[Minghui Net] Hace unos días, mi colega Li me llamó y me dijo: “¡Mi diabetes se ha curado después de practicar Falun Dafa!”  El Sr. Li es el director técnico en nuestra fábrica. Después de ser diagnosticado con diabetes hace diez años, sufría de visión borrosa con riesgo de ceguera. Sus piernas se hincharon y ulceraron, y un mayor deterioro hubiera requerido amputación. Tenía sed constantemente y tenía que orinar con frecuencia. También tenía estreñimiento, dolor en los miembros y entumecimiento. Estaba débil y no podía comer fruta.

Buscando una cura, el Sr. Li visitó los hospitales y expertos más famosos en Beijing y Shanghai, gastando todos sus ahorros en el proceso. Pero todos los médicos le dijeron: “No hay medicina conocida que pueda aliviar tus síntomas. Ve a casa y come lo que quieras comer. Cuídate”. Li entendió lo que los expertos querían decir y se pasaba los días llorando, preocupándose por cómo su mujer e hijos podrían sobrevivir y pagar sus deudas sin él. 

Como compañero y como practicante de Falun Dafa, sabía que sólo Dafa y el Maestro podrían salvarlo. Le di el libro Zhuan Falun y le dije que su enfermedad sería curada si se cultivaba según los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Le dije que mucha gente en situaciones similares había obtenido una nueva vida después de aprender la verdad y la grandeza de Falun Gong.

Cuando vi las lágrimas y un brillo dorado en los ojos de Li cuando le di el libro, supe que podía ser salvado. Leyó Zhuan Falun de todo corazón. Leyó el libro día y noche y no salió de casa en varios días. Al quinto día, su presión sanguínea empezó a moverse al nivel normal, y en dos días se había normalizado. De repente se dio cuenta de que los síntomas habían desaparecido. Su sed y mareos se habían ido, recobró la fuerza, su estreñimiento desapareció, y su micción volvió a la normalidad. La confianza de Li creció y estudió los libros de Dafa más diligentemente. Veinte días después, su visión se recuperó completamente, y podía leer el texto más pequeño en el periódico. Podía subir cinco pisos de escaleras sin cansarse. Al mes siguiente, su chequeo médico no reveló nada malo. Su médico exclamó que era un milagro y alabó la grandeza de Falun Dafa.

Ahora Li luce una complexión rubicunda y está lleno de energía. Le dice a todo el mundo que encuentra, “Falun Dafa es bueno. El Maestro me salvó”.