[Minghui Net] Recientemente, he prestado especial atención a varias cosas que le ocurrieron a mi hija. Al mirar en mi interior y comprobar si tenía apegos similares, encontré muchos de ellos.

Durante las pasadas vacaciones de verano, mi hija fue enviada con mis suegros. Durante las primeras semanas, estaba todo en orden. Cuando dos niñas más se juntaron con ella hace una semana, pensé que se iba a poner contenta porque podría jugar con ellas. No obstante, lloró mucho cuando fui a visitarla. Jugamos por un rato y luego quiso parar. Entonces seguí jugando con las otras dos niñas y se puso a llorar otra vez.

Durante ese tiempo, mi suegro elogió a las otras dos niñas por ser obedientes y por sus bellos vestidos. Mi hija solo lloró más después de oír esto. Vi sus celos e intenté consolarla, pero no funcionó. Continuaba llorando.

Al ver esta situación y mirar en mi interior, también encontré envidia ocultas dentro de mí.

Cuando mi marido y yo nos casamos, no me agradaban mis suegros. Por tanto intentaba ser lo más considerada posibles con ellos. Sin embargo, siempre he sentido que a ellos les gustaba más mi cuñada (la esposa del hermano menor de mi marido). Siempre decían cosas buenas de ella delante de mí. Después de empezar a practicar, sin embargo, aprendí a ser compasiva hacia los demás y a actuar siempre con tolerancia. De esta manera la situación mejoró. 

Empero un incidente cerca al año nuevo del año pasado, me disgustó de nuevo. Hice casi todo para la preparación y mi cuñada apenas me ayudó. ¿Cómo podían mis suegros tenerla en mayor consideración? Sin embargo, pensando en el Fa, sabía que mi envidia era una prueba. Con mi amplio corazón, no me quejaba. 

Una mañana tenía todo listo cerca de las 10. Pero mi cuñada y sus hijos, aún no se habían levantado de la cama. Estaba muy enfadada y quería desayunar, pero mi suegro me sugirió que esperara hasta que ella y su familia se levantaran. Me disgusté de nuevo. Después, cuando miré atrás, supe que no lo había hecho lo suficientemente bien. En Zhuan Falun, Shifu dice: “Mientras la envidia no se elimine, todos los corazones que la persona ha cultivado y refinado se vuelven muy frágiles. Acá hay una regla: si el hombre, en el curso de la cultivación-refinamiento, no elimina el corazón de envidia, no puede obtener el Fruto Recto, absolutamente no puede obtener el Fruto Recto”.

Por mi hija, también supe de otros apegos escondidos dentro de mí. Un día, mientras veía la televisión, estábamos hablando entre nosotros y nos perdimos la predicción del tiempo. Mi hija estaba enfadada porque había querido verla, pero cuando le dije que ya había pasado, se puso a llorar y se negó a escuchar cualquier explicación.   

Al pensar sobre esto, la impaciencia de mi hija me recordó mis apegos ocultos. Por ejemplo, no siempre fui lo suficientemente compasiva cuando hablaba con los demás, y a menudo perdía la paciencia.

Algunas veces, veía que mi hija era muy persistente con sus opiniones, y me di cuenta de que yo también tenía problemas similares. Por ejemplo, en un tiempo, no hice ningún trabajo particular extensamente. A pesar de que la mayoría de mis compañeros de trabajo habían renunciado al partido comunista chino y a sus organizaciones afiliadas después de que yo les hubiera aclarado la verdad, muchos de ellos no parecían interesados en hablar conmigo, era como si yo no existiera. Antes me sentía incómoda por esto, pero pronto comprendí que esto era debido al exagerado apego a mi ego.

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