[Minghui Net] Soy de un pequeño pueblo de la provincia de Hunan. Mi marido es un trabajador jubilado de una Planta de suministro de vapor y generación eléctrica. Antes de 1997, su salud era muy pobre. Padecía de enfermedades gástricas, sinusitis, y protrusión de los discos intervertebrales lumbares, y tenía que ir al hospital a menudo. Necesitaba tracción y masaje todos los días, lo cual era muy caro. Cuando nos enteramos de que los médicos de un hospital en la provincia de Hubei podrían tratar sus dolencias, fuimos allí, pero después de gastar mucho dinero, no mejoró.

A punto de la desesperación, un compañero de trabajo nos dijo que Falun Gong podía sanar a mi marido, por lo que ambos comenzamos a practicar. Entonces ocurrió un milagro. Después de sólo unos pocos días mi marido se transformó en una nueva persona, y todas sus enfermedades desaparecieron. Incluso, podía subir una bicicleta hasta el tercer piso sin ayuda. Toda mi familia fue testigo de lo maravilloso que es Falun Gong.

Cuando el partido comunista chino (PCCh) comenzó la persecución a Falun Gong en 1999, mi marido dejó de practicar por miedo.

Hace unos días las enfermedades de mi marido reaparecieron. Él tenía tanto dolor que no podía quedarse quieto. Fue al hospital para que un especialista lo examinara. El médico, al comparar los rayos X recién tomados con los realizados hace más de 10 años le preguntó: “¿Cómo te curaste la última vez?". Mi marido le dijo: “Practicando Falun Gong”.

El médico le preguntó: “Entonces, ¿por qué dejaste de practicar Falun Gong?”. Mi esposo le respondió: “¡Debido a que el PCCh nos lo impidió!”.

A pesar de que había muchos pacientes cerca el doctor dijo: “¡practícala en privado! ¡Incluso si te operamos, el resultado no puede ser garantizado! ¿En qué consiste la práctica?”. Mi marido entonces, le aclaró la verdad delante de mucha gente y le mostró el quinto ejercicio.

Cuando llegamos a casa nos dimos cuenta de que Shifu había estado velando por él, y que lo que acababa de suceder era una señal de Shifu para: hacer las tres cosas bien y volver a la práctica de cultivación.

A pesar de que hemos perdido más de una década de tiempo precioso, y hemos dejado de practicar la cultivación, nuestro benevolente Shifu todavía no quiere renunciar ni a uno solo de sus discípulos. Ahora, la primera cosa que mi marido hace todos los días es estudiar el Fa.