(Minghui.org) Yo tenía leucemia, diabetes y problemas de corazón. Casi me muero durante el verano de 1998. Tenía que tomar 17 pastillas, tres veces al día, en lugar de mis comidas.

Afortunadamente conocí Falun Dafa en octubre de 1998, y recuperé mi salud. Después de 15 años de licencia por enfermedad, pude volver a trabajar. Esta es mi historia.

En 1998 sufrí un ataque al corazón casi fatal y dejé de respirar. Me llevaron al hospital y reviví, pero continué sufriendo de insoportables dolores en el corazón por lo menos cuatro veces por hora.

Todo mi cuerpo emanaba un extraño olor acre. El médico emitió un certificado de estado crítico a mi familia, y yo creía que me estaba muriendo. Insistí en volver a casa, a pesar de que mi familia no estaba de acuerdo.

Después de dos meses de tratamiento médico pude caminar de nuevo. Un día cuando mi hija y yo estábamos caminando, un adivino me saludó. Le dije: “Yo no creo en la adivinación, y no tengo dinero”.

Sin embargo, dijo: “Usted no tiene que pagarme, pero tengo algo que decirle”. Entonces le pedí que continuara. Él dijo: “Usted se encontrará con algo grandioso a mitad de octubre de este año. Lo sabrá cuando aparezca”. Le di las gracias.

Estaba deseosa de que llegara octubre. El único evento en mi calendario para esa época era la boda del hijo de un antiguo compañero de clase que se iba a casar el día 16.

La boda era en otra ciudad, y tuve que tomar un tren y un autobús para llegar hasta allí. En ese entonces apenas podía caminar y no podía comer más de un bocado a la vez. A pesar de mi mala salud decidí ir a la boda para averiguar qué era aquello tan "importante" que me estaba esperando.

Muchos de mis antiguos compañeros de clase estaban en el banquete de bodas. Se sorprendieron al verme tan pálida y débil. Les hablé sobre mis problemas de salud y de que esta podría ser mi última oportunidad de verlos.

Tres de ellos me miraron, sonriendo. Les pregunté por qué. Uno de ellos me dijo: “No te preocupes, después de que terminemos de comer te vamos a llevar a buscar un libro milagroso. Va a resolver tus problemas”. Les dije que yo no había podido comer mucho durante dos meses.

Al ver cuánto necesitaba que me ayudaran, le pidieron al padre del novio que nos disculpara y me llevaron de inmediato a buscar el “libro milagroso”. Compramos el libro en una librería y luego fuimos a la casa de uno de ellos para ver el video de las conferencias de Shifu en Jinan. Después de pasar toda la tarde viendo el video, yo seguía sin entender de qué estaba hablando Shifu.

Mis compañeros me dieron un plato de comida, y los tres me pidieron que tratase de comer. Estaban seguros de que sería capaz de hacerlo. Probé un bocado tras otro. Pude terminar todo el tazón, ¡y no me sentía mal! Estaba muy feliz y sorprendida de que hubiera sido capaz de comer simplemente porque vi el video. Fue milagroso, pero cierto.

Después de la cena estudié el libro Zhuan Falun con ellos durante un par de horas. En el camino de regreso a la casa de mi primo, me sorprendí al descubrir que podía caminar tan rápido como mis compañeros de clase que eran muy altos de estatura.

Uno de ellos dijo: “Yo solía estar tan débil como tú. Mira lo fuerte que soy ahora”. Otro dijo: “Ella parece estar en peor estado de lo que tú estabas en ese entonces. Dale un poco de tiempo...”, le contesté: “No te preocupes... ¿Quién quiere tomar medicamentos si hay una alternativa mejor”. Me invitaron a ver otra conferencia a la mañana siguiente.

A la mañana siguiente, incluso antes de abrir los ojos, vi algo brillante girando por encima de mi cabeza. Desapareció cuando intenté seguirlo con mis ojos, pero volvió a aparecer cuando cerré los ojos. No fue sino hasta más tarde que me di cuenta de que había visto un Falun girando. Me levanté rápidamente y le di todos mis medicamentos a la suegra de mi primo. Le dije: “No necesitaré esto más”. Resultó ser verdad. No he necesitado más los medicamentos desde entonces.

Fui a ver la siguiente conferencia con mis antiguos compañeros de clase. Mientras miraba el video, la apariencia de Shifu cambió frente a mis ojos: su traje se convirtió en una Kasaya, y su pelo se volvió rizado. El fondo detrás de él se transformó en montañas y ríos.

El color de las manos de Shifu cambiaba de rojo a naranja, amarillo, verde, azul, y púrpura. Después de ver los videos de las conferencias de Shifu durante tres días, toda mi incomodidad había desaparecido. Dije desde el fondo de mi corazón: "¡Qué magnífico es estar libre de enfermedades!".

Después de 15 años de licencia por enfermedad tuve la oportunidad de volver a trabajar. Yo no estaría viva ahora si no fuera por Falun Dafa. No hay palabras para describir mi gratitud a Shifu.

Le digo a toda la gente cuan milagroso es Falun Dafa. Estudio el Fa y hago los ejercicios con diligencia. Varios amigos empezaron a practicar Dafa después de ver lo que me pasó a mí.

Mi jefe apoya a los practicantes a pesar de la presión de los funcionarios locales

Después de que comenzó la persecución a Falun Gong, mi jefe me dijo: “No te preocupes si no puedes hacer tus ejercicios públicamente; puedes venir al patio de nuestra oficina para hacerlos. Está bien que los hagas aquí”.

Mis colegas dijeron cosas como: "No pasa nada si otras personas renuncian [a Falun Gong], pero tú tienes que seguir. No te vimos durante tantos años. Es tan bueno verte por aquí”.

Todos ellos pueden dar testimonio de lo mal que estaba mi salud y del gran cambio que experimenté.

Seguí estudiando el Fa en casa y en el trabajo. Varios de los nuevos practicantes se unieron a mi estudio del Fa. Un día la policía fue a mi lugar de trabajo para investigarme. El director de nuestra compañía se negó a cooperar con ellos. Él los echó, diciéndoles: “No vuelvan nunca más”. Nadie más me ha ocasionado problemas.

Los miembros de nuestro comité residencial (un organismo de gobierno local responsable de la seguridad pública local y de la resolución de conflictos entre los residentes) también han sido de gran apoyo.

Han protegido en silencio a los practicantes de Falun Dafa durante todos estos años. La directora de nuestro comité residencial me llamó después de que hice una gran donación de ropa de abrigo para una zona de desastre. Me dijo: “Estoy muy agradecida de que ustedes (los practicantes de Falun Dafa) sean gente tan amable”.