En "Los Dafa dizi tienen que estudiar el Fa", enseñanza de Shifu en el Fahui de Washington DC 2011, Él dijo:
"Cuando algunos leen Zhuan Falun, los pensamientos no están concentrados, están pensando en otras cosas, no pueden concentrarse en el xiulian. Esto equivale a desperdiciar el tiempo; no solo desperdiciar el tiempo, originalmente este es el momento para elevarse, pero si piensan en problemas u algunos asuntos que no se deben pensar, no solo no se han elevado, sino que están cayendo. Si no estudian bien el Fa, muchas cosas no se pueden hacer bien".
La siguiente experiencia me dio una comprensión más profunda del Fa. En el pasado, no estaba concentrado cuando estudiaba el Fa. Mientras leía, mi espíritu estaba divagando en otras cosas. Yo sabía que no era lo correcto, pero no pude cambiarlo. Como no podía concentrarme, no hacía bien las tres cosas. Shifu me dio ciertas indicaciones. Un día, en un sueño, vi un tren que llegaba y otro practicante me tiraba para que yo subiera. Cuando me desperté, no entendí plenamente el significado del sueño. Me vanaglorié frente a una practicante local y le dije que yo mismo había subido al tren. Sólo cuando hace unos días tuve una mala caída, fue que finalmente mi espíritu se volvió claro sobre mi estado de cultivación.
A través de esta experiencia, miré y descubrí los siguientes apegos humanos:
1. Yo estaba lleno de egoísmo y tenia numerosos miedos. Me sorprendí al pensar que había trabajado muy duro en estos diez últimos años. Si me arrestaban, iba a perder la oportunidad de cultivarme. Tenía miedo de perder mi cuerpo humano, miedo de las dificultades, miedo de no ser entendido por los demás, miedo de ser injuriado y tenía miedo de perder la cara frente a los demás. Debido a esos miedos, estaba impaciente cuando aclaraba la verdad, no era sincero y elegía a quién quería aclarársela.
2. Cuando aclaraba bien la verdad, la gente renunciaba al Partido Comunista Chino, tenía inmediatamente la mentalidad de mostrarme y comportarme fanáticamente.
3. Me validaba a mi mismo. Un día, mientras clarificaba la verdad a un jefe de policía, en vez de validar el Fa, hablé de mi y de mis capacidades y he seguido así. Sólo había dos practicantes en la región donde vivo. La otra practicante era budista laica e iletrada, antes de practicar Falun Dafa. Le he enseñado a leer palabra por palabra. Ella puede leer ahora, pero muy lentamente. Ahora, intento evitarla y prefiero estudiar el Fa solo. Esta mentalidad de mirar a los demás desde arriba, estaba lejos de las exigencias del Fa. Cuando descubrí esos apegos, me arrepentí de no haber escuchado las palabras del Shifu. Quise inmediatamente disculparme frente a la otra practicante.
Hace poco, tuve una mala caída, al punto de que uno de mis hombros se dislocó. Fue muy doloroso. Era incapaz de vestirme solo y sólo podía quedarme sentado en la cama. No me podía apoyar sobre nada y no podía dormir. Durante el día miré la serie de conferencias del Shifu. Ignorando el dolor, me vestí y salí lentamente de la casa. No pude encontrar a la persona en el sitio de práctica, entonces me fui al domicilio de la practicante para estudiar el Fa.
Después de las 5 p.m. la practicante me invitó para que me quedara a cenar. Cuando le llevé un montón de verduras para cocinar, me acordé inmediatamente que la última vez había cogido unas legumbres en el jardín de un amigo no-practicante sin decírselo. En ese momento, las palabras "Abriga altas aspiraciones, pero es cauteloso también en pequeños detalles". ("El Santo" en "Escrituras esenciales para mayor avance") me vinieron a la mente. He mirado dentro y pensé que coger legumbres sin preguntar era lo mismo que robar. Como practicante, debía seguir un criterio más elevado. Aunque fuera una cosa menor igual debía seguir las exigencias del Fa. Decidí que debía admitir mis errores frente a esa familia.
Mientras pensaba todas estas cosas, mi hombro dislocado repentinamente volvió a su cavidad. Era sólo como una bola que rodó e instantáneamente pude mover mi brazo. Pasó tan rápidamente que me quedé sorprendido sin poder decir nada. Después de un momento, dije a la otra practicante que estaba preparando la cena, que mi brazo había vuelto a la normalidad. Shifu empujó el hueso del hombro que entró en su lugar. De allí en adelante, pude hacer girar mi brazo. La practicante quedó muy sorprendida. He compartido con ella lo que me había pasado. Ambos hemos llegado a comprender hasta qué punto, mirar dentro de sí mismo, es precioso.
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