[Minghui Net] Me sorprendió cuando mi jefe me notificó que me habían transferido al departamento de importación/exportación. Puede que tenga un título universitario, pero este puesto no tenía nada que ver con mi área de estudios. Soy introvertido y no muy bueno para interpretar a la gente o contar chistes. El equipo de ventas de nuestra empresa está formado por la gente más agresiva. Algunos beben mucho y otros son excelentes en cuanto a habilidades sociales se refiere. En cuanto a mí, dejé de beber cuando comencé a practicar Falun Gong y no estaba para nada cualificado para esta tarea.

Mi jefe me explicó: “Este trabajo tiene altos requisitos sobre los candidatos. Nuestros clientes se encuentran entre los recursos más importantes de nuestra empresa. Seguimos perdiendo clientes y no tenemos ninguna forma efectiva de retenerlos. Es precisamente porque practicas Falun Gong y se puede confiar en ti moralmente que te recomendé para este puesto. Estoy seguro de que lo harás bien”.

Pensé: “Debo hacer este trabajo bien para validar que Falun Gong es bueno”.

Pero aún así no era fácil y al principio me enfrenté a muchos problemas. En aquel momento me cultivaba pobremente. Acababa de salir de prisión, donde estuve recluido por practicar Falun Gong. Me había relajado en mi cultivación y raramente estudiaba el Fa o hacía los ejercicios. Mientras continuaba llamándome practicante de Falun Gong, me comportaba más como un no cultivador. No tenía idea de cómo ponerme al día rápidamente con mi nuevo trabajo. No estudié ningún idioma extranjero ni comercio internacional en la universidad, así que tuve que estudiar esas materias todo lo que pude. Iba a trabajar temprano y me retiraba del trabajo tarde. Estudiaba diligentemente y preguntaba a mis colegas humildemente sobre estrategias de aprendizaje y técnicas para desarrollar un mercado internacional. Los expertos en ventas tendían a tener sus propias técnicas excelentes. Yo pensaba que éstas serían mi arma secreta para ayudarme a convertirme en un gran comercial, así que hice un esfuerzo consciente para estudiarlas y aplicarlas. Algunos ejemplos son:  diseñar cartas de marketing bonitas y bien escritas, enviar felicitaciones de vacaciones a los clientes, corresponder con los clientes y contestar a sus dudas por teléfono a tiempo, buscar nuevos clientes a través de contactos y eventos públicos, como exposiciones, etc...

Aun así mi trabajo duro no tenía resultado. Tuve un buen comienzo con la ayuda de amigos, pero progresaba muy lentamente. Trabajaba como un robot cada día, pero no conseguía muchos nuevos clientes. Hacía numerosas llamadas y contestaba a numerosos mails, pero mi volumen de ventas era pésimo. Es más, tenía muchos conflictos porque no manejaba bien mi xinxing. Estaba física y mentalmente agotado y finalmente exploté. Un día tuve una gran discusión con un director hacia el que tenía rencor desde hacía mucho tiempo. No pude quitármelo de la cabeza durante bastante tiempo después de la discusión. Finalmente, incluso mis amigos me dijeron que no me comportaba para nada como un practicante de Falun Gong. Tuve que calmarme y reflexionar. ¿Cuál era mi problema? Trabajaba duro e intentaba desarrollar conocimiento y técnicas. ¿Por qué no conseguía resultados? Si seguía así, ¿cómo podría llamarme practicante de Falun Gong, no digamos validar que Falun Gong es bueno?

Comencé a rectificarme gradualmente. Me hice más diligente en mi cultivación. Un día, de repente desarrollé un nuevo entendimiento sobre mi trabajo mientras estudiaba el Fa. Shifu nos ha enseñado a ser una buena persona donde estemos y a hacer nuestra tarea bien en el trabajo, pero Shifu también dijo:

“Si no estudias diligentemente, ¿serás capaz de ir a la universidad? Si estudias duro, ¿no conseguirás lo que mereces? Deberías simplemente estudiar naturalmente, y serás capaz de ir a la universidad. Si siempre estás pensando en ello y persiguiéndolo, entonces eso es un apego”. (“Enseñando el Fa y contestando preguntas en Yanji” de Zhuan Falun Fajie) (Traducción no oficial).

Me di cuenta de que había estado pensando solamente en validarme y en hace un mejor trabajo que los demás. Era un apego fuerte a la fama y al interés propio. Tuve una discusión con el director porque estaba apegado a ostentar. Él estaba molesto con mi deseo de ostentar y yo me enfadé cuando lo señaló. Es más, me había centrado en técnicas de ventas, pero Falun Gong se centra en los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Detrás de mis estrategias y técnicas, había una falta de seriedad. ¿Había pensado en los clientes desde el fondo de mi corazón? ¿Había pensado en los problemas desde sus perspectivas? No lo había hecho. Había sido educado y atento, pero lo había hecho sujeto por cuerdas. Mi objetivo era persuadirles para que compraran mis productos. Me decepcionaba cuando fracasaba en cerrar un acuerdo y perdía el interés en ellos. Shifu nos ha pedido que eliminemos nuestro apego a la búsqueda. ¿No es este un apego a la búsqueda? Si estoy realmente interesado en validar Falun Gong, debería llevar la Verdad-Benevolencia-Tolerancia a todo el mundo. Si realmente estoy pensando en los seres conscientes, debería difundir la verdad sobre Falun Gong y las semillas de bondad.

Ya no intento ostentar. Ya no estoy apegado a los datos de ventas. Me di cuenta de que la Benevolencia implica llevar las cosas más bellas a los demás incondicionalmente y que la Verdad implica hacer cosas para los demás sin estar sujeto por cuerdas en un nivel básico. Aunque mi relación con los clientes se basa en los productos y servicios, solo seré realmente bueno con ellos si les ayudo a entender la verdad sobre Falun Gong. Incluso si fracaso en cerrar un acuerdo, debería hacer que sientan la existencia de Verdad-Benevolencia-Tolerancia a través de mí.

Ahora que ya no soy egoísta, puedo pensar claramente. Siempre tuve dificultad para entender inglés, pero ahora puedo de repente entenderlo. De repente se me otorgó la sabiduría para resolver problemas que durante mucho tiempo tuve dificultad para resolver. Solucioné el conflicto con mi jefe. Antes de que me diera cuenta, tenía más clientes y mis datos de ventas mejoraron.

Un día, un cliente coreano llamó para preguntar sobre el precio porque tenía intención de pedir 2.000 toneladas de producto. Naturalmente tenía que comparar precios de diferentes proveedores debido al tamaño del pedido. Nuestra empresa tenía un precio mucho más elevado, así que era casi imposible llegar a un acuerdo. Antes de rectificarme, le hubiera dado un dato aproximado porque había poca esperanza de llegar a un acuerdo. Ahora que he cambiado mi mentalidad, trato a cada cliente como un ser consciente relacionado conmigo y no solo como un posible negocio. También intentaba ser simpático y amable con todo el mundo. Hice una presentación entusiasta y honesta de nuestros productos y precios. Un pensamiento de insinuar las debilidades de nuestros competidores me pasó por la mente durante la presentación, pero inmediatamente lo dejé de lado. Decidí explicar solamente las fortalezas de nuestros productos y dejar la elección para él. Después de todo, una persona genuinamente amable nunca desacreditaría a nadie intencionadamente o no. Me sorprendió que el cliente decidiera rápidamente hacernos un pedido. Dijo que confió en mí después de escuchar mi presentación y que tenía que encontrar productos fiables y un hombre fiable cuando se trataba de un pedido tan grande. El decidió comprarnos a nosotros a pesar de que otras empresas ofrecían mejores precios.

Un día llamé a un cliente del sur de China que no conocía. Nunca me había hecho un pedido, pero me pedía favores continuamente. “¿Me podrías ayudar a encontrar a algunos agentes locales?”. “Me enteré de que tu ciudad es conocida por sus cacahuetes, ¿podrías encontrarme proveedores de cacahuetes?”. Pensé que sería egoísta por mi parte si me negaba a ayudarle sin recibir ningún beneficio. ¿Qué daño hay en ayudar a otros incluso aunque no sea parte de mis responsabilidades? Cada vez que me preguntaba algo, le daba la información paciente y sinceramente. Finalmente se convirtió en mi cliente porque me consideraba fiable. Los hombres de negocios chinos del sur son conocidos por ser muy escrupulosos con los cálculos, pero él nunca ha luchado por unos céntimos ni ha alborotado por asuntos triviales. Siempre me decía con consideración: “No te causaré problemas. Sé que si dices que no, realmente significa no. Confío en ti”. Un día me dijo: “No te conozco, pero siempre siento como si me diera una brisa de primavera cada vez que escucho tu voz”. Yo contesté: “Es probablemente por mi creencia espiritual. Yo creo en Verdad-Benevolencia-Tolerancia”. Él se sorprendió agradablemente. “Conozco esto. ¡Conozco esto! Mi abuela materna también practica Falun Gong y es bendecida con longevidad y buena fortuna! Él me mandaba mensajes de texto para desearme un feliz Año Nuevo Chino desde miles de kilómetros. “Altas montañas y largos ríos puede que nos separen, pero aprecio tu ayuda constante”. Cuando fui perseguido nuevamente por practicar Falun Gong, él preguntó para descubrir mi paradero y me enviaba mensajes de texto para animarme. “Mientras tengas pensamientos rectos en mente, es primavera vayas donde vayas”.

Desde que abandoné mi apego al interés personal y al ego, he pasado a ser cada vez más pacífico, calmado y puro. Trato a cada cliente o a cada cliente potencial con igual amabilidad, llegue o no a un acuerdo y sea o no un gran pedido. Los trato con amabilidad y sinceridad. Me los gano y me gano el mercado sin búsqueda. Shifu también me ha otorgado sabiduría a medida que he elevado mi xinxing. Descubrí nuevas maneras de ampliar la base de clientes, que incluso vendedores experimentados encuentran difíciles. Intento aclarar la verdad sobre Falun Gong a todo el que me encuentro en el trabajo y trato a la gente con amabilidad. No parezco ocupado, pero soy muy eficiente en el trabajo. Mi jefe y mis colegas aprecian altamente mi trabajo. No tengo ninguna técnica de ventas extraordinaria. La simpatía, sinceridad y tolerancia que he manifestado y obtenido a través de la cultivación se han convertido en mis herramientas de ventas más efectivas. Tal vez esto sea a lo que los antiguos chinos se referían con “Ninguna técnica es mejor que otra técnica”.