[Minghui Net] Lo siguiente son dos historias reales que deseo compartir con los compañeros practicantes. Había un padre que llevó a su hijo a caminar cerca de un gran río. De repente, el niño que caminaba detrás se cayó a la rápida corriente del río. El padre ni siquiera se lo pensó y saltó al río siguiendo el sonido de la voz de su hijo. El niño fue rescatado finalmente por alguien que pasaba cerca. Sin embargo, debido a que el padre no sabía nadar y el agua estaba muy fría, desgraciadamente se ahogó.

En la región sur de Alaska, cuando el cauce de un río se secó por falta de lluvia, una familia de leones de montaña migró a otra área. La leona descubrió que su cachorro no estaba. Siguió el sonido del pequeño cachorro y encontró que se había caído accidentalmente cerca del borde de un acantilado. Gimiendo por su madre, el cachorro estaba tan cerca del borde del acantilado que las piedras empezaron a rodar hacia abajo. Varios leones adultos miraron al cachorro y se preguntaban cómo ayudarlo, solo para decidir finalmente que cualquier esfuerzo sería inútil. La madre leona, sin embargo, no se rindió. Después de tomar la valerosa decisión de bajar y salvar a su cachorro, dio cada paso con gran cuidado. Con cada paso, caían más piedras, hasta que estuvo justo en el borde del acantilado. Con gran dificultad, pudo finalmente acercarse lo suficiente a su cachorro para tomarle en su boca, y juntos regresaron a salvo.

La primera historia manifiesta el más alto reino del amor de un padre. En ese momento, el padre pensó sólo en su hijo. Ni siquiera pensó en si sabía o no nadar, ni tampoco pensó en si moriría o no. Este fue un gran padre.

La segunda historia refleja el amor maternal en el reino animal. Tal como que el cachorro se enfrentaba al peligro, la madre leona se enfrentaba al peligro de caer por el acantilado. Aún así decidió intentar salvar a su cachorro. Pensó que la vida de su cachorro era más importante que la suya.

Siento que, como discípulos de Dafa del periodo de la rectificación del Fa llevando a cabo la misión de asistir al Maestro para salvar seres conscientes, cuando nos encontramos con la prueba de vida y muerte, cuando nos enfrentamos con la necesidad de coordinar para rescatar a practicantes encarcelados, cuando nos encontramos con seres conscientes engañados, lo que hacemos en ese momento debería ser aún más grande que el reino de amor de ese padre y de esa leona. Los seres humanos y los animales son capaces de expresar un reino desinteresado. Nosotros somos los grandes seres iluminados del futuro universo, entonces ¿cómo vamos a examinarnos y conducirnos a nosotros mismos?

Revisemos juntos las palabras del Maestro:

“Una persona malvada es dominada por el corazón de la envidia. A raíz de su egoísmo y despecho personal, se queja que no le tratan justamente".

"Una persona virtuosa siempre mantiene un corazón de compasión. Sin ninguna queja ni odio, toma la dificultad como alegría".

"Un ser iluminado no tiene ningún apego en el corazón. Él contempla tranquilamente a la gente mundana extraviándose en las ilusiones”. (“Grado de conciencia”, Escrituras esenciales para mayor avance)