Los practicantes de Falun Gong en Francia, organizaron una campaña para recoger firmas el 18 de agosto de 2013, en la plaza de los Derechos Humanos en París, para poner fin al delito de la sustracción de órganos a practicantes vivos de Falun Gong por el partido comunista chino (PCCh). La campaña que ha sido establecida por Médicos contra la Sustracción Forzada de Órganos (DAFOH) recibió mucha atención y apoyo de todo el mundo.

 

Los transeúntes leen la información que concierne a la persecución de Falun Gong (PCCh) en la plaza de los Derechos Humanos.

 

La gente firma la petición que condena el crimen de la sustracción de órganos por el régimen comunista chino.


Después de conocer la práctica inhumana de sustracción de órganos a practicantes vivos de Falun Gong y otros presos de consciencia, un ginecólogo dijo que estaba sorprendido que estos crímenes atroces tuvieran lugar hoy en China en el contexto de la "prosperidad" y "desarrollo económico".

Él añadió: "Nunca pensé, en mi reciente viaje a China, ni imaginé que tales atrocidades estuvieran ocurriendo allí".

"Estoy en contra de todas las formas de persecución", dijo al firmar la petición. "Está bien que las personas puedan donar sus órganos, si así lo desean, pero nadie puede hacerlo sin su consentimiento y menos aún, negociar con ello".

Un practicante explicaba que hace unos años, la ex esposa de un cirujano chino reveló que su marido había extraído córneas a practicantes vivos de Falun Gong en China, durante muchos años. El médico al oír esto se sorprendió visiblemente.

Mientras que una pareja francesa firmaba la petición, el marido dijo que muchos países no se atreven a hacer nada que pueda ofender a China.

"Su silencio frente a tales violaciones de los derechos humanos es ser cómplice de estos crímenes", dijo.

La pareja animó a los practicantes a continuar con sus esfuerzos de concientización y les dijo que esperaba que sus firmas pudieran ayudar a producir un cambio para acabar con la persecución.

Dajia, de Argelia, que pasaba por el lugar acompañada de sus hijos, también firmó la petición. "Estoy sorprendida de que algunos miembros de la sociedad china se enriquecen explotando a los demás. ¡Esto es horrible! Espero que este régimen totalitario cambie un día".

A lo largo de la jornada, mucha gente solidaria animaba a los practicantes a continuar en sus esfuerzos de acabar definitivamente la persecución.

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