[Minghui Net] Estoy llena de recuerdos alegres al llegar el 20º aniversario de la introducción de Falun Gong al mundo. Fui lo suficientemente afortunada como para haber estado cerca de Shifu varias veces y escuchar sus lecciones. Bajo su protección compasiva he estado practicando Falun Gong por 20 años extraordinarios. A través de la práctica he podido restaurar mi salud y purificar mi mente, que estuvo una vez envenenada por la propaganda del partido comunista chino. Quisiera compartir mis historias con los compañeros practicantes. 

Shifu curó mi enfermedad antes de que comenzara a practicar Falun Gong 

En la mañana del 17 de septiembre de 1992, vi a un colega practicando un tipo de qigong en los bosques cerca del auditorio de la Universidad de Jilin. Me dijo que el Maestro de qigong se encontraba ahora curando las enfermedades del personal de la universidad. Fui hacia allá rápidamente y encontré a treinta personas que todavía estaban en línea esperando su turno. Me uní a la fila y vi a Shifu. Parecía como si tuviera veinte años. Era alto, bien parecido, y afable, pero su presencia evocaba respeto. Había un enorme campo de energía que me atraía hacia él. 

Cuando llegó mi turno Shifu dijo: “Dime una sola enfermedad que quisieras que te fuera curada”. Inmediatamente me pregunté si decía eso porque la gente que vino antes que yo era un poco codiciosa y pedía que le curaran múltiples enfermedades. Luego descubrí que Shifu había prometido curar una sola enfermedad por persona. Apunté a mi cabeza ya que sufría de dolores de cabeza. Instantáneamente sentí como si me halaran una cinta de la cabeza. Shifu me tocó el hombro y dijo: “¡Listo!”. Giré mi cabeza para verificar lo sucedido. El dolor se había ido realmente. Le pregunté a un profesor llamado Wang sobre Shifu y descubrí su nombre y que el qigong que enseñaba se llamaba Falun Gong. Nunca olvidé este encuentro fortuito. Fue una oportunidad tan valiosa para mi. ¡Debo tener una gran relación predestinada con Shifu y Falun Gong! Así que me volví un practicante de Falun Gong y dejé todas las otras prácticas de qigong. 

Fotografía con Shifu 

En la mañana del 25 de junio de 1993, luego de que concluimos la práctica grupal de ejercicios de Falun Gong en el edificio de tecnología de la Universidad de Jilin, muchos regresamos a casa rápidamente para desayunar e irnos al trabajo. Luego de que un practicante de Falun Gong y yo nos encargáramos de mover una bandera y materiales introductorios de Falun Gong, un asistente de Falun Gong nos pidió quedarnos y tomarnos fotografías con Shifu. ¡Me sentí felizmente sorprendida! No tenía idea que Shifu había llegado a Jilin. Aquellos practicantes que no se habían ido todavía ya estaban formando una línea en el pasillo del edificio. Me paré al final de la fila y miré a Shifu parado con sus manos sobre su abdomen. Con una mirada serena, posó para fotografías con nosotros. Luego, intercambiamos saludos. Las palabras fallan para describir lo emocionada que estaba. Yo también quería saludar al Maestro, pero no quería ocuparlo. Me mantuve de lado, viendo a los compañeros practicantes mientras disfrutaban este maravilloso momento. 

Luego, el asistente del sitio de práctica me contó que Shifu había llegado al sitio de práctica hace ya tiempo, pero había pedido no interrumpir la práctica grupal. Corrigió los movimientos a algunos practicantes durante la práctica, pero algunos practicantes ni se dieron cuenta. Shifu personalmente seleccionó este sitio de práctica y lo limpió para nosotros. Esos practicantes con el tianmu abierto vieron un Falun gigante protegiendo el lugar, y los Fashen de Shifu nos protegían desde arriba. El sitio estaba lleno de luz roja. No era un sitio de práctica común; era un sitio para la cultivación. Durante los próximos siete años, se crearon cinco sitios de práctica adicionales por practicantes de este lugar. 

 

Shifu se une a un panel de discusión en la Universidad de Jilin

 Luego de la práctica grupal matutina el 28 de abril de 1994, dos compañeros practicantes me invitaron a unirme a un panel de discusión del Grupo de Investigación de la Ciencia Humana en la Universidad de Jilin a las 8:30 a.m. A Shifu también lo invitaron al evento. A las 8:30, el líder del grupo de investigación y asistentes de Falun Gong de la universidad entraron a la sala con Shifu. La audiencia de aproximadamente veinte personas se paró para recibirlos con un aplauso. Los investigadores y científicos hicieron preguntas académicas, pero yo no entendí de qué estaban hablando. 

Veía a Shifu prestar atención a cada presentador. A veces asentía con la cabeza, y a veces sólo escuchaba. Respondía todas las preguntas de manera sincera y humilde, les hablaba como si fueran iguales, nunca interrumpía a nadie, y nunca forzaba su opinión sobre nadie. Era muy educado. Hasta el día de hoy, todavía recuerdo la imagen de Shifu apuesto, generoso y agraciado. Es un modelo a seguir para todos.

Escuchando las lecciones de Shifu 

Un día acababa de retornar de un viaje de negocios cuando un practicante me dijo que Shifu estaba enseñando el Fa en el Auditorio del Comité de la Provincia de Jilin. Fue la cuarta vez que Shifu enseñó en Changchun, provincia de Jilin. Le rogué a un practicante, Yingzi, que me consiguiera un ticket. Entonces me uní a la clase ese mismo día. Me uní a la clase desde la mitad, así que no tenía un buen entendimiento de Fo Fa. Sin embargo, sentí que Shifu era cálido, afectivo y considerado. Cargaba consigo una poderosa energía que me atraía, y siempre usaba palabras simples que me facilitaban entender sus lecciones. Escuchaba atentamente, y descubría muchas cosas que nunca había escuchado antes sobre la cultivación, los apegos, el xinxing, buscar internamente, la cualidad de iluminación, etc. No pude absorber todo de una vez, y tuve que faltar el último día porque tenía otro viaje de negocios. 

Aun cuando no tenía todavía un entendimiento profundo de los significados del Fa, durante ese viaje de trabajo me di cuenta que lo que Shifu dijo en la clase es verdad. Antes no podía sentarme quieta por más de diez minutos, porque mis hombros se volvían tiesos y dolorosos, y la hiperostosis en mi columna cervical me presionaba los nervios. Esta vez, no tenía dolor de hombros durante el viaje en el tren. Más bien me sentía energética. Solía fumar una caja de cigarros al día, pero luego no podía fumar más. Tosía violentamente cada vez que lo intentaba, así que dejé de fumar luego de 30 años de adicción al cigarrillo.

También dejé de beber alcohol. Cuando me reuní con mis ex compañeros de clase en Tianjin, sentí que mi boca se quemaba cuando tomaba. Cuando trataba de tragar la bebida terminaba vomitando. No tenía otra opción que tomar bebidas gaseosas. Me preguntaron: “Solías tomar mucho, ¿Qué te pasó hoy?”. Les dije que había asistido a 8 días de clase de Falun Gong, y que Shifu nos dijo que dejáramos de fumar y beber si queríamos cultivarnos. Una vez traté de dejar de tomar y fumar pero fracasé. Me sorprendió que pude dejar de fumar y tomar fácilmente ahora que comencé a practicar Falun Gong. Mis compañeros de clase también estaban impresionados. 

No pude reaccionar intelectualmente a las lecciones de Shifu, pero los milagros que experimenté me produjeron un fuerte interés por Falun Gong. En poco tiempo ya había asistido dos veces a las clases de Shifu. Escuchaba atentamente sus lecciones que eran muy profundas. Obtuve diferentes entendimientos en cada nivel de cultivación. Me conmovió particularmente el aspecto de convertirse en mejor persona. Recordé los días de los años 60 cuando el PCCh plantó sus venenosos valores en mí. Por 43 años había seguido al PCCh, y participado en todos sus movimientos políticos. Una vez etiqueté a un compañero de clase como de derecha y causé que perdiera al amor de su infancia. Luego que se graduó de la escuela lo exiliaron a una región del desierto donde permanece hasta el día de hoy. Yo por otra parte, me convertí en miembro del PCCh y construí mi felicidad a partir de su miseria. No podía tranquilizar mi conciencia. No podía continuar viviendo de esa manera mi vida. 

Por 43 años fui atea. No creía en la retribución ni le tenía ningún miedo. Una vez fui responsable de matar pollos y pescado para la comida. También mataba vacas y cochinos en el trabajo. En las clases de anatomía, maté muchas ranas, ratas y conejos. Me sentía muy orgullosa de mi trabajo de carnicería. Sentía que era un símbolo de mi fuerza física y habilidades, y me sentía poderosa y fuerte al tomar estas vidas. 

Sin embargo, la retribución vino rápidamente, y comencé a sufrir de dolores en la parte baja de mi espalda. No me podía mover mientras estaba en la cama, y no podía dormir. A veces me daban inyecciones para calmar el dolor. Me habían transferido a diferentes hospitales en varias ocasiones. Tuve cirugías que requerían anestesia general y local. Una vez estuve en cama durante tres años. Había sufrido una infinidad de enfermedades antes de retirarme. 

No fue sino hasta que comencé a practicar Falun Gong que supe que había sufrido debido a la retribución. Shifu dijo:

“El yeli producido por los actos malos cometidos por el hombre en el pasado es lo que causa las enfermedades o las tribulaciones. Al padecer sufrimientos, uno justamente está pagando deudas del ye; por eso nadie puede cambiarlo al azar, pues cambiarlo equivale a que las deudas no necesitan ser pagadas; tampoco se puede hacerlo arbitrariamente, de otro modo, equivale a hacer cosas malas”. (Zhuan Falun) 

¿Cómo podía tener una vida pacífica después de todas mis malas acciones? ¿Acaso la infinidad de enfermedades no se usan para validar la ley celestial? Para dejar de hacer maldades, debo estudiar bien los libros de Shifu. Shifu dijo:

“Por ejemplo, nuestra gente común tiene toda clase de corazones que no son buenos y, por sus intereses personales, ha hecho todo tipo de cosas malas; entonces adquiere esta clase de materia negra––yeli. Ésta tiene una relación directa con nuestro corazón; si quieres eliminar esta cosa no buena, primero tienes que dar un giro a este corazón tuyo”. (Zhuan Falun)

Para convertirme en una persona saludable física y mentalmente, debo mejorar mi xinxing y detener los malos actos. Una persona perfectamente saludable tiene que ser alguien que se rige por un alto estándar moral. Para ser una buena persona, debo seguir todos los aspectos de las enseñanzas de Shifu.

El 13 de Mayo de 1992, Shifu comenzó a impartir la ley del universo y cambió nuestras vidas. No sólo he ganado salud física sino espiritual. Sin importar lo que pase, seguiré los requerimientos de Falun Gong. Nunca cambiaré mi convicción.