[Minghui Net] Cuando escuchaba que los practicantes en China estaban siendo perseguidos siempre acostumbraba a pensar, inconcientemente, y hasta discutir con otros practicantes que tenía que haber una gran falla en ciertos aspectos de su nivel de cultivación. De otra manera no habría tanta incidencia de practicantes arrestados. Entonces escuchaba algunos rumores sobre practicantes perseguidos que no cumplían con el estándar del Fa y consideraba que mi forma de pensar era razonable y justa.

Ahora me doy cuenta que esta forma de analizar las cosas es mirar hacia fuera y, hasta cierto punto, es aceptar la persecución de las viejas fuerzas contra los practicantes.  

Por supuesto, no estoy diciendo que no deberíamos señalar los problemas de los compañeros practicantes. Cuando se descubre un problema es mejor señalárselos personalmente. Si por alguna razón no podemos señalarlo personalmente, debemos enfocarnos en el problema específico en lugar de la persona específica y no esparcir comentarios entre los practicantes. Si el practicante con algún problema es perseguido, no deberíamos hacer énfasis en su problema, ni deberíamos señalar su problema. El hecho que están siendo perseguidos es una relación de causa y efecto, y no deberíamos, por descuido, agregar ni un poco de pensamientos negativos hacia el practicante. De otra manera nuestros comentarios se transmitirán a otros y podrían generar más tensión al practicante perseguido o, hasta podrían proporcionar una razón para que las viejas fuerzas persigan a otros practicantes.   

Hemos aprendido en el Fa que los problemas de los practicantes deberían ser arreglados en Dafa y que no tienen nada que ver con las viejas fuerzas. Cualquier cosa que sea forzada sobre nosotros por las viejas fuerzas es su crimen y pecado y no es reconocido por el Maestro y, por supuesto, tampoco por los practicantes de Dafa.

Por ejemplo, si una persona está en peligro y hay personas de buen corazón ayudándole, ellas definitivamente pondrán su pensamiento en salvar a la persona en lugar de quejarse de ella. Al tratar de salvarla, no se quejarán de cómo esa persona llegó a esa situación ni investigarán por qué está en esa situación. Cuando tratamos de rescatar a un compañero practicante, si nuestro pensamiento analiza mas de la cuenta las áreas donde el practicante perseguido se queda corto y enfatizamos más de lo debido las fallas que lo llevaron a ser perseguido, entonces no solo estamos rescatando superficialmente al practicante, sino que, en realidad, estamos ayudando a la viejas fuerzas. Las viejas fuerzas pueden ver que hasta los practicantes lo aceptan y de esta manera tienen más pretextos para perseguir.

En “20 Años enseñando el Fa”, el Maestro dijo,

“Si todos los Dafa dizi pueden estrujar juntos como una fuerza y hacen las cosas con pensamientos rectos muy plenos, piensen todos, recién esto son dioses en el mundo humano, ¡esto es tan aterrador para la maldad!”

Si pensamos y actuamos como lo mencioné anteriormente –no importa cuales sean nuestras intenciones– ¿cómo podríamos unir nuestra energía en un esfuerzo coordinado hacia el practicante perseguido?

Por lo tanto, cuando escuchemos de practicantes que están siendo perseguidos, creo que deberíamos poner como base el “examinarnos nosotros mismos”. Esto no es aceptar la existencia de las viejas fuerzas o el camino arreglado por las viejas fuerzas, ya que la herramienta mágica que el Maestro nos ha dado es “mirar hacia dentro”.

¿Qué clase de pensamientos humanos nos han afectado cuando escuchamos que un practicante está siendo perseguido? ¿Qué clase de nociones humanas aparecen? ¿Cuáles no cumplen con el Fa? Debemos eliminarlas en seguida. Inmediatamente debemos eliminar aquellas que no producen pensamientos rectos hacia el practicante perseguido, y no debemos difundir comentarios entre los practicantes.

Si hay practicantes cerca de nosotros que están siendo perseguidos, entonces debemos pensar si somos demasiado dependientes de este practicante, si hemos venerado a ese practicante, si hemos tenido lujuria por ese practicante o si hemos alejado a ese practicante. Si nuestra respuesta es “sí” a cualquiera de estas preguntas, entonces debemos preguntarnos: ¿Hemos tratado activamente de eliminar esa mentalidad?

En realidad, la aparentemente “enloquecida” existencia del mal (de hecho, el mal es muy frágil y hasta impotente), verdaderamente tiene que ver algo con el nivel de cultivación de cada practicante individual. Trata de preguntarte: ¿Le he dado suficiente importancia a estudiar el Fa diligentemente? ¿Le he prestado atención a enviar pensamientos rectos cada  hora y eliminar directamente las cosas perversas? ¿He sido diligente en hacer los ejercicios cada mañana? ¿Le he puesto atención a clarificar la verdad personalmente y en salvar seres conscientes? ¿Le he puesto atención a cultivarme?

De esta manera, al examinarnos y purificarnos, la materia que aportamos a otros practicantes ya no será pegajosa. En lugar de eso cultivaremos los pensamientos rectos al transformarnos constantemente de acuerdo al Fa.

De hecho, como practicantes que estamos a punto de obtener el gran estado de fruto, nosotros debemos cambiar verdaderamente nuestra mentalidad y no deberíamos analizar los problemas que estamos enfrentando con el criterio de la gente común. Tenemos que sobrepasar la forma de pensar de la gente común, dejar que los pensamientos divinos dominen nuestra mente y apoyar a los practicantes perseguidos con pensamientos rectos.