[Minghui Net] En el pasado había muchos sabios. Eran universalmente admirados en vida y recordados a través de las épocas después de su muerte. Durante sus vidas también encontraron dificultades y cuando buscaron Fo Fa, también encontraron obstáculos o fueron perseguidos. En tiempos como esos, ¿qué pensaron?, ¿qué dijeron e hicieron? Calmémonos y veamos sus acciones y palabras. 

En tiempos antiguos, el Emperador Yao fue a la campiña y vio que dos personas habían quebrantado la ley y fueron llevados a la cárcel. Fue a verlos y preguntó: “¿Por qué quebrantaron la ley? ¿Qué crímenes cometieron?”. Ellos le respondieron: “La sequía duró tanto tiempo que no tenemos nada que comer, por eso tuvimos que meternos en casas ajenas y robar comida”. Cunado escuchó esto, le dijo al soldado: “¡Libérenlos y enciérrenme!”.  El soldado estaba asombrado. ¿Cómo podría encerrar al emperador? El Emperador Yao dijo: “Cometí dos grandes errores y estos dos no son culpables. Primero, fallé en enseñarle bien a mis súbditos, por eso robaron la comida de otros. Segundo, no tengo virtud; por eso es que no hemos tenido lluvia. Todo esto es por mi culpa”. Su sinceridad conmovió a los Cielos y comenzó a llover.

Cuando este emperador se dio cuenta que sus súbditos cometieron errores y crímenes, miró dentro para encontrar dónde había errado. Puesto que era su emperador, era su responsabilidad educarlos y administrarlos bien, y tenía que tomar responsabilidad por sus errores. Confucio dijo en Los Analectas: “Si ustedes en las miles de regiones cometen ofensas, estas ofensas recaen en mi persona. La gente está culpándome, el único hombre”. Actualmente, ellos ya eran muy virtuosos, pero los estándares que se impusieron eran ilimitados, y cuando se miraban dentro nuevamente, se arrepentían sinceramente, mejoraban sus virtudes y refinaban sus logros.

Cuando el Milarepa estaba cultivando, el Geshe Tsakpuhwa, por celos, le dijo a su concubina que mezclara veneno con la cuajada de leche para asesinarlo. Sin embargo, Milarepa aceptó la cuajada envenenada con una sonrisa y le dijo a la mujer: “Primero, tengo mucha compasión como para dejar de beberla. Violaría la esencia de los preceptos de una pusa y por ende, traería graves consecuencias espirituales. Mi misión ya está completa y mi vida llega a su fin. Mi tiempo ha llegado para ir a otro reino. Por sí sola la bebida no podría hacerme daño en lo más mínimo; así que no importa si la bebo o no. Pero si la hubiese bebido la primera vez, no hubieses recibido la turquesa como pago de tu crimen. Ahora que la turquesa está en tus manos, beberé para satisfacer los deseos del Geshe y estar seguro de que ganes la turquesa. En cuanto a las otras promesas del Geshe, no serán cumplidas. Dijo muchas cosas sobre mi conducta. No hay verdad en lo que dijo, así que los dos sentirán un gran remordimiento. Cuando ocurra, para poder purificarte, esfuérzate por la auto-realización en esta vida. Para salvarte no cometas ningún crimen similar. Pide por mí y por mis hijos espirituales con un corazón sincero”.   

Milarepa sabía que la cuajada tenía veneno, pero no se quejó y la aceptó calmadamente. Tampoco acusó a otros por ser astutos o sanguinarios, no pensó que el veneno de la gente común pudiese ocasionarle daño. Él miró dentro, pensando que si no aceptaba la cuajada, podría traer graves consecuencias espirituales. También descubrió la mejor manera de traer beneficios a los seres conscientes y cómo podría dejar que esta pobre mujer confesara y estableciera una conexión budista. Mirando dentro y siendo constante en la salvación de seres conscientes es el reino de practicantes genuinos.

Cuando el monje budista Xuanzang fue a la India para buscar las verdaderas escrituras budistas, cruzó la frontera ilegalmente. De acuerdo a la política de ese tiempo en la Dinastía Tang, nadie tenía permitido salir del país. Cuando Xuanzang aprendió las escrituras budistas, regresó a la tierra bajo mandato de la Dinastía Tang. El Emperador Taizong estaba muy contento de escuchar acerca de su regreso y lo recibió en la Sala de Vestimentas Imperiales.

Le preguntó a Xuanzang: “Maestro, ¿por qué no reportó que iba a salir del país?”. Xuanzang le respondió: “Cuando me iba, varias veces presenté peticiones de permiso, pero como mi sinceridad y deseo no eran lo suficientemente fuertes, fallé en obtener su permiso. Porque deseaba obtener las verdaderas escrituras budistas, tuve que salir del país ilegalmente. Fue totalmente mi acto personal en violación de la ley. Estoy muy avergonzado y muy asustado”.

Xuanzang no albergaba quejas. No se quejó de los decretos excesivos del emperador, ni de los oficiales de gobierno que fallaron en enviar las peticiones de permiso al emperador. Casi lo matan con una flecha al cruzar la frontera y sobrevivió a muchos peligros antes de llegar a la India para obtener las escrituras budistas genuinas. Sin embargo, pensó que todos estos sufrimientos fueron causados por su falta de sinceridad, no por obstáculos puestos por otros. Muchos consideraban a Xuanzang como un monje ilustre porque miraba dentro, no se quejaba y no albergaba odio.

La historia de arriba nos permite comprender que mirando dentro, viniendo de lo más profundo del corazón, con tolerancia y generosidad, sinceridad y desinterés, es realmente un reino bien alto. Los monjes ilustres no han tenido quejas ni odio, sus palabras eran calurosas y sus acciones eran para el beneficio de los seres conscientes. Deberíamos sentirnos avergonzados en comparación. Cuando encontramos conflictos, tratamos de buscar excusas; cuando afrontamos obstáculos, nos enojamos y nos quejamos; cuando nos encontramos con desastres, los evadimos sin vacilación. Todos estos son conceptos humanos que necesitan ser cambiados fundamentalmente. Si no cambiamos estos conceptos de egoísmo y mal gusto, llegar al nivel de Fo sería solo hablar de cosas sin valor. Shifu dijo:

“Hoy en día, la gente es justamente así; cuando se encuentra con un problema, primero evade su responsabilidad, sin importarle si tienen la culpa o no”. (Zhuan Falun, Lección Cuarta, “Elevar el xinxing”)

La característica fundamental de la gente moderna de hoy día es la de evadir responsabilidad, mientras que mirar dentro es el criterio básico de un cultivador.

En etapas diferentes, Shifu repetidamente enfatizó un tema, mirar dentro.  

Este párrafo del Fa nos permite entender que solo mirando dentro cuando afloran los problemas podemos ser practicantes de Dafa. De otro modo, no somos practicantes. Si no miramos dentro, no cumplimos los requisitos para ser practicantes. Aunque estudiemos el Fa todos los días y nos mantengamos ocupados haciendo las tres cosas, solo somos personas comunes haciendo cosas humanas. Esto no es cultivación, y nuestros esfuerzos serán infructuosos.  

Debemos comprender que el hecho de mirar dentro no es solo el criterio más bajo de nuestra cultivación, pero también el hecho que debemos adherirnos a él a través de nuestra cultivación. En otras palabras, debemos mirar dentro todo el tiempo. ¿Por qué necesitamos hacer esto? Porque debemos elevarnos en nuestra cultivación. Esto requiere que encontremos la brecha entre nosotros y el Fa, entre nosotros y nuestros compañeros practicantes, encontrar dónde no obramos bien, para que podamos mejorar y alcanzar a los otros. Solo haciendo esto podemos gradualmente cumplir los requisitos del Fa y asimilarnos con el Fa para poder llegar a la consumación. Para poder mirar dentro, debemos entender los estándares del Fa como también nuestro propio estatus. Cuando entendemos esto claramente, seremos capaces de reflejar el Fa y descubrir dónde está el problema. Claro, cuando vemos dentro, no debemos estar de acuerdo con la persecución o con los arreglos de las viejas fuerzas.

Tengo esperanza en aquellos que todavía no saben cómo mirar dentro, puedan incrementar su estudio del Fa. Después que las tres cosas se hayan hecho, durante el resto de tu tiempo, podrías leer literatura tradicional cultural para encontrar cómo la gente de gran virtud miraba dentro. De esta manera, naturalmente aprenderás a mirar dentro. Espero que todos esos practicantes, quienes, como yo, no han mirado dentro, puedan establecer una manera de mirar dentro. Cuando encontramos problemas, nuestro primer pensamiento debe ser el de mirar dentro. Solo haciendo esto podemos realmente lograr la cultivación genuina y esforzarnos vigorosamente. 

Información extra:

[El Geshe era un erudito lama rico del Tíbet. Estaba celoso de Milarepa y trató de mostrar que tenía más conocimientos que él. Milarepa le dijo que el mero conocimiento no es un gran logro. El Geshe por celos, le dijo a su concubina que mezclara veneno para asesinarlo]