[Minghui Net] Comencé a practicar Falun Dafa en 1996. Antes, mi vida era muy difícil y me sentía miserable. Tuve cinco abortos debido a la ley de control de natalidad del partido comunista chino. Luego de uno de los abortos, tuve hemorragia severa y fui hospitalizada. Al día siguiente dejé mi cama para ir al baño, pero estaba ocupado. Recuerdo pensar que tendría que esperar, y luego me desmayé. Cuando me desperté, mucha gente estaba a mi alrededor y me llamaban por mi nombre, pero no podía escucharlos claramente. Luego, el pariente de un paciente en el mismo hospital me reconoció y le pidió a alguien que me llevara a mi cama. Los años subsiguientes me sentí muy débil. Tenía que tomar medicina todos los días y siempre sentía mucho frío.

En aquel momento solo tenía treinta años, pero parecía como alguien de cuarenta. El hospital no podía determinar cual era mi problema. Un médico chino dijo que me faltaba mucho qi y sangre. Tenía que consumir varios platos de sopa medicinal china amarga. El dolor en mi cuerpo había llegado a un extremo, ya que sentía el dolor en mi mente y mi espíritu. Mi esposo estaba obsesionado con el Maojong y casi no estaba en la casa. Ni nuestro hijo ni yo le importábamos. A pesar que estaba muy enferma y débil, necesitaba cuidar de nuestro hijo y dos primos que vivían conmigo. No es difícil imaginar cuán complicada era mi vida. Los padres de mi esposo nunca preguntaban por mi salud o como me iba, pero sí nos pedían dinero. Pedir por su ayuda habría sido como esperar que el cielo abriera una puerta. Pensé en acabar con mi vida muchas veces, pero me di cuenta que no podía abandonar a mis ancianos padres y a mi hijo menor —no podía permitirme morir. Mi autoestima estaba muy baja. Me volví más introspectiva al punto en el que ya no quería comunicarme con otros. A veces mi mente estaba muy adormecida y no podía pensar claramente.

En el otoño de 1995, estaba tan molesta con mi situación que dejé mi casa y me fui a la provincia de Hainan. Estando tan lejos de mi hogar, me sentía aun más deprimida. Extrañaba a mi hijo de 10 años día y noche. No podía entender por qué mi vida era de esta forma, y me preguntaba cuándo todo terminaría. Una noche me resbalé por accidente hacia un río y me salvaron unos colegas que me acompañaban. Aun cuando mi cuerpo todavía estaba vivo, mi corazón estaba muerto y no podía estar más frío. En la primavera de 1996, comencé a experimentar síntomas de falta de control de temperatura corporal, vómito y diarrea. Estaba tan débil que me parecía que no podría resistir semejante tortura y decidí que tenía que volver a mi casa. En aquél entonces, si caminaba afuera, incluso gente que no me conocía se me acercaba y me preguntaba si todo estaba bien. Hasta era difícil para mi caminar. No tenía fuerza en todo mi cuerpo, y tampoco podía distinguir en qué parte de mi cuerpo sentía dolor, porque me dolía por todas partes. Ninguna medicina me podía hacer sentir mejor.

Escuché algunas personas decir que practicar qigong en el parque podía curar enfermedades, pero me reí de ellos pesando que eran muy supersticiosos. Sin embargo, me sentía tan mal que con el pensamiento de “intentarlo”, me fui al jardín zoológico de Changchun en el otoño de 1996. Es sólo una caminata de 10 minutos desde donde vivía, pero me tomó 30 minutos caminar hasta allá con mi condición. Para el momento en el que llegué, mucha gente que practicaba Falun Dafa ya se había ido. Uno de los practicantes que quedaba, estaba reproduciendo un video de las lecciones del Maestro Li Hongzhi. Soy un practicante de Falun Dafa desde ese día en el parque.

Antes de comenzar a practicar Falun Dafa, cuidaba mucho lo que comía. Cualquier cosa que fuera muy fría o caliente me causaba diarrea. Tres días después que comencé a practicar, podía comer todo tipo de comida. Una semana después, todas mis enfermedades se habían ido y podía caminar muy rápido. ¡Finalmente sentí lo que es estar libre de enfermedades! Mi cuerpo se sentía muy ligero, ¡estaba muy feliz y tenía canciones en mi corazón todos los días!

Un día, cuando estaba haciendo los cinco ejercicios en el sitio de práctica, levité. Muchas personas lo vieron. En aquel momento, no había estudiado el Fa muy bien y no sabía que esto ocurría debido a que se había abierto el circuito celestial. Estaba tan asustada que dejé de ir al sitio de práctica. Cuando practicaba en casa y me sentaba a meditar, mi esposo también me veía levitar. Esto es descrito en Zhuan Falun. La única diferencia es que no estaba levitando tan alto como el practicante en el libro.

Con un estudio del Fa más profundo, comencé a entender la razón por la cual la gente se enferma. Cuando veía mi vida de acuerdo con los principios de Dafa, sentía miedo. No sólo trataba mal a la gente, sino que en el mundo de hoy, donde los valores se deterioran cada día más, ya no podía distinguir lo bueno y lo malo. Cometí tantas maldades en el pasado que creé mucho yeli. Muchas cosas que hice habían traído vergüenza para mi familia, pero todavía pensaba que era una buena persona. Si Shifu no tomaba algo de mi yeli después de haber comenzado a cultivarme, ¡¿Cómo podría pagarlo todo?! ¡¿quién sabe cuantos días miserables me esperaban?!

La forma en que veía este mundo cambió completamente debido a Falun Dafa. Dejé de ver los errores de los demás y comencé a mirar hacia adentro para encontrar mis propios errores. Ya no me quejaba ni me despreciaba yo misma. ¡Sé que tengo la vida más feliz! Cuando mi esposo venía a casa luego de jugar Maojong en la noche, me levantaba de la cama y le hacía un plato de sopa. Cuando veía que terminaba de comer, volvía de nuevo a la cama. A veces eran las 2 o 3 de la mañana y todavía no terminaba de comer, pero yo no volvía a la cama, si no que tomaba mi cojín y me iba a practicar al parque. 

Al  comienzo mi esposo no creía que me hubiera vuelto tan buena persona, y me probaba una y otra vez. Una vez hizo que le preparara una sopa cuatro veces. Decía que tenía demasiada sal, o no tenía suficiente sal. Mantuve mi xinxing y le hice la sopa hasta que me dijo que sabía bien. Cuando perdía dinero afuera y me insultaba al llegar a casa, podía mantener mi xinxing. Cuando ya no me insultaba, le preguntaba como iba su día y si necesitaba algo. También comencé a cuidar de los padres de mi esposo y los ayudaba en la casa.

Las cosas continuaron así por algún tiempo, y mi esposo se conmovió tanto que a cualquier persona que conocía le decía: “Falun Dafa es bueno”. Si alguien en la mesa de Maojong tenía problemas en la casa, les decía que su esposa debería practicar Falun Dafa. Antes, mi esposo trabajaba en una agencia del gobierno, pero renunció y comenzó su propio negocio. No ganaba mucho dinero, así que se siempre tenía mal humor. Luego, volvió a buscar trabajo en la agencia del gobierno. Desde el comienzo las cosas no iban tan bien. Me insultaba todos los días luego de llegar a casa. Seguí los principios que el Shifu nos enseñó en Zhuan Falun:

“Siendo alguien que refina gong, debes, ante todo, ser capaz de no devolver el golpe al ser golpeado, ni devolver la injuria al ser injuriado, tienes que ejercer Ren”.      

Mantuve mi xinxing para pasar esta prueba. Algunas veces cuando mis apegos humanos eran muy fuertes, no podía pasar muy bien las pruebas. Un invierno, nuestro edificio no tenía calefacción. La construcción del edificio ya era muy pobre y no había calentador. Hacía mucho frío dentro del apartamento. A mi esposo no le gustaba esto y no venía a dormir a la casa. No preguntaba cómo nos iba a mi hijo y a mi en este lugar frío y húmedo.

La falta de calor resultaba en usar excesivamente la electricidad y el panel eléctrico se echó a perder. El buró de energía se negó a repararlo por temor a causar un incendio. Así que no teníamos ni calor ni electricidad. Cuando mi hijo hacía su tarea, prendía el calentador de gas y lo ponía detrás de él, pero temía que se envenenara con monóxido de carbono, así que mantenía la puerta abierta. Esto hacía que nuestro apartamento se volviera aún más frío. Cuando dormía, mi hijo y yo nos quedábamos juntos y nos cubríamos con las colchas de la casa. Cuando nos despertábamos nuestras cabezas estaban muy frías. El momento más feliz de mi vida fue cuando fui a casa de un compañero practicante junto con mi hijo para asistir al estudio del Fa. Mi hijo y yo todavía recordamos profundamente ese cálido sentimiento. Tres semanas después, mi esposo volvió por un cambio de ropas. Mi corazón humano tenía emociones fuertes en ese entonces, y le pregunté por qué no le importó nuestro hijo ni yo. Dijo que con el cuarto tan frío, ¿quién podría vivir allí? No podía quedarse en la casa ni por un minuto, pero mi hijo y yo nos habíamos quedado allí por más de tres semanas.

¿Acaso no pensó sobre cómo sobrevivimos? A mi esposo no le importó escucharme y se fue. Sólo vino un mes después porque se había arreglado la calefacción. No pude mantener mi xinxing en aquel entonces y lo he lamentado desde aquel momento. Luego, lo vi desde otro ángulo. Es porque él me dejó a mi y a mi hijo para soportar este frío que pude llevar a mi hijo a la casa de un compañero practicante para estudiar el Fa. Aun cuando mi hijo no continuó la práctica, Dafa ha sido enterrado profundamente en su corazón. Viendo la situación desde este ángulo, ¡¿No deberíamos agradecerle mi hijo y yo?!

Dafa no solo me trajo una vida completamente nueva, sino que Shifu también salvó las vidas de mis parientes. Recuerdo que no mucho después que obtuve el Fa, mi hijo estaba asistiendo a una tutoría de inglés con su tía en una universidad. Un día después de clase, cuando cruzaba el río luego de salir de la puerta, un carro pasaba muy rápido. Antes que su tía pudiera ver claramente lo que sucedió, mi hijo fue golpeado por el carro y lanzado al aire. Golpeó contra una baranda y cayó al piso. La gente que vio el accidente pensó que moriría. El conductor pensó que había matado a alguien. Mi hermana estaba absolutamente aterrorizada, pero mi hijo se paró como si nada hubiera sucedido. Mi hermana lloró y trajo al chico de vuelta a casa. Luego que lo revisaran en el hospital, se determinó que sólo tenía un par de rasguños en sus brazos y piernas y que no se encontraba herido.

En otra ocasión, mi esposo se fue en un viaje de negocios con sus compañeros de clase. Mientras manejaban hacia la casa, el carro chocó con un gran árbol al lado de la vía. Mi esposo estaba al lado del conductor; la parte frontal del carro estaba completamente demolida. Aún la policía de tránsito pensó que mi esposo moriría o perdería sus piernas. Lo sacaron del carro sin que necesitara ayuda y pudo pararse y caminar. No le pasó nada. Mis familiares se dieron cuenta que esto sucedió porque yo cultivaba Falun Dafa y era Shifu Li el que nos protegía.

Ahora que tenía buena salud, podía volver al trabajo y ganar dinero para mejorar nuestra calidad de vida. Mi esposo e hijo estaban muy felices. Cuando estaba en el trabajo, nunca se me olvidaba ni por un segundo que soy un practicante. Trabajaba muy duro y nunca me preocupaba por las pérdidas personales. Trabajaba como contadora. Cuando vi que nuestra compañía no podía recolectar dinero por falta de personal, fui a recolectar el dinero. La compañía para la que trabajaba era un centro de distribución de leche. Para recolectar el dinero, tenía que ir puerta a puerta y era un trabajo duro. Iba puerta a puerta recolectando el dinero y ni si quiera pedía un céntimo de compensación. Mi jefe sabía que yo practicaba Falun Dafa y también le decía a todos los que conocía: “Falun Dafa es bueno”. Durante esos años cuando trabajaba, mi jefe me confiaba las tareas más importantes porque sabía que practicaba Falun Dafa. En el año 2008, fui sentenciada a un campo de trabajo forzado y perseguida. Mi jefe no contrató a un nuevo contador por más de seis meses, y mantuvo la posición abierta para mí. Hasta fue al campo de trabajo forzado para que me soltaran. La compañía para la que trabajaba era un negocio que pertenecía a tres personas. Todos ellos querían contratar a alguien que conocieran para que tomara el trabajo. Luego, cuando descubrieron que era una cultivadora de Falun Dafa, me promovieron a gerente de contaduría.

En una reunión de ex alumnos en 2007, todos mis compañeros de clase expresaron sus opiniones de Falun Dafa hacia mí. Un compañero de clase me dijo: “Alguien dijo que Falun Dafa no es bueno, pero yo conozco a alguien que practica Falun Dafa, y esa persona es muy buena. Lo que la televisión dijo no es correcto”. Otro dijo: “Le he dicho a todos los que conozco que Falun Dafa es bueno. No escuchen las mentiras de la televisión”. Todos me expresaron sus opiniones, ellos sabían que Dafa es bueno. Otro compañero de clase que estaba sentado a mi lado trabajaba en prisión y estaba vestida de policía. La miré y le dije: “No me gusta tu uniforme”. Era sólo una broma y no esperaba que se parara y se fuera. Cuando volvió se había cambiado el uniforme y usaba ropas casuales. Me sonrió y me dijo que lo hizo por respeto hacia mi.

La gente a mi alrededor veía los cambios que experimenté luego de que comencé a practicar Falun Dafa. Se dieron cuenta que mi vida familiar había mejorado. Es por esto que pudieron ayudarme durante los días más desenfrenados de la persecución maligna. No cambiaron sus pensamientos rectos hacia Dafa, aun cuando las mentiras sobre Dafa estaban en todos lados. Fui sentenciada ilegalmente a un campo de trabajo forzado dos veces y detenida en un centro de detención tres veces. En otoño de 1999 la comunidad y la estación de policía asignaron a una persona para que trabajara en mi casa para monitorearme. En 2003 la comunidad donde vivía puso mi foto en la estación de policía. Se decía que había una orden que había venido de un alto nivel del gobierno donde me querían muerta o viva. Una persona fue designada para revisar a quien quiera que viniera a visitarme. Mi esposo y mis hermanas tenían que firmar una planilla de garantía y registrar sus huellas antes que pudieran entrar al cuarto. Aun peor, cuando la policía no podía castigarme, detenían a mi esposo y lo mantenían en el centro de detención por un día. Dos gerentes de su compañía tuvieron que venir a pedir que lo liberaran antes que pudieran dejarlo ir.

A pesar de todo, mi esposo siempre creía que yo estaba haciendo lo correcto. Fue Dafa que me volvió una buena persona. Sin importar cuán desenfrenado estuviera el mal, siempre que estábamos afuera en el público, me presentaba orgullosamente a quien conociera como el miembro de Falun Dafa de nuestra familia. Cuando hablaba con la gente sobre renunciar al malvado partido comunista chino y sus organizaciones afiliadas, siempre que mi esposo estaba allí, me ayudaba a hablar con las personas. A veces él sugería un alias para la gente que deseaba renunciar al PCCh. Cuando el DVD de Los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista salieron, los vimos juntos diez veces. Ahora siempre sigue las noticias sobre la persecución junto conmigo. 

Dafa me cambió a una persona virtuosa que piensa primero en los demás. No puedo expresar en palabras todo lo que Shifu me ha dado. Siento profundamente la grandeza y la gracia de Fo, pero es difícil expresarlo. A través de estos años, no siempre fui estable en mi cultivación. No tenía una fuerte creencia y pensamientos rectos cuando estaba en prisión, y llegué a un acuerdo con el mal. Sin embargo, Dafa está profundamente arraigado en mi corazón. Nadie puede borrar la huella de “Verdad-Compasión-Tolerancia” de mi corazón.