[Minghui Net] Yo comencé a cultivarme en Falun Dafa en abril de 1997. Durante los pasados casi 14 años, no solo yo, sino también mis familiares y amigos se han beneficiado muchísimo con Dafa. Lo que sigue es solo un ejemplo.
Mi hijo mayor era alcohólico y se le había diagnosticado fase terminal de cirrosis al hígado en 2005. Fue hospitalizado muchas veces, sin embargo nada podía curarlo. El 14 de octubre de 2008 su condición repentinamente empeoró y comenzó a mostrar síntomas serios. La mayor parte de su cuerpo (incluyendo sus cuatro miembros y su cabeza), se hincharon. También tenía dificultad para respirar. Fue enviado al Hospital Afiliado de Sanke, pero los médicos sugirieron llevarlo al Hospital Nº 1 de la de la Universidad de Medicina de Harbin, ya que su condición era muy seria. Poco después de llegar al hospital se nos informó que su condición era crítica. Los médicos lo transportaron a la ICU (Unidad de Cuidados Intensivos) y lo prepararon para colocarle un respirador.
Se nos dijo que las posibilidades de que sobreviviera eran muy pocas. Cuando su hermana supo de esto, empezó a suplicar a los médicos: “Ustedes ven que no puede ser salvado. No queremos que se quede en la ICU. ¡Por favor déjenlo que deje este mundo rodeado de sus familiares!”. Los médicos aceptaron finalmente e hicieron los trámites para una sala de pacientes en condiciones terminales. Para entonces, él estaba ya inconsciente e imposibilitado para moverse. Se necesitaron cuatro enfermeros para atenderlo durante la noche. Se le proporcionaron los mejores medicamentos, pero no vimos señales de recuperación después de días de esfuerzo. Su presión arterial se mantuvo muy baja en 63/34.
La mañana del 17 de octubre, el médico que lo atendía habló con nosotros, diciendo: “Las condiciones de este hombre son muy delicadas. El medicamento que se le está proporcionando en este momento es muy bueno, pero también es muy caro. Si la administración se detiene, inmediatamente todo acabará para él. Estamos preocupados por todos ustedes. No queremos que al final de cuentas pierdan tanto a su familiar como a su dinero. Sin embargo, ustedes tienen que tomar la decisión de suspender el tratamiento”. Nosotros rechazamos esta sugerencia. Pasaron otros tres días. El jefe de cirugía habló con nosotros nuevamente sobre suspender loas medicamentos. En ese momento uno de los amigos de mi hijo estaba presente. Él le preguntó al médico: “¿Cuáles son las posibilidades de que sobreviva?”. El médico dijo: “Aproximadamente 1%”. Entonces yo le pregunté al médico: “¿Si continuamos con la medicina que pasará?”. El médico dijo: “Sobrevivirá de 3 a 5 días mas”.
Todos nos sentimos muy frustrados e impotentes. Parecía que no quedaba nada más por hacer más que preparar el funeral. Se compró el traje para el sepelio y se bañó y preparó su cuerpo. Alrededor del anochecer llegaron todos los parientes. Hasta el personal del servicio funerario llegó y esperó tras la puerta.
Precisamente en ese instante me acordé de las nueve palabras. Murmuré a su oído, “¡Falun Dafa hao! ¡Verdad-Compasión-Tolerancia hao!”. Recité esto tres veces y pareció que estuvo un poco más estable. Ya eran las 10 p.m. y mi hija me pidió que fuera a casa a descansar, ¿pero cómo podía irme? Llegué al hospital alrededor de las 6 a.m. la mañana siguiente. En el momento en que entré en la sala, ¡quedé totalmente sorprendida y no sabía si llorar o reír! ¡Mi hijo estaba completamente recuperado y sentado en la cama! Su padre y yo entramos a la sala. El estaba muy contento. Le dije: “Hijo, ¿estás bien ahora?”. ¡El contestó que si! Le dije que la noche anterior había recitado las nueve palabras en su oído tres veces. Inmediatamente repitió esas palabras. En ese momento sonó su celular y ¡pudo contestar el mismo! Más gente se juntó en la puerta y todos dijeron que era un milagro. Mi hijo más joven nos dijo que su hermano había recuperado la consciencia alrededor de las 3 a.m. esa mañana, y dijo: “Xiaomin, ayúdame a ponerme la ropa. Vamos abajo. Iremos al mercado a comprar algunos rábanos verdes”. Su hermano le dijo: “Es muy temprano y no hay nadie en el mercado todavía. Le pediremos a nuestra hermana mayor que vaya más tarde. ¡¿De verdad crees estar en condiciones de ir al mercado?!”.
¿Por qué tuvieron lugar estos tremendos cambios en el estado de salud de mi hijo 5 horas después de recitar esas 9 palabras a su oído? Solo hay una respuesta. Es el poder de Dafa que salvó a mi hijo. Es nuestro gran Maestro que le dio a mi hijo una segunda oportunidad.
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Categoría: El poder divino de Falun Dafa