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Me he cultivado durante más de 10 años. Aunque me tropecé varias veces en el camino, Shifu nunca se dio por vencido conmigo. Una y otra vez, me sentí inmerso en la ilimitada compasión de Shifu. Me gustaría reportar aquí algunas de mis experiencias de cultivación a nuestro gran Shifu y compañeros practicantes.

1. Rompiendo con las nociones humanas –me sobrepuse a un obstáculo bajo el cuidado de Shifu

El partido comunista chino (PCCh) usó la excusa de las Olimpíadas de Beijing 2008 para perseguir a los practicantes de Dafa. Alrededor de 20 discípulos de Dafa en el pequeño distrito donde vivía fueron secuestrados y enviados para ser “reeducados”, lo cual es en realidad sesiones de lavado de cerebro. El mal les dijo a aquellos que se negaron a escribir declaraciones de “transformación” que serían enviados a campos de trabajo forzado. También fui engañada y enviada a las sesiones de lavado de cerebro.

Ese día recibí una llamada del jefe de sección de mi trabajo. Me pidió que fuera a la oficina tan pronto como fuera posible para asistir a una reunión de emergencia. Inmediatamente me pareció sospechoso, ya que del mismo modo fui engañada y enviada a una sesión de lavado de cerebro en 1999. Cuando recibí la llamada, estaba de compras en el súper mercado con mi esposo. Él estuvo de acuerdo conmigo con que el PCCh quería hacer daño a los practicantes de Falun Gong y me preguntó qué haría. Le respondí: “vamos a casa, no voy a la oficina”.

Al momento en que llegué a casa recibí una llamada en mi celular. Cuando respondí, escuché a un compañero practicante que trabaja en mi oficina sollozando al hablar con nuestro jefe de sección, quien era un cómplice en la persecución. El practicante dijo: “no te llegará nada bueno si me envías a ese lugar”. Inmediatamente me di cuenta que este practicante había sido engañado a ir a la “reunión”, y que estaba tratando de alertarme. Como no tuve suficientes pensamientos rectos en aquel momento para resistir la persecución abiertamente, empaqué mis cosas y me escondí.

En los próximos días, la fuerza del mal dirigió a algunas personas que no entendían la verdad sobre Falun Gong a buscarme. También acosaron a mis familiares con amenazas de trabajo forzado y demás. Como mis familiares no eran practicantes, no pudieron aguantar la presión del mal. Cuando regresé a casa a bañarme y a buscar una muda de ropa, me aconsejaron que cooperara con el mal, y hasta dijeron que una vez que escribiera la declaración de “transformación” todo iría bien. Cuando vi el estado en el que estaban, me sentí incómoda, ya que la mayoría de ellos entendía la verdad y se había beneficiado de Dafa. Pero estaban a punto de perder la confianza en Dafa debido a mi situación actual. Luego pensé sobre mis colegas, parientes y amigos que entendían la verdad. Si no retornaba a trabajar, tendría que dejar la casa y convertirme en fugitiva. La gente común que me conoce podría tener un mal entendimiento de Dafa aun mayor, lo cual no es lo que Shifu quiere. Si mi elección previene que esa gente entienda Dafa realmente, ¿Cuánto daño le traería al trabajo de validar el Fa y salvar seres conscientes? Pensé, debo retornar al trabajo sin nada que esconder, debo eliminar la persecución, validar el Fa, y salvar mejor a seres conscientes. Mi camino en la vida es determinado por Shifu y sólo por Shifu.

Primero decidí encontrar a otros dos practicantes quienes también habían estado evitando su ambiente de trabajo para evitar las sesiones de lavado de cerebro. Quería interactuar con ellos, y disolver completamente el obstáculo de la sesión de lavado de cerebro de una vez por todas. En aquel momento, la lección de Shifu “Enseñando el Fa en la Conferencia de Nueva York 2008” acababa de ser publicada. Al leer la lección de Shifu, pude sentir su ilimitada compasión. Shifu dijo:

“Shifu afirma lo que hacen los Dafa dizi, mientras estén haciendo las cosas con el deseo de validar el Fa y salvar seres conscientes yo afirmo todo lo que hagan. Además, sean mis Fashen o dioses, si lo haces, amplifican este asunto, aun más magnífico, aun más extraordinario, y les asistirán”. (“Enseñando el Fa en la Conferencia de Nueva York 2008”) 

La enseñanza del Fa de Shifu fortaleció mis pensamientos rectos y determinación. Los dos practicantes, junto conmigo, decidieron ir directo al trabajo al día siguiente.

Cuando llegué a casa, la atmósfera estaba muy tensa. Todos mis familiares querían persuadirme para que asistiera a una sesión de lavado de cerebro, para que no fuera enviada a un campo de trabajo forzado o despedida del trabajo. Mi esposo hasta dijo fríamente: “¡Ya no le importas a tu Shifu!” Le respondí calmada y firmemente: “Voy a mostrarte cuánto le importo a mi Shifu”.

Aunque quería ir a trabajar, muchas de mis nociones humanas, acumuladas con el pasar de los años, comenzaron a surgir incesantemente. Por ejemplo, cuando estaba dejando la casa, comenzaba a pensar que debería traer un celular con libros digitales adentro, ya que si me encerraban todavía podría estudiar el Fa. Apenas surgió este pensamiento, inmediatamente me di cuenta que estaba mal. Rápidamente restringí y lo eliminé enviando pensamientos rectos. Mientras manejaba al trabajo, tuve otro pensamiento: “Cuando llegue a la oficina debo parar mi auto en un lugar conveniente, de forma que cuando venga la policía pueda irme rápido”. Inmediatamente me di cuenta que este pensamiento también estaba equivocado. Mientras trataba de liberarme de ese apego, todas mis nociones humanas y miedos de repente explotaron en mi cabeza intensamente. No sólo me sentí mentalmente terrible, también me sentí mal físicamente. En mi corazón, me estabilicé con este pensamiento: sólo escucho a Shifu, nadie más puede decir algo. Simultáneamente, le dije a mi yeli de pensamiento, nociones humanas, y apegos humanos: “No importa cuántos de ustedes surjan, no les tengo miedo, y destruiré a cada uno que salga”. De esta manera envié pensamientos rectos todo el camino hasta el trabajo. Cuando entré por la puerta de mi trabajo, todas mis nociones y apegos al miedo inmediatamente desaparecieron sin dejar rastros. Mi cuerpo se sintió incomparablemente ligero y relajado. Sabía que Shifu, viendo que tenía pensamientos rectos en este nivel, había removido todas esas cosas malas para mí.

En el trabajo me encontré con mi jefe de sección, quien me pidió ver al secretario del partido. Sabía lo que estaba tratando de hacer, así que le clarifiqué la verdad al secretario del partido. Él entendió y dijo: “Mientras que no te vean los agentes del PCCh, no te reportaré a ellos”. Así que mi día pasó sin ningún incidente. Cuando llegué a casa mi esposo preguntó: “¿Fue alguien a buscarte?” le respondí: “No”. Impresionado, me dijo: “¿En serio? ¿Nadie fue por ti?” Le dije: “Si. ¿Acaso no te dije que te mostraría lo bien que mi Shifu me cuida?” En ese momento no dijo nada más.

El día siguiente en el trabajo, me di cuenta que no había visto a uno de mis colegas que también era practicante. Su oficina estaba al lado de la oficina del líder de nuestro lugar de trabajo, así que cuando fui a buscarla me topé con el líder. Me dijo que fuera a ver al secretario del partido inmediatamente. Pensé para mí, no cooperaré contigo, y le respondí que estaba muy ocupada y me fui. Pero ella continuó llamándome y causándole problemas a nuestro jefe de sección que no quería hacer nada malo, y tampoco quería ofender al líder. De repente identifiqué que tenía una noción de buscar protección de la gente común. También tenía este miedo de ser enviada a una sesión de lavado de cerebro por el secretario del partido y el líder. Todavía no tenía confianza plena en Shifu y en el Fa, ni tampoco negaba completamente la persecución. Así que le dije al jefe de mi sección, “No te preocupes. Sólo dile que ya me lo dijiste, y que no quiero cooperar”. Él respondió con dudas: “¿Es cierto?” y le dije que no había problema. Al mismo tiempo, dos practicantes y yo decidimos clarificarle la verdad a nuestro líder, para prevenir que continuara participando en la persecución.

Cuando llegamos a la oficina de la líder, nos turnamos clarificando la verdad y enviando pensamientos rectos. Ella es una persona de conciencia, y luego de escuchar la verdad dijo que haría que nos reuniéramos con unos agentes, y nos dio su palabra de que no dejaría que nos llevaran detenidas. Le dijimos que las palabras de los agentes del régimen no tienen sustento, y que no cooperaríamos. La segunda vez que fuimos a clarificar la verdad, el secretario del partido de nuestro lugar de trabajo vino, y tan pronto como nos vio se fue inmediatamente. Poco después, entró la gente del buró a cargo de la persecución. Cuando los vimos inmediatamente nos paramos para irnos. Dije: “Ustedes conversen, nosotras nos vamos”. Dijeron: “No se vayan”, y uno de los agentes del buró en la puerta comenzó a tratar de bloquearnos. Le di una mirada severa y se quedó congelado como un pedazo de madera. Dejamos la oficina del líder con dignidad. Luego, en un desate de furia, algunos trabajadores del buró amenazaron con arrestarnos con policía armada si nos negábamos a cooperar. Sentimos mucha presión. De regreso a casa, mi esposo también me presionaba para cooperar con los agentes. Un enorme sentido de presión y miedo me pesaba en el corazón. Me encontré con otro practicante para estudiar las lecciones de Shifu y recitar el poema:

Amplia y majestuosamente, rectifico el inmenso firmamento
Me acompañan tremendas adversidades en mi viaje por Cielo y Tierra
Obtener reconocimiento y virtud no es la preocupación
Sino rectificar el Cielo, la Tierra y a todos los seres
Con pensamientos verdaderos, un gran deseo y una voluntad de diamante
Con un solo pensamiento la gran inmensidad creo de nuevo

(“Con un pensamiento” en Hong Yin Volumen II)

A través de todo este proceso, los compañeros practicantes en nuestra área cooperaron con nosotros como un cuerpo, ayudándonos a enviar pensamientos rectos. Estabilizamos nuestros pensamientos rectos, y Shifu nos ayudó a eliminar el mal. Cuando realmente sentimos, desde la profundidad de nuestro corazón, que sólo Shifu podía decidir nuestro futuro, y cuando habíamos dejado totalmente nuestros apegos, toda la situación cambió. Ese día fui a trabajar como de costumbre. Alrededor de las 10:00, uno de los practicantes se me acercó corriendo y me dijo alegremente que se había desbandado la sesión de lavado de cerebro, y el líder dijo que ya no teníamos que preocuparnos por ser detenidas.

Desde el fondo de mi corazón, ¡Quiero agradecer a Shifu y a los compañeros practicantes por apoyarnos con pensamientos rectos!

2. Haciendo lo que hay que hacer con pensamientos y acciones rectas

El incidente en mi lugar de trabajo me hizo dar cuenta que no hay obstáculos imposibles de superar en el camino que Shifu ha arreglado para nosotros. No hay necesidad de tener miedo a tener nociones humanas. Siempre que sean reconocidas a tiempo, corregidas en base al Fa, y sean rechazadas constantemente sin haber sido movidos por ellas, podemos conquistarlas y volvernos uno con el Fa.

En aquel momento recordé un deseo que siempre había tenido: escribir mi experiencia en un artículo para difundir el Fa y clarificar la verdad. Sentí que la gente que me conocía se tomaría el tiempo para leer mi historia de principio a fin, incluyendo aquellos influenciados por la cultura del PCCh, ya que la gente encuentra interesante las cosas cercanas a sus vidas. Como no tenía suficientes pensamientos rectos, todavía no había escrito el artículo. Esta vez, estaba determinada a terminarlo. Así que escribí cómo me había beneficiado de practicar Dafa, el mejoramiento de mi salud y mente, y cómo el Fa nos ha enseñado a ser miembros responsables de la familia, sociedad y el trabajo. También expuse mi experiencia de sufrir años de persecuciones ilegales para que la gente pueda distinguir el bien del mal y ser salvada.

Algunos compañeros practicantes me aconsejaron no escribir todavía este artículo, ya que era un período muy sensible, y sólo acababa de retornar al trabajo. Si algo pasaba… Pero recuerdo claramente el Fa de Shifu, así que envié mi artículo al sitio web Minghui, y luego de haber sido publicado en el sitio web algunos practicantes y yo lo enviamos por email a la gente de nuestro distrito. El artículo ayudó a algunas personas a entender la verdad hasta cierto punto. Un joven me dijo: “Luego de leer tu historia, mi perspectiva sobre Falun Gong ha cambiado”. Cuando conocían a mi esposo, algunos en el buró de persecución decían: “¿Escuché que tu esposa escribió este artículo?” pero agregaban rápidamente, “No es gran problema, capaz ella no fue quien lo escribió” para asegurarle que no me reportarían. Bajo la protección y apoyo de Shifu, estuve a salvo.

A través de este incidente, mis compañeros practicantes y yo experimentamos el milagroso poder de Dafa y la compasión de Shifu. Fortalecimos nuestros pensamientos rectos y nuestra fe en Shifu y en el Fa, así como nuestra determinación de hacer bien las tres cosas. La gente común que sabía sobre este incidente también experimentó lo milagroso y extraordinario que es Dafa.

3. El poder de la compasión

En el pasado, veía los problemas con nociones humanas, y trataba la persecución como algo que hombres le hacían a hombres. Conscientemente, veía a la policía como cómplices en la persecución, y enviaba pensamientos rectos siempre que los veía (en realidad, muchos de estos pensamientos eran malos). Con el tiempo, al profundizarse mi entendimiento del Fa y después de remover muchas nociones humanas, gradualmente me di cuenta que la policía no es diferente de cualquier otro ser consciente y deben ser salvados. Además, a través del estudio del Fa, llegué a entender que las viejas fuerzas les habían puesto en esa posición. De mi entendimiento, Shifu dijo que es por nosotros [Discípulos de Dafa] que ellos tienen que pasar por tal humillación, y que den aún más lástima que la gente común. Si podemos negar totalmente los arreglos de las viejas fuerzas,  y tratarlos con compasión, entonces ellos también pueden ser salvados.

Alguien que no sabía la verdad reportó a mi hermana menor que también es practicante. La policía intentó entrar a su apartamento y arrestarla. Cuando escuché esto, inmediatamente fui a la casa de mi hermana. Cuando entré a su casa, escuché al oficial en jefe decirme: “sé quién eres”. Lo ignoré y sólo tenía el pensamiento de clarificarles la verdad y prevenir que la persecución se extendiera más.

Mi hermana se había encerrado en uno de los cuartos y los oficiales estaban del otro lado gritándole para que abriera. La amenazaron con usar fuerza física y saquear su casa, lo cual hizo la atmósfera muy tensa. No los vi como que se estaban posicionando con el mal, si no que envié pensamientos rectos para eliminar el mal detrás de ellos mientras les clarificaba la verdad. Un oficial dijo: “No te molestes en decirnos todas estas cosas, las hemos escuchado muchísimas veces”. Me mantuve firme y continué hablándoles, y también le dije que la policía debería mantener la justicia. Cuando comencé a hablar sobre la cosecha de órganos, dijeron que no creían en ello. Luego les dije sobre lo que descubrí con mis propias investigaciones, pero seguían expresando su falta de creencia.

Pensando que debía promover los elementos rectos, dije: “El hecho de que no lo crean prueba que sus corazones son bondadosos, y que ustedes nunca harían algo tan maligno”. Al momento en que dije esto, toda la atmósfera cambió a una más pacífica. El oficial en jefe llamó al esposo de mi hermana aparte y le sugirió que mi hermana viniera a la estación de policía por un rato. Prometió que no habría problemas y que la devolvería prontamente. Dijo que si no estaba convencido, podía traerla con su propio automóvil y llevarla de regreso luego. Con esas palabras, todos los oficiales se fueron y bajaron las escaleras. En ese momento mi hermana salió del cuarto. Dijo que sus pensamientos rectos eran muy fuertes, y que se mantuvo enviando pensamientos rectos para evitar que el mal dirigiera a los oficiales a cometer maldades.

Al principio mi hermana no quería cooperar con la policía. El oficial en jefe nos pidió que no les hiciéramos las cosas difíciles, ya que tendrían que pagar las consecuencias. Luego hablé con mi hermana y le dije que no debíamos causar que la policía malentendiera a los discípulos de Dafa, y que deberíamos ayudarlos a ser salvados. No se trata de la apariencia superficial de lo que hacemos; las cosas que hacemos son para salvar seres conscientes, sea la estación de policía o cualquier otro lado. Así que mi familia y yo fuimos con nuestra hermana a la estación de policía en nuestro propio carro. Allí, mi hermana les clarificó la verdad y les pidió que renunciaran al partido comunista, mientras yo enviaba pensamientos rectos desde afuera. Luego de un rato fuimos a casa sanos y salvos.

4. Cooperando con compañeros practicantes en silencio e incondicionalmente

Algunos practicantes ancianos de mi distrito fueron una vez a visitar practicantes de otros distritos. Los practicantes del campo querían hacer proyectos de clarificación de la verdad, pero los practicantes ancianos se fijaron que los del campo eran muy pobres. Así que les dijeron que podían proveerles los fondos si los necesitaban. Un practicante anciano que había obtenido el Fa hacía poco y no estaba familiarizado con el asunto de recolectar fondos, realmente trató de recoger dinero en nuestro distrito con el corazón de hacer algo para Dafa. Además su meta eran varios cientos de miles de dólares. Cuando escuché esto pensé: “¿Acaso esto no es recolectar fondos?” Así que fui a detenerlo rápidamente. Cuando me encontré con él, estaba interactuando con unos practicantes. Le dije lo que pensé sin reservas. Inesperadamente no sólo rechazó mi opinión, hasta perdió la paciencia y comenzó a atacarme verbalmente, y hasta dijo en forma de protesta: “Ve si puedes detenerme de llevarles el dinero a ellos”. Los practicantes allí también tenían fuertes opiniones sobre mí y me humillaron. Pensé que él estaba claramente equivocado, y me preguntaba por qué todos me acusaban. Justo cuando pensé que no podía detener este mal acto, llegó ayuda. Un practicante vino, tuvo una discusión amigable con el practicante anciano y lo convenció que dejara la idea de recolectar fondos.

Este incidente me afectó mucho. Al ver hacia adentro, me di cuenta que aunque en la superficie parecía actuar en consideración al Fa, en realidad tenía el apego de probarme a mi misma y apegarme a mis nociones humanas. Shifu dijo,

 “Cuando otro Dios propone una idea, no se impacientan por rechazarlo o por expresar sus propias ideas, ni tampoco creen que sus propias ideas son buenas. En cambio, miran cuál sería el resultado final del plan propuesto por otro Dios. Los caminos son diferentes—el camino de cada uno es diferente—y las verdades que los seres validan y a las que se iluminan en el Fa son diferentes también, pero los resultados muy bien podrían ser los mismos. Es por eso que ellos miran los resultados, y si el resultado de la idea de un Dios puede alcanzar el objetivo, si realmente puede alcanzarlo, entonces cada uno lo seguirá. Así es como los dioses piensan. Además, si algo parece faltar, ellos sin poner condiciones y de forma silenciosa lo complementarían para hacer así las cosas más completas y perfectas. Es de esa manera como ellos manejan las cosas.” (“Enseñando el Fa en la Conferencia de Intercambio de Experiencias en Filadelfia EE.UU, 2002”)

Un año después un practicante me habló sobre un practicante de otro distrito que tenía una experiencia muy buena que compartir, particularmente en el asunto de sobreponerse al ye de enfermedad. Quería presentarle este practicante a los practicantes del campo, y preguntó si podía llevarlos para allá. Cuando me encontré con el practicante de otro distrito, ¡Me di cuenta que era el mismo practicante que quería recolectar fondos! Pero inmediatamente me dije que no debería juzgar a los demás basándome en mis propias opiniones personales. Todos cultivamos Dafa, y este practicante debe haber mejorado mucho en su cultivación.

Este practicante anciano no me reconoció. Durante la sesión de compartir experiencias, me di cuenta, desde mi entendimiento del Fa, algunos aspectos en los cuales le faltaba un entendimiento del Fa. Durante la interacción, expuse sobre las áreas en que mostró pensamientos rectos y compartí mi propio entendimiento del Fa. No traté de señalar dónde se equivocaba ni cómo debía ser. Esencialmente, ya no tenía el apego de probarme. A su vez, la atmósfera era muy pacífica. Luego que regresamos, me encontré con el practicante anciano de nuevo al visitar a otro practicante. Interactué con él por un momento, donde sentí que lo que compartí fue bueno. Luego le preguntó a otro practicante a su lado: “¿Quién es ella?”, él respondió: “¿acaso no es tal persona?”. Entonces recordó quien era yo. Cuando nos encontramos de nuevo dijo con emoción: “Mira esto, la última vez que te vi no te reconocí. Tuvimos un conflicto tan grande en el pasado, y sin embargo me ayudaste tanto en la última reunión”. Le respondí: “Todo esto es para Dafa, ¿cómo podemos mezclar nuestras propias nociones personales?” El practicante anciano dijo sinceramente: “Has mejorado tanto en tu cultivación, ¡también yo me cultivaré diligentemente!”

Me conmovieron sus palabras. Gracias Shifu por crear este ambiente de cultivación para nosotros. Las mejoras de un practicante en su xinxing también tienen el efecto de motivar a los demás y ayudar a otros a elevarse juntos. Deseo confortar a Shifu de que definitivamente duplicaré mis esfuerzos en la cultivación.