Ayudando a la gente en mi trabajo a renunciar a su membresía con el PCCh

[Minghui Net] Comencé la práctica de cultivación a finales de octubre de 1995. Antes de la cultivación, tenía gastritis, dolor en las articulaciones, problemas ginecológicos, y enfermedad del corazón. En una semana de empezar Falun Gong, era una persona cambiada, sin ninguna enfermedad.

Después del 20 de julio de 1999 el partido comunista chino (PCCh) empezó la persecución a los practicantes de Falun Dafa. El secretario donde trabajaba, el director de recursos humanos, y niveles superiores de dirección me presionaron para que renunciara a mi práctica. Intenté aclararles los hechos de Falun Gong.

En octubre de 1999 mi jefe me trasfirió a una posición de aprendiz. En 2000 fui con un compañero practicante para pedir justicia por Falun Dafa en Beijing y fui detenida ilegalmente. Al regresar, mi jefe me prohibió volver al trabajo durante un año. Después de eso, me colocaron en el taller donde solía trabajar. En ese momento, mis apegos a la reputación y a la ganancia personal interferían conmigo, pero sabía que sin importar las muchas cosas materiales que había perdido, eran poca cosa en comparación con los beneficios que había obtenido de Dafa.

Consideré la persecución como una oportunidad para mejorar mi xinxing, para que pudiera dejar ir mis apegos. Después de que el Maestro publicó en 2004 un artículo sobre la importancia de renunciar a la membresía del PCCh, reconocí que nuestra cultivación había entrado en una nueva fase y que ahora necesitábamos salvar seres conscientes activamente y aclarar la verdad sobre Falun Dafa con el propósito de animarles a renunciar a su membresía del partido.

Tenía contacto habitual con casi 300 personas en los dos talleres donde trabajaba, así que tenía buenas oportunidades para aclarar los hechos e instarles a renunciar al partido. Los resultados fueron muy buenos. Hubo una persona a la que intenté convencer al menos seis veces. Finalmente entendió y accedió a renunciar a su membresía con el partido. Debido a que los practicantes son trabajadores, no se quejan, y son profesionales y productivos, mis compañeros querían escucharme, y me las arreglé para convencer al 95% de ellos aproximadamente, incluyendo directivos, a renunciar al partido.

Cuando no tenía claro el Fa, no me daba cuenta de que debía mirar dentro cuando me encontraba con dificultades. Ignoraba a aquellos que se negaban a renunciar a su membresía. Incluso me sentía resentida hacia ellos. No era compasiva y no recordaba que todos los seres conscientes están esperando para ser salvados.

A finales de 2006, fui transferida a otro taller. Inicialmente me resistía a ser transferida, porque la carga de trabajo donde estaba era muy ligera, y tenía tiempo para estudiar el Fa. Después de ser transferida, vi muchas caras nuevas y entendí que era el arreglo del Maestro para ayudarme a salvar más seres conscientes. Estaba realmente muy feliz. Supe que debía completar la responsabilidad de un practicante de Dafa donde fuera que estuviese.

Cuando mi ambiente de trabajo cambió, la velocidad a la que podía aclarar los hechos sobre Falun Gong aminoró. Tenía que hablar con cada persona individualmente. Además, estaba en el mismo lugar de trabajo que mi hermana mayor. Este era un gran inconveniente. Algunas personas hablaban con mi hermana después de que les urgía a renunciar al partido. Mi hermana intentaba presionarme y disuadirme para que renunciara a mis esfuerzos. De vez en cuando también me sentía amenazada por ella. Mi enfoque era confortarla y decir que todo estaba bien. Sin embargo, no me escuchaba y frecuentemente usaba palabras duras para agitarme.

Por ejemplo, el último verano aclaré los hechos a alguien del departamento de mi hermana. Le insté a abandonar el partido y le dije que el partido es corrupto y que persigue brutalmente a Falun Gong y extrae los órganos de los practicantes mientras están con vida. También le dije que el incidente de la “auto-inmolación” en la Plaza Tiananmen fue organizado por el gobierno. Al final accedió a abandonar el partido. Este hombre joven fue y se lo contó todo a mi hermana. Mi hermana vino a reprenderme y también le habló a mi marido del incidente. Mi marido estaba enfadado y me gritó y zarandeó. Al final, no quería continuar aclarando la verdad a la gente en el taller. He sido dominada por el corazón humano. Por un periodo de tiempo, detuve la tarea de ayudar a salvar seres conscientes.

El Maestro quería que fuera a este taller a ayudar a salvar seres conscientes, pero me detuve. Reajusté mi mentalidad. En ese tiempo no tenía claro el mirar dentro para encontrar mis propios defectos. Sabía que tenía un apego al miedo, así que traté de eliminarlo. Tome la decisión: “Nadie puede detenerme. Escucharé al Maestro y salvaré más seres conscientes”. Me pregunté: “¿Por qué vine aquí?”.

Unos días después, una vez más volví al esfuerzo de aclarar la verdad a mis compañeros de trabajo.

Ahora, básicamente todos los 200 empleados en donde trabajo han renunciado al partido. También fui a los lugares de trabajo cercanos para persuadir a la gente allí a que renuncien al partido. Al mismo tiempo, también hice uso de mi tiempo libre para ir a tiendas y paradas de autobús a hablarle a la gente sobre abandonar el partido. Al hacer eso, sentí profundamente que mientras tenga el corazón para salvar seres conscientes, el Maestro arreglará que la gente con relaciones predestinadas pasen delante de mí para que puedan ser salvados. Durante el proceso de aclarar la verdad, me encontré con mucha gente diferente. Mientras mi corazón sea recto y no se mueva por las manifestaciones superficiales, no tendré problemas. Ofreceré salvación a los seres conscientes de una manera recta.

Siento que los practicantes de Dafa están bendecidos para ser capaces de salvar a los seres conscientes. Esto es porque estamos cumpliendo nuestros votos históricos y estableciendo nuestra poderosa virtud. Durante la cultivación, sin importar cuantas tribulaciones encontremos, cuantas dificultades hemos sufrido, o cuantas cosas materiales hemos perdido, todo esto no es nada comparado con lo que el Maestro nos ha dado. Sólo podemos ser diligentes y hacer las tres cosas que los practicantes de Dafa deberían hacer.