[Minghui Net] Antes de obtener el Fa mi familia era muy pobre y yo sufría todo tipo de dolencias. Mis dos hijos iban a la escuela y mi esposo solía golpearme y abusarse de mí. ¡Nuestras vidas eran tan difíciles en aquel entonces!

A comienzos de 1999 conocí a una practicante de Falun Gong que me transmitió lo bueno que era Falun Gong. Me preguntó si yo quería practicar y aprendí los ejercicios con ella. Tres días después me recuperé de unas ocho o nueve de las enfermedades que sufría. Comprendí el principio de saldar las deudas de yeli (karma), entonces, cada vez que mi esposo me golpeaba sin motivo alguno yo ya no me sentí dolida y hasta lo traté con compasión. A partir de esto mi esposo comenzó a tratarme mejor y a apoyar mi práctica.

De día trabajaba en el campo y por la tarde y noche estudiaba el Fa. Solo dormía tres horas por día, y a veces menos. Sin embargo estaba llena de energía. Luego de practicar Falun Gong por cinco o seis meses solo reconocía los caracteres de verdad, benevolencia y tolerancia. Debido a que yo no podía leer Zhuan Falun me sentí tan ansiosa que lloré. Una practicante me dijo que recite “Falun Dafa es bueno; Verdad, Compasión, Tolerancia, es bueno”. Poco después de hacerlo mi cuerpo pasó por un tremendo cambio. Cuando meditaba mi hijo podía ver una columna por encima de mi cabeza. Shifu pudo ver cuánto deseaba ser capaz de leer los libros de Dafa, y me ayudó a leer paulatinamente el precioso libro Zhuan Falun. Yo solo puedo leer los caracteres de los libros de Dafa, no puedo leer los caracteres en otros libros.

Casi cinco meses después de comenzar a practicar, el régimen de Jiang comenzó la persecución a Falun Gong. Expuse, a cada persona con la que me encontré, los crímenes malvados perpetrados por Jiang Zemin y su pandilla. A cada lugar a donde iba le contaba a la gente la verdad. No tenía miedo en lo absoluto.

El 2 de octubre de 2003 cuatro oficiales de la oficina 610 y del cuartel policial irrumpieron en mi casa. Sin una pizca de miedo, le dije a la policía: “Yo recuperé mi salud simplemente recitando Verdad, Benevolencia, Tolerancia. Mi esposo también se recupero de sus enfermedades, y mi familia se armonizó. Sin embargo, ¿ustedes están en contra de tan magnifica práctica? ¿es acaso un pecado hacer cosas buenas y acumular virtud?”.

El cabecilla de la oficina 610 dijo: “Mi padre también practicaba Falun Gong pero dejó de hacerlo cuando sus superiores le prohibieron practicar”. De forma muy reacia, la policía me llevó al centro de detención.

En el centro de detención, le conté a los guardias y a los reclusos los hechos de Falun Gong. Al tercer día, un oficial de policía me interrogó y me hizo sentarme en una silla de hierro. Yo le dije: “Yo no debería estar encerrada aquí, tampoco debería sentarme frente a usted. Es un crimen acosar a una buena persona”. Lo miré fijamente con mucha rectitud. El tenía miedo de mirarme a los ojos y rápidamente me dejó regresar a mi celda. Ni bien comencé a recitar el Fa, tuve pensamientos rectos y se me concedió la sabiduría de los dioses. Me detuvieron por siete días y le conté la verdad a las personas por siete días. También validé Dafa.

Apenas me liberaron comencé a vender frutas confitadas. A la gente le gustaba comprarme y así escuchaban los hechos de la persecución. En este proceso, logré salvar a muchas personas.

Cada vez que llegaba un nuevo jefe policial al cuartel, yo iba y le aclaraba la verdad acerca de la persecución y le aconsejaba que renuncie al partido comunista. Una vez, le conté al nuevo jefe la verdad acerca de Falun Gong y lo ayudé a que pueda renunciar al partido comunista chino y sus organizaciones afiliadas. El me envió a casa personalmente en su automóvil y me dijo que estaba muy enfermo. Le dije que recitara “Verdad, Benevolencia, Tolerancia, es bueno” y le conté acerca de cómo yo me recuperé de las decenas de enfermedades que tenía recitando esta frase. Debido a que todos estos años persistí aclarándoles la verdad acerca de Falun Gong, la mayoría de los oficiales de policía gritaban: “Falun Dafa es bueno” cada vez que me veían.

Durante el festival Qingming en 2005, cinco oficiales de policía irrumpieron en mi casa mientras cocinaba. Me dijeron que debía acompañarlos a la estación de policía. Comencé a contarles acerca de los crímenes de Jiang Zemin y Luo Gan. En la estación de policía, me dieron una silla para sentarme. Yo continúe contándoles los hechos de la persecución. Al comienzo los oficiales de policía se pararon en una fila prolija. Luego se agacharon en la base de un muro, también prolijamente. Me escucharon lo que les dije con mucha atención. Esto transcurrió por varias horas. Yo me senté en la silla y sentí que era muy grande y alta.

En 2006 surgió un conflicto debido a que alguien había cortado y robado un enorme árbol de mi casa. Mi esposo y mi hijo fueron retenidos en el proceso. Muchas personas, así como los involucrados en el conflicto, estaban presentes en la escena. Yo les conté a todos la verdad acerca de la persecución y les ayudé a renunciar al PCCh. Pronto, mi esposo y mi hijo regresaron a casa. Aunque me robaron mi árbol, no me sentí mal para nada. No me molestan en absoluto los conflictos mundanos. Salvar a las personas es mi prioridad. Sin importar lo ocupada que esté trabajando en el campo, pongo los asuntos de Dafa antes que cualquier cosa.

Shifu dijo en Hong Yin II en “Ver la naturaleza verdadera”

“Cultivando firmemente Dafa con un corazón inamovible
Elevar el nivel es fundamental
Frente a las pruebas, la naturaleza verdadera se manifiesta
Completado el gong y alcanzada la perfección –fo, dao, o dios”.

Cada vez que nos enfrentamos con cosas, éstas son pruebas. Debemos validar Dafa en el momento crucial y mantener nuestro xinxing. Nos cultivamos en el periodo de la rectificación del Fa y esto no tiene precedentes.

Durante las Olimpíadas en Beijing de 2008, yo no tenía ningún volante de Falun Gong. Aprendí a escribir mis propias noticias e hice que mi hijo escribiera algunas también. Luego, fui a mostrarlas en lugares públicos. La situación se puso más intensa durante las Olimpiadas, pero yo no me conmoví. Mientras más severo se tornaba el ambiente, aún más debía salir a salvar a las personas. Distribuía cartas que había escrito a aquellos de la estación policial. Cuando los oficiales de la policía veían mis cartas se quedaban estupefactos. “Eres analfabeta, ¿pero pudiste escribir esto?”. Yo le respondi: “Los copié a mano”. De hecho, tenían un gran respeto hacia mi.

En el 2009 cerca de veinte practicantes de mi zona fueron arrestados. Continúe aclarándole la verdad a la gente a cerca de Falun Gong de forma abierta y digna. Algunos practicantes sospechaban de mí, pero yo no moví mi corazón.

Nunca me alejé de otros practicantes. Mi casa esta siempre abierta para todos los practicantes. Había una practicante que vivía en un pueblo continuo, su esposo estaba envenenado por la propaganda del régimen y le prohibía practicar. Fue golpeada casi hasta morir y dejó su hogar. Nadie se animaba a recibirla en casa, entonces la traje a casa y estudiamos juntas el Fa. También la ayudé a resolver sus problemas financieros. Shifu dijo en Hong Yin, en “En armonía con el Fa”:

La luz de Fo ilumina por doquier,
decoro y justicia rectifican y armonizan todo.
Esforzándose hacia delante juntos,
un futuro brillante se encuentra al frente.

Cuando les aclaro la verdad a los oficiales de la policía en el cuartel, me comporto tan naturalmente como cuando estoy en casa. En una ocasión, mientras me preparaba para ir a un cuartel, un practicante me visitó repentinamente. Le conté lo que planeaba y ella con pensamientos rectos inmediatamente me dijo: “Me gustaría ir también”. Y yo me alegré secretamente por su progreso en la cultivación.

Compramos algunas frutas y fuimos al cuartel. Comencé a aclarar la verdad a un oficial y le ayudé a renunciar al PCCh. Un oficial mayor le preguntó a la otra practicante: “¿Tú también practicas Falun Gong?”. Ella respondió: “Si, y Falun Gong es maravilloso. No deben ser engañados por Jiang Zemin y por sus seguidores. No actúen contra Falun Gong”. Este oficial mayor asintió con su cabeza constantemente y estuvo de acuerdo con ella. Otro policía me preguntó: “¿Acaso no nos tienen miedo?”. yo le respondí: “Si yo te tengo miedo, ¡quien te salvará entonces!”. Los oficiales se conmovieron por nuestra compasión. Todos en la oficina aceptaron renunciar al PCCh. Desde entonces, esta practicante se volvió mucho más tranquila al aclarar la verdad a la policía.

Cada vez que me enteraba que un practicante estaba siendo perseguido, hacía llamados desde el teléfono de mi casa para rescatarlo. Generalmente, llamaba a la oficina 610 del condado y a la División de Seguridad Nacional para aclararles la verdad. Ellos podían sentir que yo hacía esto por su bien, y así me mantuve lejos del peligro.

En 2009 un practicante fue arrestado. Muchos oficiales de la policía de los cuarteles policiales de mi pueblo y zonas y condados aledaños vinieron a mi casa. Pusieron los folletos de Falun Gong en mi jardín y quisieron destruirlos. Yo escondí Zhuan Falun y les dije: “Estos folletos son para que la gente los lea. ¡Atesorar estos folletos es como atesorar sus vidas!”. Entonces ellos prometieron atesorar los folletos.

Me llevaron nuevamente a la estación policial junto con otros tres practicantes. A los cuatro nos asignaron una habitación y comenzamos a ayudar a la policía a que renuncie al PCCh. Ellos aceptaron la verdad y dijeron “¡Falun Dafa es bueno!”. El supervisor me envío a casa.

Cada oportunidad para mejorar el xinxing no viene dos veces. La cultivación es un asunto serio, y para hacerlo bien en la cultivación uno debe atravesar la capa humana y abrir nuestros corazones cerrados. Cuando verdaderamente piensas en los demás, ya no eres una persona común. Cuando eres compasivo, los otros querrán renunciar al PCCh.

El 7 de mayo de este año, un practicante fue arrestado ilegalmente y llevado a una clase de lavado de cerebro. Junto con otros dos practicantes, fuimos a la clase de lavado de cerebro. Los oficiales de policía de la estación vinieron y nosotros les aclaramos la verdad inmediatamente. Renunciaron al PCCh también. Debido a que aceptaron la verdad, no nos enviaron al centro de detención. En cambio nos llevaron a la estación policial local, y nuevamente aclaramos la verdad a los oficiales de la policía allí y ellos nos enviaron a casa. El practicante que había estado detenido bajo custodia en la clase de lavado de cerebro fue asimismo liberado.

Al día siguiente, fuimos a la oficina 610 y al cuartel para pedirles que devuelvan la motocicleta y la bicicleta del practicante que habían confiscado. Nos dijeron que estos artículos estaban en otra estación policial. Entonces fuimos a la otra estación y pedimos hablar con el jefe del departamento policial. El oficial a cargo tenía miedo de decirnos. Nosotros sabíamos que eél estaba en algún lugar de la estación, entonces comenzamos a buscarlo desde el primer piso hasta el tercer piso mientras enviábamos pensamientos rectos. Finalmente lo encontramos y le aclaramos la verdad en su oficina. El nos escuchó extensamente y aceptó renunciar al PCCh, a la salida nos encontramos con otros policías y les aclaramos la verdad. En dos días fuimos a tres estaciones policiales y una clase de lavado de cerebro. En total, más de 40 personas denunciaron al PCCh. También hubo un pequeño paréntesis; en una de las estaciones un policía se topó con una persona poco razonable; él no pudo manejar a la persona y nos pidió a nosotros que le ayudáramos. Nosotros le aclaramos la verdad a esta persona y le dijimos cómo debería comportarse uno. Al final el asunto fue resuelto felizmente.

El 6 de junio salí con otra practicante a aclarar la verdad acerca de Falun Gong. A las 11a.m. nos llevaron forzadamente a la estación policial. Sin importar cuán difícil era la situación, aún aclarábamos la verdad y no dejábamos pasar a ninguna persona predestinada. El 9 de junio me llevaron a un instituto psiquiátrico. Les aclaré la verdad a los directores y a los médicos de la institución. Luego de escuchar la verdad me dejaron ir.

Por más de una década he pasado por tantos incidentes mientras al mismo tiempo resistí la persecución y salvé a la gente. En mi corazón, yo sé que en cada paso que tomé, Shifu estaba allí cuidándome. Todo lo que hice fue salir y usar mi propia voz para contarle a la gente la verdad acerca de Falun Gong. De hecho, es Shifu quien está salvando a las personas. Shifu quiere que nosotros salvemos a más personas urgentemente. Debo escuchar a Shifu y hacer bien las tres cosas que nos pide, y salvar  aún más seres concientes.