[Minghui Net] Comencé a practicar Falun Gong en 1998. Entre las pruebas y tribulaciones que he atravesado en mi camino de cultivación, hubo una prueba que no podía pasar. Cuando intentaba hablar con la gente sobre Falun Gong, me sentía desconectado del cuerpo de practicantes. No sabía por dónde empezar, y me preocupaba cuando veía la fuerza de los pensamientos rectos con la que los practicantes clarificaban la verdad. Cuando compartí con los practicantes, algunos sugirieron que tal vez podría hacer otro trabajo para Dafa que no involucrara este tipo de contacto cara a cara. Dijeron que el camino de cultivación de cada Dafa dizi era diferente y que no necesariamente tenía que clarificar la verdad cara a cara. Me sentí aliviado por sus palabras pero no creía que realmente esto diera con los requisitos que Shifu tiene para los practicantes de la Rectificación del Fa. 

En marzo de 2013 me tomé un par de días del trabajo. Fui a Pittsburg para ayudar a clarificar la verdad allí. Al segundo día, me sentía muy cómodo hablando con la gente. En el camino a casa en el auto, compartí mis experiencias con los practicantes y descubrí cuál era mi problema.   

Shifu dijo: 

“El cosmos en el pasado estaba basado en el egoísmo. Tomemos al hombre como ejemplo: cuando llega a un momento crucial él realmente no podrá preocuparse más por los demás. Cuando empecé la rectificación del Fa, algunos dioses me dijeron, “usted es el único que se involucra en los asuntos de otros”. Sé que ustedes encontrarán esto difícil de creer, porque ustedes son seres altruistas creados por Dafa que tienen papeles en la rectificación del Fa y se han iluminado de verdad. Si yo no lo hubiese hecho, al final de la historia todas las vidas hubiesen acabado. Cuando un ser es considerado hacia los demás al hacer las cosas y manifiesta tolerancia en el proceso, es porque su punto de partida es generoso” (Exponiendo el Fa en el Fahui Internacional de Nueva York, 2004).

Entendí por qué no podía clarificar la verdad a la gente y qué es lo que me separaba de ellos. Era egoísta y desconsiderado. No pensaba en otros y solo pensaba en mí. 

Cuando estaba hablando con la gente sobre Falun Gong en Pittsburg, tenía buenos pensamientos hacia ellos. Cada vez que encontraba a una persona nueva, tenía ganas de saludarla y hablar con ella. Me sentía cercano con cada uno de ellos desde lo profundo de mi corazón. No importaba cómo reaccionaban ellos conmigo, solo tenía buenos deseos hacia ellos. Con este marco de pensamiento me resultaba muy fácil clarificar la verdad. Me sentía conectado con la gente y los resultados eran buenos. 

Cuando me iluminé al apego fundamental al egoísmo, comencé a preocuparme por otros y atesoré la oportunidad predestinada de estar con ellos. Todo mi ambiente cambió y empecé a tratar bien a los demás. No me sentía más indefenso, antes no podía abrir la boca para hablar sobre Falun Gong. Tenía la certeza de que podría disolver todos los elementos negativos de las viejas fuerzas a mi alrededor cuando surgían mi compasión y sabiduría. Me sentía cercano a los demás, y como resultado, las oportunidades para aclarar la verdad que tenía eran interminables. 

Antes nunca había socializado con mis colegas en el trabajo. Hacía bien mi trabajo y me iba. Pero al regresar de Pittsburg, todo era distinto. Me sentía cercano a mis colegas tan pronto como los veía y los saludaba con mucha alegría. Les conté sobre mis actividades en Pittsburg, y les clarifiqué la verdad. Ahora, naturalmente me río y hablo con ellos todos los días. Algunos han expresado su interés en aprender Falun Gong. 

Mi esposa sufrió mucho mi egoísmo y ahora es muy fría conmigo. Solía quejarse de que yo no prestaba atención a la higiene o a mi vestimenta. No le prestaba atención a sus comentarios seriamente y simplemente pensaba que ella no podía verme. Me parecía que yo la trataba bien y su indiferencia me lastimaba. Reaccioné pobremente. Pero después de regresar de Pittsburg, me di cuenta de mis errores. Ahora uso corbata para ir al trabajo todos los días, y mis colegas se sorprendieron. Le presto más atención a mi esposa y dejé ir el miedo de hacerla infeliz. Dejé ir mi egoísmo, y de repente entiendo un montón de cosas inexplicables. 

Solía despreciar a los practicantes que no pasaban las pruebas en la cultivación. Pero después de dejar ir mi egoísmo, quiero tratar a todos los practicantes bien y ser compasivo con ellos. Volviendo a casa todos los días en auto, recuerdo cuánto Shifu atesora a sus dizi. Este pensamiento me hace llorar. 

Shifu dijo: 

“La compasión que muestran hoy nuestros discípulos de Dafa, nunca ha sido lograda anteriormente por ningún ser en su cultivación. Un discípulo de Dafa, una persona de lo más magnífica y compasiva, es la más extraordinaria y la más compasiva en todo ambiente de la sociedad humana y le hace bien a todo ser” (Exponiendo el Fa en el Fahui de los Grandes Lagos de Norteamérica).

Al dejar ir el egoísmo, logré encontrar mi camino verdadero. Espero que todos los practicantes logren seguir el camino de la Rectificación del Fa hasta el final.