[Minghui Net] Me considero bastante puro en cuanto a las relaciones entre hombre y mujer. Por lo tanto, no me examinaba a mí mismo en este tema cuando estudiaba el Fa. Sin embargo, después de leer la colección de artículos “Deshacerse del apego a la lujuria y al deseo” en el sitio web Minghui.org, me di cuenta de que tenía oculto el apego a la lujuria, que fue arreglado por las viejas fuerzas desde que era pequeño. Me ha causado tribulaciones en los últimos años y me arrastró hacia abajo en mi cultivación en los momentos cruciales. Quiero exponerlo hoy para que otros practicantes puedan aprender de la lección.
Nací en una familia ordinaria china en la década de los 1950. A medida que fui creciendo, tuve mucha curiosidad sobre el sexo y desarrollé un hábito voyerista. A fin de satisfacerme a mí mismo, empecé a masturbarme. Cuando crecí un poco más, miré novelas pornográficas. En la década de 1990, vi videos pornográficos. Sin lugar a dudas, estas cosas fortalecieron mis malos pensamientos.
Después de casarme, esos pensamientos no saludables se despejaron poco a poco y olvidaron, y he sido fiel a mi esposa. En la sociedad, donde la moral ha dado un dramático descenso, me adhiero a la moral tradicional bajo cualquier circunstancia. Como nunca me involucré en ninguna conducta sexual inmoral, me consideraba una persona justa. Sin embargo, ahora entiendo que no eran más que actos superficiales. Mi verdadero yo estaba muy contaminado por la sociedad humana corrupta. Mi apego a la lujuria y al deseo estaba profundamente oculto y encubierto.
Desde que comencé a practicar Falun Gong, mi visión del mundo ha cambiado dramáticamente. Fui purificado tanto física como espiritualmente. Libre de enfermedades, me sentía ligero y feliz. Siempre consideraba a los demás primero y era amable con la gente. Ya no aceptaba ningún tipo de sobornos y trabajaba muy duro. Además, me deshice del hábito de fumar y beber. Me preocupaba por los demás y era respetuoso con mis padres. Como resultado, todo el mundo que me rodea, dijo, "Falun Gong es verdaderamente maravilloso. Esto cambia completamente a una persona". Sin embargo, la persecución comenzó pronto. Dafa fue atacado y calumniado. Los seres conscientes fueron engañados por las mentiras y los practicantes amables fueron torturados.
Por hablar una de manera justa sobre Dafa y esclarecer la verdad sobre Falun Gong, he sufrido repetidas detenciones y finalmente me vi obligado a abandonar mi casa para evitar mayor persecución. Más tarde, fui sentenciado a siete años de prisión. En la cárcel, los perpetradores del PCCh, agotaron todo tipo de métodos para forzarme a renunciar a mis creencias. Me privaron del sueño, colocaron bolsas de plástico sobre mi cabeza, me esposaron a la espalda, me colgaron, vertieron agua fría sobre mí, me golpearon, me pusieron en confinamiento solitario y era vigilado por prisioneros designados. Frente a estas adversidades, creí firmemente en Shifu y Dafa. Inicié una huelga de hambre varias veces y aún seguía siendo compasivo con los demás. Le esclarecía la verdad a los reclusos y guardias y les pedía que renunciaran a las organizaciones del PCCh. Mientras tanto, persistí en memorizar y estudiar el Fa, haciendo los ejercicios y mandando pensamientos rectos. Con la protección compasiva de Shifu, fui capaz de salir de la cárcel.
Al regresar a casa, no estudié bien el Fa y no miré hacia dentro buscando la razón fundamental por la que fui encarcelado. Por lo tanto, miraba hacia afuera cuando surgían conflictos. Cuando otros practicantes decían que me había cultivado bien, estaba muy feliz. Mis apegos finalmente salieron a la superficie: apego a la alegría, a ostentar, celos y ser resistente a la crítica. Mientras todos mis apegos se hicieron más y más evidentes, los apegos a contender y a la lujuria quedaron particularmente expuestos. No podía estudiar el Fa y hacer los ejercicios diariamente. Cuando enviaba pensamientos rectos, a veces me quedaba dormido y mi palma no estaba recta. Los conflictos con mi esposa y otros practicantes dieron lugar a disputas y peleas. No miré hacia adentro; en lugar de ello, miraba hacia el exterior. Como resultado, las viejas fuerzas una vez más tomaron ventaja de mis brechas. Fui arrestado por la policía de la oficina 610 local. Frente a la tortura brutal y siendo impulsado por el miedo, fui "transformado". Después de volver a casa, estaba desesperado e incluso había perdido confianza en continuar mi cultivación. Me lamentaba de haber manchado a Falun Gong y causado pérdidas a Dafa. Sin embargo, el compasivo Shifu sostuvo el enorme yeli para mí, así que tuve la oportunidad de empezar desde el principio. Shifu también me dio pistas en sueños y me animó a levantarme de donde caí. Sabía que Shifu no se daba por vencido conmigo y seguía observándome. A menudo derramé lágrimas de gratitud. Recuperé mi confianza y coraje. Una vez más, empecé a estudiar y memorizar el Fa calmadamente, miré dentro para deshacerme de mis apegos y aumenté el envío de pensamientos rectos para eliminar a los seres malignos.
Después de un tiempo, mi xinxing mejoró mucho. Sin embargo, algunos apegos todavía afloraban, incluyendo algunas nociones malas. En particular, sentí que mi apego a la lujuria y el deseo eran difíciles de eliminar. Y fue aún más fuerte que antes de empezar a practicar Falun Gong. Fui severamente interferido por un fuerte deseo. Aunque mi esposa y yo no habíamos tenido relaciones sexuales por más de un año, mi deseo era más fuerte que antes. Me sentía realmente miserable. "No importa cuán difícil sea, no lo volveré a hacer. Debo deshacerme de mi deseo”. Fue entonces cuando descubrí la razón fundamental por la que había sido encarcelado. Shifu me había dado a entender que debía desenterrar la raíz del problema. En el pasado, un compañero practicante me envió la colección de artículos "Cultivando lejos del apego al deseo y la lujuria". Me negué a leer porque me consideraba muy bueno en este sentido y nunca tuve un mal comportamiento. En retrospectiva, Shifu me estaba dando una pista para encontrar la razón fundamental de mi encarcelamiento. Sin embargo, me negué a verlo muchas veces, pero una vez más, Shifu me dio una pista. Tan pronto como encendí la computadora, vi la colección de artículos "Cultivando lejos del apego al deseo y la lujuria" en el sitio web Minghui.org. Leí todos ellos. Me conmoví después de leer el artículo titulado "Mi lección: el peligro de mantener el apego al deseo y la lujuria". La experiencia del autor era muy similar a la mía. Había una razón más profunda por la que tuve dificultad para deshacerme de este apego. El autor me ayudó a desenterrar mis pensamientos sucios ocultos. Ellos no eran míos, eran seres corrompidos impuestos sobre mí. Ellos eran la razón por la que había sido torturado en varias ocasiones. Estaban cubiertos y escondidos por mí. Era como Shifu dijo:
“Pero deberías ser realmente responsable de ti mismo y deberías rechazar especialmente esos pensamientos. Estos te están dañando, te están pidiendo que hagas cosas que no son humanas, y te están arrastrando hacia el infierno. Sin embargo, la gente con mentalidades torcidas todavía cree que esto es parte de ellos mismos”. (Exponiendo el Fa en el Fahui del Oeste de los Estados Unidos).
Shifu también dijo:
“Dado que el hombre está perdido entre la gente común, a menudo en medio de los pensamientos se produce un tipo de intención por fama, beneficio material, lujuria, ira, etcétera, la cual se emite y, con el tiempo, forma un poderoso yeli de pensamiento. Como en otros espacios todo tiene vida, asimismo la tiene el ye”. (“La conciencia principal debe ser fuerte”, Zhuan Falun, Lección Sexta)
Durante mucho tiempo, no le presté atención a mis apegos ocultos. Incluso me consideraba mejor que otros en este sentido. Shifu dijo,
“… hay algunos que aún se juzgan a sí mismos con el estándar moral caído y se consideran mejores que otros; esto es porque incluso el criterio para evaluar ha sufrido cambios. No obstante, no importa cuánto cambie el estándar moral de la humanidad, la característica de este universo no cambia y es el único criterio para evaluar si una persona es buena o mala” (Zhuan Falun, Lección Primera).
Aunque había practicado durante más de diez años, sólo me concentré en la formalidad superficial y fallé en cultivarme verdaderamente. En lugar de conformarme al estándar del Fa, traté de ocultar mis apegos. Es exactamente como dijo Shifu:
“… tienes que ser responsable contigo mismo en la cultivación, y debes cambiarte genuinamente a ti mismo y soltar las cosas malas a las que estás apegado desde lo profundo de tu ser; sólo eso es librarse genuinamente. Si aparentas hacerlo todo bien en la superficie pero muy dentro de ti aún guardas y te aferras a las cosas que no sueltas, eso es absolutamente inaceptable”. (Exponiendo el Fa en el Fahui del Oeste de los Estados Unidos).
Mientras tanto, tuve un entendimiento más profundo de las palabras de Shifu:
“Dafa dizi: dije largo tiempo atrás que la lujuria es un obstáculo fatal para un cultivador que se deja mover y llevarse demasiado y fuertemente por este qing. Ni siquiera puede desprenderse de esta pequeñez. Cuando en aquel tiempo al comienzo las viejas fuerzas arreglaron ponerlos tras las paredes de la prisión en China continental, parece que sólo bajo tales circunstancias ellos se corregían a sí mismos, ¿verdad? Las viejas fuerzas piensan: veamos cómo te comportas en tal ambiente brutal. ¿No eres así debido a tu vida demasiado cómoda? Todos aquellos que no eliminan sus apegos y tratan de encontrar excusas, están simplemente engañándose a sí mismos. No he hecho ningún arreglo especial para ti” (Exponiendo el Fa en el Fahui del Oeste de los Estados Unidos, 2004).
Cuando leí este párrafo en el pasado, no me di cuenta de que Shifu se dirigía a mí. Ahora tengo un entendimiento diferente. Si verdaderamente me cultivo en Dafa, ¿cómo puedo seguir manteniendo esos pensamientos sucios en el fondo de mi corazón? ¿Cómo puedo ser controlado por ellos? Incluso si las viejas fuerzas habían arreglado esto para mí, tengo que rechazarlo por completo y desintegrarlo. Sólo puedo caminar el camino arreglado por Shifu. También me di cuenta de la importancia de eliminar el apego al deseo y la lujuria. En el pasado, siempre he pensado que las viejas fuerzas sólo se aprovecharon de las brechas de los practicantes que habían cometido un comportamiento inapropiado. Ahora, sé que es muy peligroso si uno no ha dejado fundamentalmente el apego al deseo y la lujuria. Tenemos que eliminar activamente este pensamiento sucio. La causa principal es no estudiar bien el Fa.
Cuando me iluminé verdaderamente a los principios del Fa y dejé ir mis apegos, mi cuerpo físico cambió mucho. Ya no tengo esos deseos y otros pensamientos sucios. Me siento en completa calma en mi corazón. Creo que Shifu quitó las malas sustancias de mi cuerpo.
Para los practicantes que tienen experiencias similares, por favor sean responsables consigo mismos y con todos los seres conscientes. Por favor, sean dignos de la compasiva salvación de Shifu.
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Categoría: Mejorándose uno mismo