[Minghui Net] Mi padre ha tenido mala salud desde niño. Ha sufrido muchas enfermedades incluidas tuberculosis, gastritis crónica, y ataques nerviosos. A comienzos de 1990, cuando la practica de qigong estaba en su pico de popularidad, se volcó al qigong para sanarse. Pero nunca logró curarse de ninguna enfermedad hasta que comenzó a practicar Falun Gong en 1996. Las enfermedades que lo habían aquejado por casi 40 años desaparecieron sin ningún tratamiento médico. Desde entonces el ha perseverado en la practica con una fe constante.
En esa época era funcionario del gobierno encargado de la compra de bienes. Muchos clientes que querían venderle sus bienes lo visitaban en privado. El nunca aceptó los regalos que le traían ni el dinero que le ofrecían por adquirir sus bienes. Algunas personas dejaban regalos en nuestra puerta cuando el no estaba en casa, pero el siempre los devolvía. Algunos de sus clientes pensaban que el motivo por el cual el devolvía los regalos era porque no estaban a la altura de su gusto. Cuando les dijo que no los aceptaba porque practicaba Falun Gong, ellos comenzaron a tener un profundo respeto por Falun Gong.
Cuando la persecución a Falun Gong comenzó en 1999, mi padre fue un blanco de persecución debido a su alto puesto. Los oficiales de la policía local venían una y otra vez a nuestra casa a amenazarnos. Saquearon nuestra casa muchas veces y enviaron a mi padre a un centro de lavado de cerebro. Estaba encerrado en una jaula de hierro en la policía local, pero a esto le decían “arresto domiciliario”.
En ese entonces yo estaba desconcertada por su perseverancia en practicar Falun Gong a pesar de la persecución que sufrió. El dijo: “Mi servicio como funcionario de gobierno no es para obtener ganancias personales. Yo hago mi trabajo para poder ofrecerle un servicio público a la gente. Lo que yo hice fue simplemente hacer bien lo que supuestamente debo hacer en mi puesto. Para mi, no hay diferencia entre ese puesto o cualquier otro.” Sus palabras me maravillaron, pero supe que lo que el había encontrado era mucho mas significativo que le otorgo la sabiduría para restringirse de la búsqueda de puestos mas altos, fama, intereses personales y dinero.
Cuando me gradué de la Universidad, tan solo mi madre me fue a buscar en la estación de tren. Con la ayuda de mi madre, cargué el equipaje a casa y en mi mente me quejaba de que mi padre no esté allí.
Cuando llegué a casa, vi la caja de la TV y del mueble de la computadora vacías. La policía había saqueado nuestra casa y yo estaba atónita. Le pregunté a mi madre qué había ocurrido. Mi pregunta la angustió y comenzó a llorar, y me contó todo lo que había estado pasando. Mi padre había sido arrestado, nuestra casa saqueada, y la policía se llevó casi todo, incluyendo la televisión. Ella no me contó todo esto antes para no afectar mis estudios.
Cuando estuvo detenido lo enviaron a juicio muchas veces. El apeló pero fue rechazado. Luego apeló nuevamente; y aunque su abogado presentó una defensa concreta y convincente, y el juez y los fiscales no tenían palabras para rebatir; mi padre fue sentenciado de todas formas a tres años de prisión.
Cada día con mi madre estaba plagado de dolor y parecía ser tan largo como un año. Muchos practicantes de Falun Gong que nunca habíamos conocido antes vinieron a nuestra casa y con una profunda sinceridad nos expresaron su preocupación por mi padre, y ayudaron a mi madre en sus momentos más difíciles. Algunos tomaron la iniciativa de ir a la estación policial para solicitar la liberación de mi padre mientras que otros nos ayudaron en nuestra vida diaria. Algunos nos dejaron frutas en la puerta y se retiraron sin decir palabra. Su bondad trajo calidez a nuestra casa y nos alivió de la ansiedad y la angustia.
El tribunal no lo procesó hasta 20 meses después de haber sido detenido. Cuando finalmente pude ver a mi padre luego de tanto tiempo, su noble y pacífica presencia fue evidente cuando le describió al juez la verdad acerca de Falun Gong: “Falun Gong ha sido juzgado erróneamente. Por favor restauren la reputación del fundador de Falun Gong. Falun Gong es recto”.
Se apenó al ver que el juez no pudo mantener la dignidad de la ley. Y se preocupó porque el juzgado fue incapaz de hacer valer la justicia, y estaba indignado de que la policía haya ignorado la ley.
Pude ver su apertura mental y su noble naturaleza. La abrumadora rectitud que demostró en esa ocasión conmovió mi alma y me hizo llorar. Solo sentía respeto y admiración hacia él en ese momento.
Cuando el proceso terminó, seguí al patrullero que llevaba a mi padre a prisión por la entrada del jardín. La escena que vi ese día quedará grabada en mi mente por siempre. Entre el frío penetrante del viento cientos de practicantes de Falun Gong estaban parados a un lado de la calle para saludar a mi padre. Debido a que el tribunal prohibía que los practicantes estén presentes en el proceso, ellos decidieron demostrar su apoyo parándose en silencio en el viento frío para protestar por la persecución de las autoridades hacia mi padre. Algunos estuvieron parados por más de cuatro horas. Había practicantes de todas las edades y oficios, y no se conocían entre sí. Estaban allí con el solo propósito de esperar a mi padre.
En silencio le hablaban a las autoridades: “Aquellos con poder político ya no tienen conciencia y privan al hombre común al no hacer valer la justicia y el imperio de la ley, utilizándola en cambio para dañar la naturaleza humana”. Lo que hicieron los practicantes ese día demostró su espíritu inquebrantable, su convicción en mantener la fe en las verdades del universo, y su invencible fuerza de voluntad que vence a cualquier ataque.
Mi alma estaba tan conmovida por el coraje magnificente que demostraron, y por sus espíritus inflexibles, que me chorreaban las lágrimas.
El espíritu de Falun Gong conmovió profundamente a mi familia y parientes. Luego de esto, muchos de ellos comenzaron a informarse acerca de la verdad de Falun Gong y comenzaron a darse cuenta de la naturaleza malvada del partido comunista chino (PCCh). Todos nosotros hemos renunciado al PCCh y a sus organizaciones afines, y once de nosotros hemos comenzado a practicar Falun Gong. Como mi padre, nos convertimos en cultivadores de Falun Dafa y caminamos la vía de retorno a nuestros seres originales con una determinación inexorable.
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Categoría: Salvaguardando Falun Dafa