(Minghui.org) En 2010, solía sufrir de insuficiencia renal aguda, lo que había causado que mi visión sea borrosa. Las medicinas que estaba tomando no me ayudaban. Entonces, en abril de 2012, comencé a practicar Falun Dafa y tuve una experiencia única mientras estaba leyendo Zhuan Falun por primera vez.

Al acercarme al final del libro, un pequeño emblema Falun apareció delante de mi ojo izquierdo durante unos 2-3 minutos. Terminé de leer el libro en tres días, y de mis ojos empezaron a salir sustancias pegajosas. La secreción de los ojos duró siete días. Desde entonces, mi visión ha mejorado y pude ver claramente otra vez.

¡Estaba tan feliz! Después de 30 años había encontrado finalmente lo que había estado buscando. Cuando estaba leyendo Zhuan Falun, sentía que Shifu estaba a mi lado.

Siendo una practicante nueva, tengo que ser diligente en mi cultivación y hacer las tres cosas bien. Además de estudiar los libros de Falun Dafa y hacer los ejercicios todos los días, le hablo a la gente de la práctica y de la persecución.

Madre de cinco hijos renuncia al PCCh

En una ocasión, tuve una conversación con una mujer que tenía cinco hijos. Ella me compartió que sus hijos eran desobedientes y dijo: "Realmente no sé cómo disciplinarlos. Mira a tu hija, ¡ella es tan bien educada!". Le conté algo acerca de mis experiencias en la educación de los niños. También la animé a renunciar al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones afiliadas. Ella accedió a renunciar al partido y dijo: "Confío en ti, porque eres una persona amable. ¡Creo que Falun Dafa es una buena práctica, y creo que el partido es muy malo!".

Mi hija me dijo que había alentado a la hija de nueve años de aquella mujer para que renunciara a la liga de los jóvenes pioneros comunistas (organización afiliada al PCCh). Después de un tiempo, nos encontramos a la mujer y a sus hijos otra vez, y me dijo que había estado hablándole a la gente sobre Falun Dafa. Su hija también había estado alentando a sus compañeros para renunciar a la liga de los jóvenes pioneros.

Distribuyendo información sobre Falun Dafa a los aldeanos locales

Cuando mi esposo no trabaja los fines de semana, voy a los pueblos cercanos para distribuir materiales acerca de Falun Dafa y de la persecución. En el pasado, no distribuía materiales a cada casa, pero ahora visito todas las casas de la aldea mientras mi marido se queda en casa y envía pensamientos rectos. Mantengo pensamientos rectos todo el tiempo y he ganado mucha confianza con la ayuda de Shifu.

Cuando visité una casa por primera vez, me abrió la puerta una mujer y accedió a renunciar al PCCh después de ayudarle a entender los hechos. En la casa de al lado vivía un grupo de estudiantes, y también renunciaron al partido y a sus organizaciones afiliadas. Les di algunos materiales informativos y les pedí que los lean con cuidado.

En la última casa del pueblo vivía una mujer de 90 años. Ella tenía dificultad para oír, así que le dije en voz alta: "Asegúrese de recitar ¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!". Un hombre que trabajaba en el campo me escuchó, me señaló y dijo: "¡Alto! ¿Cómo te atreves a hablarle a la gente sobre Falun Dafa?".

Sacó su teléfono celular para llamar a la policía, así que rápidamente le pedí a Shifu que me protegiera y que eliminara los malos elementos en otras dimensiones. Tan pronto como surgieron mis pensamientos rectos, el celular de aquel hombre dejó de funcionar inmediatamente. No tuvo más remedio que dejarme en paz. Levanté la vista y vi a Shifu arriba. ¡Gracias, Shifu!

Visitando aldeas en la montaña más alta

En varias ocasiones, soñé que estaba volando por la montaña más alta, en mi ciudad natal, así que decidí ir allí para distribuir materiales informativos. Mi hermano dijo que hay pueblos en cada una de las noventa y nueve vueltas de la montaña.

Empecé con el pueblo situado en la cima de la montaña. Distribuí material informativo mientras estaba enviando pensamientos rectos. Los perros frente a algunas de las casas movían su cola, como para darme la bienvenida. Les pedí a los aldeanos que lean la información y que compartan los materiales con los demás. Para las personas que no encontré en sus casas, dejé el material informativo frente a sus puertas.

El tiempo pasó muy rápido ese día, y todavía no había visitado todas las aldeas. Al mismo tiempo, me estaba quedando sin materiales. Yo quería usar los que me quedaban de la mejor manera posible. Tuve el deseo de poder repartir un volante a un grupo de personas. En cuanto ese pensamiento surgió, pasé por una casa ruidosa con muchas personas dentro.

Les dije: "Me he beneficiado enormemente de Falun Dafa. Después de que comencé la práctica recuperé mi salud, y me gustaría compartirla con ustedes. También espero poder ayudarles a entender los hechos acerca de la persecución".

Nadie dijo ni una palabra, así que continué: "No fue fácil para mí venir a hablar con ustedes. Espero que entiendan los verdaderos beneficios de la práctica. Sabiendo que Falun Dafa es bueno les ayudará a evitar desastres". Todos escucharon atentamente mientras les estaba hablando.

Una mujer dijo: "¡Gracias por su amabilidad!". Un señor mayor asintió con la cabeza y tomó el volante. Otra persona dijo: "Hoy voy a ser anfitriona de un banquete de bodas. Me gustaría tener algunas copias para mis invitados". Sólo me quedaban cinco volantes, así que le dejé tres ejemplares.

Cuando salí de la casa, alguien me preguntó: "¿Quién te envió?". Señalé hacia el cielo. Entonces, uno de ellos dijo: "¡Deben haber sido los dioses!".