[Minghui Net] Asistí por primera vez a una lección de Shifu a principios de julio de 1993 y luego a otras dos en 1994. Tengo 74 años y me he cultivado en Falun Dafa por 20 años.

Al comenzar a practicar, me sentía sereno y cómodo. Estudiaba las lecciones de Shifu, hacía los ejercicios y cultivaba mi xinxing diligentemente. Estaba inmerso en el Fa y difundía el Fa activamente. Compré entradas de las lecciones de Shifu para muchos de mis colegas y los alentaba a practicar Falun Gong.

Fui a zonas rurales a mostrarle los videos de las lecciones de Shifu a los campesinos. En algunos pueblos no había televisión ni equipo de video, así que llevaba los míos. Algunos tenían dificultades financieras, así que les regalé los libros de Dafa. Llevaba nuevos artículos de Shifu a practicantes incluso teniendo que pedalear docenas de kilómetros en bicicleta con otro practicante. No nos sentíamos cansados luego de esos largos viajes, aunque salteáramos el almuerzo. A veces coordinaba con practicantes para ir a zonas rurales para difundir el Fa para que los campesinos tuvieran la oportunidad de obtener el Fa.

 

Acoso constante de las autoridades.

Incluso antes de que el partido comunista chino (PCCh) persiguiera abiertamente a Falun Gong en 1999, las autoridades ya habían comenzado a acosar a los practicantes mediante recursos comunes. Dos agentes vinieron a nuestro sitio de práctica en 1998. Uno de ellos, uniformado, era de un distrito cercano. Intentó pasarse por devoto y me formuló muchas preguntas. Cada vez que hablaba conmigo quería visitar mi casa. No creí que fuera practicante, así que no acepté.

Otra mujer de unos cuarenta años intentó impresionarme usando referencias religiosas y con frecuencia pedía un video de las lecciones en el exterior de Shifu. También quiso saber dónde vivía. Un día golpeó a mi puerta, pero no le abrí y le pregunté porqué había venido. Me dijo que quería ver los videos de Shifu. Luego de que me negué, escuché que el hombre que la acompañaba le decía: “Viste, sospecha de ti. Puede ver a través tuyo”. En dicho ambiente, intenté hacer lo mejor para salvaguardar al Fa.

Al comienzo de la persecución en julio de 1999, el PCCh utilizó sus medios usuales de mentira y propaganda para incitar el odio contra Shifu y Falun Gong. Lamentablemente, mucha gente creyó las mentiras. Sentí una profunda tristeza en mi corazón por la difamación del PCCh y sabía que debía defender la dignidad de Dafa. Empecé a contarle a la gente sobre Falun Gong y la persecución.

Los oficiales de la oficina 610, de la comisaría, de la comisaría local, de mi unidad de trabajo y del comité comunista me amenazaban, acosaban y seguían todos los días.

Oficiales de la comisaría local confiscaron mi computadora, televisor, video, todo mi dinero y otros bienes personales. A los gritos me pedían que les entregara mis materiales de Falun Gong, y uno de ellos dijo: “Tu gente de Falun Gong planea ir a Jingshan en Beijing a empezar una sublevación y suicidarse masivamente”. Les clarifiqué los hechos y les dije: “Nuestro Shifu dijo que suicidarse es un pecado. Un practicante genuino nunca se suicidaría”.

Un día, la policía me hizo una visita inesperada, y preguntó: “¿Van a tener otra reunión?”. Les pregunté seriamente: “El partido comunista dice que debes buscar la verdad en los hechos. ¿Hacen eso realmente? ¿Por qué fabrican mentiras sobre Falun Gong?”. Mis colegas de trabajo intentaron obligarme a escribir un supuesto “informe de pensamiento”. Pero les dije que renunciaría al partido si me obligaban a hacerlo.

El teléfono de mi casa estaba intervenido, y un día cuatro oficiales vinieron a mi casa a preguntar porqué mi teléfono estaba desconectado. Les dije que no era de su incumbencia. Sin decir nada, me empujaron y requisaron la casa rápidamente. Cuando se fueron revisé cada rincón para asegurarme de que no habían dejado dispositivos de espionaje.

 

Resistir la persecución con pensamientos rectos.

En el momento en el que Shifu nos pidió que enviáramos pensamientos rectos para limpiar los elementos de las viejas fuerzas, sentí una especie de alivio al poder hacer algo activamente para detener la persecución. Sufrí la persecución durante la revolución cultural, y albergaba un fuerte odio en mi corazón contra el PCCh. Cuando enviaba pensamientos rectos, quería eliminar todas las viejas fuerzas de una vez, con odio en mi mente. No era racional y pensaba que la persecución había sido planeada por seres en esta tierra. Así que cada vez que enviaba pensamientos rectos, lo hice con mucho odio y resentimiento hacia aquellos que torturaban a los practicantes. No tenía compasión alguna.

Ahora entiendo que tenía la actitud de “ojo por ojo” y estaba consciente sobre los elementos de las viejas fuerzas que manipulaban a quienes persiguen a los practicantes. Shifu dijo:

¿Qué pueden hacer los humanos contra los dioses? Si no hubiese factores externos, ¿qué se atreverían a hacer los humanos contra los dioses?" (“En la rectificación del Fa se necesitan pensamientos rectos, y no corazones humanos”)

Mediante el estudio constante del Fa y la cultivación diligente, me volví más lúcido sobre el propósito de enviar pensamientos rectos y nuestra misión.

 

Validando el Fa

Después de que comenzó la persecución, junto a practicantes de mi familia imprimimos una gran bolsa de materiales para clarificar la verdad. Les pusimos remitente y las llevábamos al correo en bicicleta. Poníamos varias cartas en cada buzón de correo en la calle. Cada vez que salía a distribuir materiales, temía que me atrapara la policía. Un día, comencé a distribuir material comenzando desde el séptimo piso de mi edificio, y seguí hacia abajo. Cuando llegué al segundo piso, me encontré con un conocido. Lo saludé con calma y no sospechó la razón por la que me encontraba allí. Mi miedo empezó a desaparecer lentamente.

Aunque sentía miedo, siempre recordaba que soy un practicante. Salvaría a seres conscientes usando la sabiduría que obtuve gracias a Dafa. Cuando iba a distribuir materiales a un lugar desconocido, me familiarizaba con las calles de antemano, dónde entrar y dónde salir. A veces me iba hasta la costa en bicicleta y dejaba materiales en el canasto de las bicicletas de los pescadores. Descubrí que las paradas de ómnibus era buenos lugares para aclarar los hechos porque allí la gente tenía tiempo mientras esperaba el ómnibus.

Al mejorar en la cultivación me di cuenta que tenía el pensamiento de diferenciar a la gente en base a su apariencia. Si se veían bien para mi, les aclaraba los hechos. Un día, una persona con un ojo vizco y otra con problemas de piel me preguntaron direcciones, les expliqué cómo seguir camino y los dejé seguir. Me arrepentí mucho luego. Esas personas estaban predestinadas por Shifu para ser salvadas, pero arruiné su oportunidad.

Shifu dijo:

Salvar a la gente es simplemente eso, salvar gente, y elegir y seleccionar no sería misericordioso” (“Enseñando el Fa en el Fahui internacional de Gran Nueva York 2009 “).

Aprendí las lecciones de esas situaciones, y me volví más estricto con mis pensamientos y nociones al clarificar los hechos a la gente. Me volví mas diligente en mi camino de cultivación.

Shifu dijo:

Es por esto que los Dafa dizi tienen que aclarar la verdad; el propósito es disolver las mentiras de la maldad, reconocer el verdadero rostro del partido comunista, limpiar y eliminar los pecados del hombre contra los dioses y fo, y así salvar la gente del mundo” (“La finalidad de aclarar la verdad  ”).

Al hablar con las personas sobre Falun Gong, les dejo en claro la situación para que puedan ser verdaderamente salvados. Muchas personas renuncian al PCCh cuando hablo con ellos.

Intenté aclararle los hechos a uno de mis familiares varias veces, pero aún no cree en lo que digo. Tiene fuertes pensamientos ateos y dijo que yo era “anti-comunista”, y que me iba a denunciar a la policía. No me sentí movido. Miré hacia adentro y me di cuenta que al no cultivarme bien, no lograba eliminar los elementos de las viejas fuerzas que evitaban que él sea salvado.

 

Lo que aprendí en estos veinte años

Con la misericordiosa protección de Shifu he sido muy decidido en mi cultivación en los pasados veinte años. Por el Fa sé que debo considerarme dizi todo el tiempo, pensar que soy dizi, tener el Fa en mi mente a cada momento, y hacer todo en base a los principios de Dafa. No debo perderme en el laberinto humano ni bajar mis exigencias. Cuando mejoro mi xinxing y hago las cosas correctamente es porque Shifu nos está cuidando. Cuando hago las cosas mal, es porque no estudio el Fa bien y mis nociones evitan que mejore. Sé que aún tengo muchos apegos. Pero tenemos a Shifu y al Fa. Me cultivaré diligentemente, mejorando al mirarme hacia adentro e intentaré alcanzar el estándar que Shifu nos ha fijado.

 

 

Versión en español: http://en.minghui.org/html/articles/2013/8/20/141618.html