Llegué al punto culminante de mi vida en la Pascua de 2012. Finalmente mi búsqueda terminó. La búsqueda de toda la vida había culminado.

Estudié matemáticas, física y filosofía. Después de titularme conseguí trabajo de profesora sustituta de matemáticas y física. Sin embargo, mi yo verdadero sentía que debía haber algo más en la vida, por eso me esforcé por tomar un curso de escrituras bíblicas hebreas en una universidad, iba a los cursos antes o después de impartir mis clases.

Tuve una grave neumonía que casi termina con mi vida, debido a la sobrecarga de mis clases y el curso de escrituras. Había perdido la fe en los médicos y en la ciencia, por eso me negué a tomar medicamentos y en su lugar sólo comía productos naturales crudos.

Cuando recuperé la salud, trabajé como científica en un centro de investigación. En ese tiempo me esforzaba mucho, pero me sentía desfasada y había perdido el sentido de la vida, para mí no tenía sentido sentarme diariamente frente a una computadora para predecir dónde y cuántas personas pueden vivir 20 años más.

Antes de terminar mi periodo de prueba sentía mucho estrés, por eso renuncié, aunque sabía que afectaría mi vida de manera significativa pues me bloquearían en caso de querer trabajar en un organismo del gobierno. Escribí una carta de despedida a mis 800 compañeros de trabajo, aunque en retrospectiva me hubiera abstenido de hacerlo porque era muy egocéntrica, en la carta afirmaba que la ciencia no ayudaría al avance de la humanidad.

Durante un mes estuve en el limbo, a diario comía sólo lentejas, pudin y recogía hierbas en el bosque. En ese mes, me di cuenta que ya no tenía trabajo, que me había engañado yo misma durante los últimos tres años. En esos años, tuve la creencia de que vivir una dieta vegetariana estricta ayudaría a sobreponerme a enfermedades y a tener éxito en mi búsqueda del sentido de la vida. Sin embargo, no pasó nada.

Durante la Pascua de 2012, un mes después de presentar mi renuncia, me encontraba al final de la cuerda. Había renunciado a todo lo que en el pasado tenía claro. ¿Cómo iba a poder seguir? Mientras estaba en la cama, rogué y pedí a los que me escuchaban que me ayudaran.

Busqué en Internet la palabra “iluminación” y encontré un artículo. Poco después, estaba absorta en el discurso de una conferencia que negaba todo lo que tenía entendido hasta ahora. Fue la Conferencia de Intercambio de Experiencias de Beijing 1996.

Me decía que no había un solo dios, sino muchos dioses en diferentes niveles. Entonces leí de ¡los 3,000 mundos en un grano de arena! Lo que no me sorprendió en absoluto. En aquel entonces, pensé que se trataba de una percepción. También llegué a comprender que lo que ven los ojos no es real, en realidad la física moderna lo confirma. Estaba estupefacta porque había encontrado el Fa, pero aún ahora debo tener cuidado en no analizar el Fa desde mi conocimiento científico.

No puedo expresar mi profunda gratitud a Shifu, él me salvó la vida. Ahora mi vida es para xiulian.

En una semana, no dejé de leer y leer todo el libro Zhuan Falun. En retrospectiva, nada podía molestarme, porque había renunciado a mi ego y no pedía nada.

Poco a poco volví a una vida humana normal. Me puse en contacto con un practicante de mi ciudad que me enseñó los ejercicios. Ese verano fui todos los días al parque a hacerlos. Fue de mucha ayudar practicar con un dizi veterano. Él fue el primero en hacerme consciente de enviar pensamientos rectos. Una vez, sentí mientras meditaba con él que me estaba elevando. Esto reforzó mi creencia en el Fa.

Me ofrecieron meses después, sin ningún esfuerzo de mi parte, un trabajo en una ciudad lejana y tuve que mudarme. Me deshice de muchas de mis posesiones. Quería integrarme y volver a la vida de un científico para poder salvar seres conscientes.

Los primeros meses me sostenía mi inicial entusiasmo por el Fa, todo era tan fácil, aunque no pude abrir algunos documentos relacionados con la prueba para Shen Yun, la hice sin haberme preparado mucho. Se debía a que estaba sumergida y dedicada al Fa.

Los problemas comenzaron cuando salí a la cafetería con un colega que apenas conocía. Quería que habláramos, pero tartamudeaba y se puso rojo, poniendo punto final a nuestra conversación. Luego, siguieron ocurriendo estas situaciones extrañas y pensaba que estaba enamorado de mí y yo de él. No podía hablar cuando iba a conversar con él en su oficina. Todo el piso se saturaba del perfume que él llevaba. Tenía la impresión de que Shifu me había enviado al hombre que compartiría mi vida y que estaba destinada a casarme con él.

Apenas podía trabajar y perdía la concentración, pensé que mis emociones humanas eran aún muy fuertes. Dos meses después, me di cuenta que así era la vida y una prueba para eliminar las emociones humanas. No necesariamente era un deseo erótico. Mi verdadero yo lo sabía mejor, y mi corazón estaba avergonzado por mis fuertes sentimientos, pero no podía hablar con nadie de esto.

Estudié el Fa con una practicante de otra ciudad, lo que me dio ímpetus para hablar de mi problema. Ella dijo: “Tienes que abandonar tus emociones humanas”. Yo sabía que tenía razón pero no quería.

La Navidad llegó, después de la cual me tomó dos semanas olvidar. Durante esas semanas sufrí un dolor fuerte y estaba muy deprimida. Luego, mi mente volvió a la normalidad. Comprendí que el dolor era una ilusión. Seguí leyendo el Fa diligentemente para escapar de la trampa mortal llamada emociones. Aproveché cada oportunidad de leer con los practicantes por Sonant, pero esto fortaleció otro apego, como un halcón miraba el reloj. Tenía que estar a las 8 p.m. en una sala de chat y luego a las 9 p.m. en otra.

Mi corazón no estaba tranquilo y sentí que no podía vivir sin los demás practicantes de esta ciudad.

Un practicante veterano también sugirió que era importante leer solo para entender el Fa con mayor profundidad. La lectura por Sonant no necesariamente es la solución de todos los días. Además, el pensamiento de tener que leer con los demás y no poder hacerlo sola se convirtió en otro apego. Me di cuenta que debía hacer todo sola, no significaba que dejaría de leer con los demás, sino eliminar el apego. Así comencé mi lectura del Fa y la práctica de vez en cuando sola.

Luego, hubo muchos trastornos durante la temporada de invierno que no pude entender. Está escrito en Zhuan Falun que no reconozcamos una interferencia cuando la enfrentamos por primera vez. Durante horas, las tuberías de calefacción hacían ensordecedores ruidos que imposibilitaban leer en Sonant. Era difícil concentrarse sola para leer el Fa. Además, estaba involucrada en muchos proyectos de Dafa que me mantenían ocupada, y me alejaron de llevar el Fa a la gente donde vivía.

Era hiperactiva en los proyectos de Shen Yun y NTD. Estaba ocupada por cubrir algo que tomaba mucho tiempo para lograrlo. No estaba interesada en hacerlo bien como colaboradora de un equipo científico porque las tareas eran aburridas. Además, el trabajo en la computadora era cansador. Simplemente no tenía pensamientos rectos en mis deberes. En realidad quería ahora ser parte de NTD,  y así demostrar mi valía. Mi trabajo no permitía ponerme a prueba porque quería mostrar bien el Fa, estaba profundamente desgarrada.

En la mañana, traducía noticias para NTD, hacía algo de comer y luego corría a mi trabajo, que estaba lejos de donde vivo. ¿Estaba mi vida tomando su curso? Estaba tan cansada que a veces no podía pensar en el trabajo. Tras el cambio de horario de FZN de la mañana dormía unas 5 horas. Para ser honesta, me sentí aliviada cuando me dijeron que NTD ya no produciría noticias en Alemania. Por supuesto, quería ayudar a Shifu a rectificar el Fa, pero todo debe seguir su propio curso. Me excedí en mi xiulian. Aún quería conseguir algo.

Esa noche, cuando me di cuenta de mi deficiencia, sentada en posición de loto pude soportar el dolor, antes sólo podía soportar 2 minutos. De repente, me senté durante 30 minutos y el dolor disminuyó un poco después de un rato.

La parte del jingwen “Los Dafa dizi tienen que estudiar el Fa” me ayudó a recuperar el juicio:

“Algunos, una vez que se encuentran con problemas específicos ya no los pueden superar, solo quieren estar contentos y no buscan en sí mismos durante los conflictos, incluso no admiten que están errados cuando están equivocados. Si no te cultivas a ti mismo, ¿cómo me asistes a rectificar el Fa? ¿Cómo te uso?  Si durante todo el día, lo que te topas son todos asuntos felices, al ayudar a Shifu a rectificar el Fa también hay que darte cosas felices para hacer, y si lo que dices es lo que cuenta y se te toma a ti como el centro, entonces quieres hacerlo”.

 

Shifu me ha dado tanto. Quiero cultivar de manera abierta y sincera, llevar el Fa a mi nueva ciudad.

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