[Minghui Net] Cuando recientemente leí un artículo me sentí muy conmovida.

Como mujer joven, leí muchas novelas. En ese tiempo, quería experimentar el enamoramiento a primera vista. A menudo me imaginaba en historias de amor, y me sumergía en historias de amor que tenían altibajos. Empleaba mucho tiempo soñando despierta. Ahora, mirando atrás, ¿eran esos pensamientos obscenos? La idea de exponer el apego de lujuria es vergonzosa para una señora, sin embargo, como practicante tengo que tratarlo seriamente.

El Maestro dijo en Zhuan Falun: “…materia y espíritu son lo mismo”. Pensé en esto por un tiempo. Además, todavía era joven; ¿por qué tenía insomnio? Debía estar relacionado con este apego. Cuando más tarde me convertí en practicante, parecía tener una actitud noble pero me afectaba el sentimentalismo del mundo humano, e incluso a veces me volvía confundida como resultado. Todo se reducía al hecho de que estaba profundamente cubierta por mis nociones postnatales, las cuales me impedían discernir lo correcto de lo incorrecto. Pensando sobre mi pasado, me preguntaba cómo había acumulado esas nociones desviadas. Quizá provenían de las novelas o revistas que leía antes, o de algunas series de TV románticas.

La lascivia es el peor de todos los pecados. El comportamiento obsceno provocado por la lujuria puede hacer fácilmente que la gente pierda demasiado de su preciada materia, especialmente el de, el cual es un “tipo de materia” (Zhuan Falun). Sólo enfatizando la virtud y acumulando de, puede uno tener buena fortuna. Cualquier asunto entre hombre y mujer llevará a que uno pierda de y reducirá la buena fortuna de uno. La razón de que uno encuentre infortunios en la vida puede ser resultado de haber cometido pecados por dejarse llevar en los asuntos eróticos. Uno quizá no se dé cuenta, pero todo se reduce al hecho de que cometer acciones malvadas resultará en retribución malvada.

En la superficie, dejarse llevar por el comportamiento obsceno no parece tan importante, pero como “la materia y la mente son la misma cosa” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Australia), tener pensamientos obscenos o incontrolados es el principio de la pérdida de la moralidad de uno. He leído cuidadosamente historias sobre el matrimonio y la vida familiar en la cultura tradicional. A menudo señalan el peligro de dejarse llevar por la lujuria, y que si uno quiere valorar el de, uno tiene que mantenerse alejado de la lujuria para tener buena fortuna.

En Sueño de las Mansiones Rojas, un taoísta mostró a Jia Rui un espejo para que viera la calavera en la parte de atrás del mismo, con el propósito de que dejara de tener pensamientos obscenos. Sin embargo, Jia Rui sólo miraba la superficie del espejo, y no podía resistir la tentación de las bellezas en el espejo. Como resultado, su alma fue llevada y así fue como terminó su vida.

En la dinastía Ming, Zhao Yongzhen observaba secretamente a las doncellas con lujuria en su corazón. Atraía a mujeres a su vecindario para que se divirtieran con él. Esto condujo a que las mujeres perdieran su pureza y tuvieran relaciones con él. Finalmente, el Cielo le castigó – el título que ganó como resultado de obtener una alta puntuación en un examen en su aldea le fue quitado. Afortunadamente, el emperador Wenchang avisó a Zhao en un sueño, y él sintió remordimiento por sus malas acciones. Más tarde, escribió un poema animando a la gente a que no tuviera pensamientos obscenos y no cayera en la prostitución. Acumuló virtud debido a eso y cuatro años después a la edad de 26, hizo el examen de nuevo, fue elegido y logró gran renombre.

No importa cómo cambie la sociedad, como mujer, una debería siempre tratar la pureza como algo bello. La virtud de una mujer reside en ser fiel y leal. En la sociedad de hoy, hay mucha tentación hacia la lujuria en todas partes, por ejemplo, en la TV, computadoras, anuncios, películas. En la sociedad caótica de hoy, si uno realmente puede mantenerse alejado de ello, ¡eso es verdaderamente preciado!

Hoy en día, la moralidad es muy baja. La gente no tiene nada bueno en sus corazones, y tratan la indulgencia lujuriosa como algo de moda. Por tanto, para que las mujeres sean puras, tienen que disciplinarse muy bien.

La belleza de una mujer reside en su corazón puro e inocencia. Para las mujeres que son fieles a sus matrimonios y a sus maridos, la felicidad seguramente las acompañará toda la vida.