[Minghui Net] El 7 de diciembre de 2011 alrededor de las 9 de la mañana, fui a un área concurrida para repartir calendarios de mesa con información sobre Falun Dafa. Me acerqué a una mujer en bicicleta y le expliqué que Falun Dafa es bueno, le ofrecí mis mejores deseos y puse el calendario de mesa en su cesta. Inmediatamente alguien agarró mi brazo y sacó los calendarios de mesa. Entonces tres policías de civil me agarraron de los brazos y exigieron que fuera con ellos a la comisaría. Me di cuenta de que me habían seguido, pero entendía que no había hecho nada malo y que no debería cooperar con ellos. Así que grité: “¿Por qué me están arrestando?”. Mientras me empujaban a una furgoneta, grité a la gente alrededor: “¡Falun Dafa es bueno!”. Los policías trataron de silenciarme forzándome a entrar en la furgoneta y conduciéndome a la división de seguridad interna. De camino hacia allí, traté de explicarles a los cuatro policías por qué aprendí Falun Dafa y cómo me he beneficiado de ello. Expliqué cómo mis enfermedades habían desaparecido en unos meses después de empezar a practicar y cómo Falun Dafa enseña a la gente a ser buena.
Cuando llegué a la división de seguridad, me metieron en una habitación. Conocía a dos de los policías. Uno de nombre Xu había estado involucrado en perseguir a los practicantes de Falun Dafa y era muy malvado. Me calmé y pensé qué había hecho mal. Me di cuenta de que este era el momento para examinarme y eliminar mis apegos. Recordé que unos días atrás, mi marido, después de unas copas, dijo algo hostil sobre Dafa. No miré dentro en ese momento y tuve pensamientos y acciones malos. Una vez que me di cuenta de esto, le dije al Maestro: “Perdón Maestro, estaba equivocada. Cambiaré, pero hoy no puedo aceptar esta persecución”. Así que me calmé y empecé a enviar pensamientos rectos. Estaba determinada a no aceptar esa persecución.
Cuando la policía me interrogó, me negué a contestarles. Después intentaron forzarme a tomar una foto y cachearme. Registraron mi casa y confiscaron la identificación de mi marido. Encontraron algunas copias de materiales de Falun Gong e intentaron forzarme a firmar algunos documentos. Me negué. Les dije que no había hecho nada malo. Un policía llamado Ma trató de darme una bofetada. Usé mi brazo para bloquearle y recibí marcas rojas en mi mano. Me senté allí y envié pensamientos rectos. Me dije: “Sólo lo que el Maestro quiere cuenta. Ellos deberían sufrir debido a sus malas acciones”. Entonces Ma intentó encontrar un impreso para transferirme a un centro de detención, pero no pudo encontrarlo después de buscar en tres ordenadores diferentes. Incluso enviaron a alguien a otras comisarías para buscarlo, pero aún no pudieron encontrarlo. Después dijeron que irían sin el impreso. Mientras nos dirigíamos al hospital para hacer un reconocimiento, Ma se quejó de que tenía dolores en el pecho y el conductor se quejó de que tenía dolor en su pierna. Continué enviando pensamientos rectos. El médico de servicio que me vio era muy amable y le sonreí. Era de noche cuando estábamos listos para irnos, pero los policías insistieron en conducirme al centro de detención de todas formas. Pocos minutos después se perdieron. No llegamos allí hasta las 9 de la noche. Uno de los policías entró para registrarme mientras continuaba aclarando la verdad a aquellos que quedaban en el vehículo. Después una mujer policía volvió y dijo que tenía neumonía y que era contagiosa, así que el centro de detención se negó a admitirme. Tuvieron que llevarme de vuelta a la comisaría. Les dije: “No deberían haberme arrestado, soy una señora de 70 años. ¿Qué bien les hace? ¿Qué les ocurrirá a ustedes si el malvado partido cae?”.
Cuando volvimos a la comisaría, estaban todos cansados. Alrededor de medianoche, Xu se fue. Entonces Ma me llevó a la furgoneta y fue a la parte de atrás para hacer una llamada. La mujer policía me preguntó si tenía frío. Le dije que no tenía frío y en realidad me sentía muy cálida. Le pedí que tocara mi mano. Estaba impresionada: “¿Tengo mucho frío y tú no a tu edad? ¿Por qué no me envías algo de gong?”. Entonces, llamaron a mi hijo para que me recogiera. Me iluminé realmente a la enseñanza del Maestro: “Con los dizi repletos de pensamientos rectos, el Shifu posee el poder de llevarlos al Cielo”. (“Bondades entre el Shifu y los dizi”, Hong Yin). También me doy cuenta de que más y más gente está despertando cuando son tocados por Dafa. Viviré según los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia mientras camino por mi sendero diligentemente y regreso a casa con el Maestro.
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