaron a quedarse bajo el mismo techo con ella. Fui la única que se ofreció a quedarse con esta estudiante.

Pensé: "¿No están siendo controlados por otros seres los locos? Soy una practicante de Dafa caminando el sendero hacia la divinidad y los Fashen de Shifu me protegen. ¡Nadie me puede tocar!". La estudiante se negó a escuchar a todos excepto a mí. Sólo seguía lo que le estaba diciendo, pero golpeaba a los demás.

Modelo a seguir

Antes de empezar a practicar Falun Gong, había una distancia entre el director de la escuela y yo, y no nos habíamos hablado por casi seis meses. Después de empezar la cultivación, tomé la iniciativa de resolver nuestras diferencias. Desde entonces, él confió en mí implícitamente y aún me ascendió a jefa de departamento. Dijo: "Lo has hecho bien. Incluso si te quedaras sentada en silencio, sin decir una palabra, eres para los demás un ejemplo a seguir”.

He rechazado los sobornos de los padres y he cuidado a todos mis alumnos como si fueran mis propios hijos, convirtiéndome en su mentor y confidente. Después de graduarse, algunos estudiantes me dijeron que me querían llamar “hermana” y algunos incluso querían llamarme “madre”. Sus padres también expresaron su gratitud por la influencia positiva que tuve en sus hijos.

En el pasado, no le daba mucha importancia a mi relación con mi marido y los problemas entre nosotros habían llegado a ser tan graves que incluso pensamos en separarnos. Después de obtener el Fa y guiada por Dafa, mi familia quebrantada se volvió rápidamente armoniosa. Después de presenciar este cambio, los amigos de mi esposo comenzaron a aconsejar a otros matrimonios que se confrontaban con problemas, que comiencen a practicar Falun Gong.

Tribulación

Poco después de que comencé a practicar, la escuela decidió delegarme la carga de trabajo de tres personas. Originalmente, los reglamentos escolares estipulaban que tenía derecho a remuneración adicional. Sin embargo, mi jefe me dijo que tome el trabajo voluntariamente, sin compensación.

Para aquel entonces, tomaba ligeramente los beneficios personales pero secretamente albergaba un apego a la búsqueda de la fama. En nuestra evaluación de fin de año, mi apego fue totalmente expuesto. Inicialmente había seguido los requisitos del Fa y había tratado de eliminar mi apego a la fama. Sin embargo, justo como menciona Shifu:

“Pero generalmente cuando viene un conflicto, si a uno no lo irrita hasta lo profundo del corazón, no vale, no sirve para elevarse”. (Lección Cuarta, Zhuan Falun)

Algunos colegas empezaron a chismear: "Tu puntuación es muy alta, seguro que te van a ascender". Me dije a mí misma que no mueva mi corazón y que me calmara. Sin embargo, más tarde otros comentaron: "Ya te quitaron los puntos acumulados por el trabajo extra que hiciste y has retrocedido en la calificación". Pensé: “Que así sea”. Después de un tiempo, alguien me dijo: "Después de debatirlo por mucho tiempo, los jefes han decidido reinstalarte en ese cargo". El último día, un colega corrió a informarme apresuradamente: "Alguien sobornó al jefe y te reemplazaron discretamente".

Mi corazón se movió un poco y fui al salón de los profesores para cuestionar a mi jefe. Empezamos una discusión pero luego, mirando hacia adentro, me di cuenta que debía abandonar el apego a la fama. Estudié el Fa continuamente, recordando que tenía que renunciar a este apego, y fui capaz de lograrlo una semana más tarde.

Después de eliminar este apego, me di cuenta de que de todas formas iba a recibir una parte de los beneficios. Sin embargo, en mi corazón verdaderamente no me importaba. Incluso, más milagrosamente, me compensaron por el pago que me debían. Como mencionó Shifu:

“…nosotros hablamos de seguir el curso natural: si algo te pertenece, no lo perderás, y si algo no es tuyo, no vendrá por más que luches”. (Lección Séptima, Zhuan Falun)

La mayoría de los profesores tienen un gran apego de mantener las apariencias. Especialmente en frente de sus alumnos, definitivamente tratan de proteger su posición. Una vez, una estudiante llegó tarde a la clase y entró furiosa a mi salón. La critiqué levemente y, en cambio, ella me insultó, diciendo malas palabras. Justo cuando empecé a enojarme, me acordé de las palabras de Shifu:

“Todos saben que después de alcanzar ese nivel de luohan, al encontrarse con cualquier suceso, no se lo guarda en el corazón, no se guarda, en absoluto, ningún asunto de la gente común en el corazón, se está siempre alegre y sonriente, y por más que se salga perdiendo ampliamente, igual se está alegre y sin darle importancia. Si realmente puedes realizar esto, ya habrás alcanzado el grado elemental de la Posición de Fruto de luohan”. (Lección Novena, Zhuan Falun)

Mi mente se calmó de inmediato, con una sonrisa le permití que vuelva a su asiento y le dije: "Debes pensar si lo que acabas de hacer ha sido correcto o no". Después de las clases, me entregó una carta en la que escribió que era la primera vez que había encontrado una profesora tan bondadosa.

2. Mis experiencias al comienzo de la persecución

Dando un paso adelante

Justo cuando empezaba a sumergirme en el regocijo de haber obtenido el Fa, comenzó la malvada persecución. En ese momento, aunque Dafa había sido difamado de una manera abrumadora, mi fe en Shifu y el Fa permaneció firme. Sin embargo, por el acoso constante de la policía y en mi lugar trabajo, desarrollé el apego al miedo y empecé a estudiar el Fa y practicar los ejercicios secretamente en mi casa.

El 18 de julio de 2000, decidí viajar a Beijing y presentar una petición. Para evitar ser interrogada por la policía en la terminal de trenes, caminé sola 30 kilómetros en la noche, para subir al tren en los suburbios. Sin conocer los lugares, seguí el ferrocarril recitando el Fa de memoria, mientras caminaba. La luz brillante de la luna me iluminaba los pasos y parecía la mirada de Shifu, cuidándome mientras viajaba para cumplir con esta tarea solemne y sagrada.

Caminé hasta que mis pies se cubrieron de ampollas sangrientas y, justo cuando el dolor se volvió insoportable y ya no me podía mover, Shifu arregló que pasara un carro para llevarme a la estación de trenes. En la calle frente a la Plaza Tiananmen, Shifu arregló que me encuentre a otro practicante, y caminamos juntos hasta la plaza.

Relaciones predestinadas en prisión

Fui arrestada y golpeada por tres agentes de policía. Me acordé de que era una discípula de Dafa, bajo la protección de Shifu, y nadie pudo mover mi corazón. No sentí ningún dolor, aunque un policía seguía golpeándome. Los otros dos me daban puñetazos y me pateaban, pero permanecí de pie, firmemente.

Después de que se cansaron de golpearme, me esposaron los brazos a la espalda y me dejaron parada debajo del aparato de aire acondicionado para enfriarme. Después de mucho tiempo, mis brazos empezaron a entumecerse y el dolor en las piernas se volvió peor, como si hubieran insertado en mi carne unas brochetas de hueso. Empezaron a surgir mis pensamientos humanos y justo cuando pensé: "¿Cuándo terminará esto?", empecé a sentirme peor. De inmediato supe que estaba equivocada y me pregunté: "¿Pensaría así un Dios?".

Viendo que los dos oficiales estaban cerca y calumniaban a Dafa, empecé a esclarecerles la verdad. Después de hablarles por una hora, su actitud cambió por completo y comenzaron a tratarme amablemente, me liberaron de las esposas y me permitieron sentarme en la alfombra. En este momento, sentí como si hubiera nacido nuevamente y disfruté de una sensación de ingravidez; la fatiga y el dolor acumulados en los últimos días desaparecieron. Más tarde, me encarcelaron en el centro de detención durante un mes.

3. Salvando a la gente y difundiendo la verdad en lugares aislados

Shifu dijo:

“Ustedes han hecho muy bien en aclararle la verdad a la gente del mundo. Al mismo tiempo, puedo decirles que eso también es extraordinario y benevolente. Parece como si [simplemente] estuviéramos dándole una hoja volante a una persona común y parece como si [simplemente] estuviéramos diciéndole la verdad a la gente común. Déjenme decirles, cuando este asunto de la rectificación del Fa haya terminado, la humanidad entrará en la próxima etapa, y la gente y los seres que piensan que el Dafa del cosmos no es bueno, serán los primeros en ser eliminados. Eso es porque no importa cuán malos sean algunos seres en el cosmos, ellos son incluso peores, porque de lo que están en contra es del Fa del cosmos. Así que cuando estamos aclarando la verdad, estamos eliminando los pensamientos perversos de algunas personas hacia Dafa. ¿No los hemos salvado a ellos, por lo menos en cuanto a esto? Ya que en el proceso de ustedes de clarificar los hechos hay algunas personas que obtienen el Fa, no sólo se les eliminan a ellos sus pecados, sino que al mismo tiempo, también los habrán salvado ustedes. ¿No muestra eso que han hecho ustedes algo que es más compasivo, algo aún mejor?”. (“Exponiendo el Fa en el Fahui de los Grandes Lagos de Norteamérica” 2000)

Tras estudiar las conferencias de Shifu, me di cuenta de cuál era mi misión y empecé a aclarar la verdad con todo mi corazón, para salvar a la gente.

Disolviendo el apego al miedo

Al principio, sólo me atreví a distribuir materiales de aclaración de la verdad por la noche, en áreas cercanas y a pequeña escala. Incluso distribuir esa pequeña cantidad me daba tanto miedo, que sentía como si mi corazón iba a explotar. Así que empezamos a organizar grupos de estudio del Fa, donde estudiábamos dos lecciones de Zhuan Falun cada día. Compartiendo entre nosotros, pudimos descubrir nuestros apegos y nos alentamos entre nosotros. Poco a poco, nuestros pensamientos rectos se hicieron más fuertes.

Posteriormente, más practicantes locales comenzaron a dar el paso adelante. Nuestro grupo de estudio del Fa comenzó a distribuir materiales a aldeas dentro de nuestra provincia. Desde principios de 2001 y hasta finales de 2002, logramos distribuir materiales de clarificación en toda nuestra provincia, al menos una vez.

No conocíamos muchos de estos pueblos, pero usamos mapas y, después de intentos y errores, logramos encontrarlos. Entrábamos por la noche y, a menudo, después de distribuir todos los materiales, nos juntábamos en las afueras de la aldea, en donde estaba nuestro coche. Distribuíamos materiales en dos o tres pueblos cada noche, regresando a casa al amanecer.

4. Enfrentando la persecución en un centro de lavado de cerebro

"¡Respeta a mi Maestro!"

En el otoño de 2001, las autoridades locales comenzaron a realizar sesiones de lavado de cerebro. Fui detenida en la mañana del 25 de septiembre y, una vez que entré en la habitación, comencé a aclarar la verdad inmediatamente. Una de las personas malvadas maldecía a Shifu. Le dije: "¡Respeta a mi Maestro o vete!". Él realmente salió de la habitación.

Debido a que había estudiado el Fa consistentemente, Shifu me ayudó y abrió mi sabiduría. Las autoridades invitaron a expertos religiosos de los alrededores de la provincia para hablar conmigo, en un intento fallido de cambiar mi opinión. Finalmente concedieron: "Si esto continúa, nos convertirás tú a nosotros".

La maldad es incapaz de resistir

Comencé una huelga de hambre el instante en que me detuvieron ilegalmente, y aunque pasé 6 días sin agua y sin comida, no sentía sed o hambre en absoluto. Mis labios se mantuvieron rosados, aunque perdí un poco de peso. Me quedé en la cama todo el tiempo, rechazando todas las demandas de los perseguidores. Trataron de hacerme ir a un aula para ver un vídeo calumnioso, pero después de mi fuerte rechazo, me dejaron sola.

Una asistente de “reeducación” quiso que recite un ensayo difamatorio, calumniando a Shifu. Ella se negó a parar incluso después de que le dije: "¡Deja de hablar!". Le dije: "Me iré si no paras" y se alejó en silencio. Sin embargo, otra persona quiso hacerme tomar agua a la fuerza. La miré a los ojos y le dije con firmeza: "¿Te atreves a forzarme?". Ella respondió inmediatamente: "No te voy a forzar" y se alejó.

A excepción de cuando dormía, recitaba el Fa de memoria continuamente y enviaba pensamientos rectos. El segundo día, la incomodidad de no comer había desaparecido completamente y fue reemplazada por un capullo de gong que envolvía mi cuerpo.

El sexto día, el personal del centro de lavado de cerebro me dejó ir.

Regresando a casa, mi padre me aconsejó que empezara con sopa de arroz antes de comer despacio alimentos sólidos. Le dije: "No es necesario. Estoy bien, porque Shifu me está cuidando". Todo lo que había en casa en aquel momento eran frutas y tortas que habían comprado para celebrar el festival del 15 de agosto. Me comí una manzana y una torta.

Mi padre me observaba en estado de shock. Después de que vio que pasaron varias horas y seguía bien, se convenció finalmente de los poderes sobrenaturales de Dafa. En el pasado, debido a que él había sufrido mucho durante la revolución cultural, le temía al partido comunista chino (PCCh) y por eso no había apoyado mi cultivación en Falun Gong. Él no quería que hiciera ninguna actividad de validación del Fa y aún me golpeó para impedirme practicar. Después de darse cuenta de las capacidades sobrenaturales de Dafa, ya no se opuso cuando estaba haciendo el trabajo de Dafa.

Los practicantes de Dafa validan Verdad-Benevolencia-Tolerancia

El 17 de septiembre de 2002, la policía me detuvo ilegalmente otra vez y me llevó al centro de lavado de cerebro de la ciudad. Durante la detención, uno de los oficiales me golpeó horriblemente. Tuve una hemorragia nasal, la cara estaba hinchada y perdí la audición en el oído izquierdo. Unos días más tarde, mi rostro estaba cubierto de moretones. Comencé una huelga de hambre para protestar.

Buscando hacia adentro, descubrí que me habían golpeado porque había tenido malos pensamientos durante mi detención e incluso apunté al oficial de policía y lo regañé. Entonces Shifu no me pudo proteger. Los practicantes de Dafa se esfuerzan en validar Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Shifu sólo puede proteger a los practicantes que cumplen con los requisitos del Fa. Después de iluminarme a este principio, me dije que, sin importar lo mal que estaba perseguida, debería tratar a cada persona con bondad.

Una vez, mientras tenía fiebre alta, uno de los oficiales trató de pellizcar las costras de mi nariz, en un intento de sofocarme. Moví suavemente su mano a un lado y le dije: "No me siento bien, por favor no me toques". Quitó su mano al instante. Desde ese día, ya nadie me trató mal.

Mientras estaba detenida, además de memorizar el Fa y de enviar pensamientos rectos, pasé gran parte de mi tiempo buscando hacia adentro. El día que me arrestaron, un compañero practicante me había pedido que lleve a mi casa algunos videos de Dafa para que estén bien guardados. En ese momento, no acepté, porque estaba asustada y quería mantener mi vida segura y cómoda. Además, temía ser torturada y quería salvarme a mí misma.

Después de eliminar estos apegos uno por uno, Shifu arregló para mí que mostrara síntomas de enfermedad. Como resultado, los oficiales me sometieron a una infusión y enviaron a una mujer al lado de mi cama para "reeducarme". Le dije que sólo estaba permitido el debate verbal, que la violencia física estaba prohibida. Quien iba a tener la lógica más racional sería considerada ganadora. Incapaz de contradecir mis palabras, ella estuvo a punto de perder el control, pero le recordé de nuestro acuerdo. En ese momento ella de repente se soltó: "Todo esto es debido al temor que el PCCh le tiene a Falun Gong".

"No temo a la muerte, pero tampoco puedo morir"

Un líder del sistema de educación de nuestro condado me visitó después del 15 de agosto y me dijo: "El alcalde ha decretado que, mientras estás viva y te niegas a renunciar a Falun Gong, no serás liberada". Le respondí: "Comencé a practicar Falun Gong para curarme de una enfermedad cardiaca grave. Falun Gong me dio una nueva oportunidad de vida y me voy a morir si renuncio a practicar. Quizás deberías esperar hasta que me muera antes de sacar mi cuerpo."

Después de que se marcharon, las fuerzas del mal en otras dimensiones comenzaron a intensificar mi persecución. Como resultado, para mí malestar, el tiempo pasaba muy lentamente y los minutos parecían años. Tratando de entender la situación desde la perspectiva del Fa, me di cuenta de que el mal estaba usando el tiempo y el espacio para perseguirme, así que envié pensamientos rectos para trascender el tiempo y el espacio de esta dimensión humana.

Los cuatro días restantes pasaron sin darme cuenta, como si hubieran pasado sólo unos segundos. Según la gente de allí, fue como si hubiera entrado en coma durante 4 días, sorprendiendo a todos los que me vieron. No me sentía incómoda en absoluto y mi mente estaba clara.

Un día, en el baño -el único lugar del centro de detención donde los compañeros practicantes podrían encontrarse-, una practicante me dijo que Shifu acababa de publicar un nuevo jingwen: "Sean lucidos de mente":

“Discípulos de Dafa, aparten sus lágrimas,

El demonio Satanás ya se ha derrumbado completamente.

Clarifiquen los hechos, envíen pensamientos de rectitud,

Expongan las mentiras, eliminen los demonios podridos”.

Con su ayuda, memoricé los versos. El Fa de Shifu me ayudó a ser más lúcida. Al borde del colapso, el mal todavía está tratando de perseguir a los practicantes de Dafa.

Regresando a mi celda, empecé a enviar pensamientos rectos y descubrí que el mal en otras dimensiones había dispuesto "reformarme", porque tenía mucha influencia localmente. Mientras estaba enviando pensamientos rectos, mi cabeza parecía que iba a explotar. El mal había formado una fortaleza inexpugnable y sentí como si mi conciencia principal estaba fuera de control. Enfrentando las fuerzas del mal en otras dimensiones, declaré: "Seguiré a Shifu hasta el final".

Después de unos 10 días de huelga de hambre, al enviar pensamientos rectos durante una hora, sentí como si estuviera suspendida en el aire. En ese momento, truenos violentos y relámpagos golpearon desde el cielo, como tratando de explotar en pedazos el centro de lavado de cerebro.

Sentí que el mal en la otra dimensión no podía aguantar mucho más. Esa noche me enviaron al hospital. El mal todavía se negaba admitir la derrota y me administraron veneno. Mi cuerpo me dolía terriblemente.

Le dije al mal en la otra dimensión: "No lo vas a lograr. No tengo miedo del dolor". Tan pronto como lo dije, el veneno comenzó a tener efecto, y sufrí de incontinencia, dolor y ardor en mi uretra y diarrea constante. Después de sufrir así por una hora, me di cuenta de que esto fue causado por las fuerzas del mal que me perseguían. Le pedí ayuda a la persona que estaba conmigo y me senté, apoyándome en la cabecera. Bajo las mantas, levanté la mano y envié pensamientos rectos durante una hora, hasta que los síntomas anormales desaparecieron.

En ese momento, sentí como si me alejara cada vez más del mundo de los vivos. Sin embargo, me di cuenta del truco del mal y pensé: "No tengo miedo de la muerte, pero no puedo morir. Todavía tengo que completar mi misión en este mundo humano. Seguiré a Shifu y me cultivaré hasta el final".

Me liberaron aquella tarde. El centro de lavado de cerebro me había torturado durante 20 días.

De vuelta a casa, me recuperé rápidamente con el estudio del Fa y los ejercicios. Diez días más tarde, los oficiales me hicieron una visita y me encontraron en el campo, ayudando a mis padres con la cosecha de otoño. La noticia de este milagro se extendió al instante en mi lugar de trabajo. Desde entonces, nadie se atrevió a perseguirme por practicar Falun Gong.

5. Conclusión: Anteponiendo el Fa y cultivándose verdaderamente a uno mismo

Mi entendimiento general acerca de la cultivación es que, en cualquier situación, los practicantes de Dafa deben creer firmemente en Shifu y en el Fa, buscar constantemente en su interior y ser conscientes que, al encontrarse con tribulaciones, primero hay que mirar hacia adentro. Los practicantes también deben estar preparados para soportar dificultades y no anhelar una vida cómoda, tratar a todos con compasión y mantener constantemente pensamientos rectos para salvar a la gente. Para lograr esto, hay que estudiar bien el Fa diligentemente y enviar pensamientos rectos consistentemente para mantener una mentalidad recta.

He experimentado muchas tribulaciones durante mi cultivación. Mi percepción es que las fuerzas del mal parecían decididas a eliminarme. Sin embargo, también sentí la protección constante de Shifu. Agradezco sinceramente a Shifu por su benévola protección a lo largo de estos 18 años. ¡Shifu, por favor, puede estar seguro de que su discípula hará bien las tres cosas en cualquier circunstancia y salvará a los seres conscientes!

Versión en inglés: http://en.minghui.org/html/articles/2014/5/10/633.html