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La señora Yang y su esposo fueron al campo a distribuir materiales de clarificación de la verdad el 28 de diciembre del 2013. Ella fue reportada, arrestada y enviada a la estación de policía del condado. La señora Yang, de la provincia de Hunan, se está acercando a sus 80 años de edad. Aproximadamente ocho oficiales confiscaron sus materiales de clarificación de la verdad. Uno de ellos le gritó: “Tienes aquí tantos materiales; ¡te llevaremos al centro de detenciones del condado!”. Inmediatamente notificaron a la oficina 610 del condado. Yang pensó: “Sea la policía o la oficina 610, debo detenerlos para que no cometan este crimen”.

La señora Yang no estaba asustada en lo más mínimo y habló con los policías: “¿Por qué siguen arrestando a gente buena? ¿Por qué todavía cometen este crimen? Estamos salvando gente. Miren los materiales por ustedes mismos, cada palabra allí está para salvarlos. No cometan más crímenes. Su director central de la oficina 610 Li Dongsheng ya ha sido arrestado, Zhou Yongkang ha sido arrestado también. ¿Acaso no lo saben?”. Los policías leyeron el material y se quedaron callados; sus caras cambiaron de tono y su crueldad despareció.

Luego de la cena, el jefe de la oficina 610 del condado y un grupo de ocho personas llegaron al centro de detenciones. Conocían a la señora Yang y la amenazaron: “Notificaremos a tu familia”. Yang envió pensamientos rectos fuertes hacia ellos y les dijo: “No necesito que notifiquen a mi familia, iré yo misma. Será mejor que lean los materiales de clarificación de la verdad por sí mismos. Su jefe principal de la oficina 610 del gobierno central ya ha sido arrestado y Zhou Yongkang también. ¿Acaso todavía no lo saben? ¿Y todavía siguen arrestando a gente buena y cometiendo crímenes en contra de gente inocente? Estamos aquí para salvar a la gente. Apúrense y lean los materiales”.

Luego que los oficiales leyeron los materiales de clarificación de la verdad, su actitud cambió completamente. El jefe de la oficina 610 del condado dijo: “Ya no quiero hacer cosas malas”. La señora Yang les dijo: “Si, no arresten a más gente buena. El tiempo no espera por nadie. Apúrense y renuncien al partido comunista chino y a sus organizaciones afiliadas. Ahora tengo que irme, tengo mucho que hacer”.

El jefe de la oficina 610 le preguntó: “¿A dónde vas? Puedo llevarte”. Yang le respondió: “No quiero molestarle. Me iré por mi cuenta”. Con la protección de Shifu, salió de la estación de policía de forma recta y digna.