[Minghui Net] Recientemente los practicantes de nuestra región han debatido sobre sus entendimientos de cómo ayudar a los compañeros practicantes. Algunos practicantes piensan que no deberíamos criticar a otros practicantes, especialmente aquellos que han estado presos. Si les señalamos sus brechas, los estamos criticando, lo que va a sumarles tribulaciones. Otro grupo piensa que todos los practicantes deben mirarse internamente de manera racional y también analizar las brechas de los otros. Hemos estado debatiendo acerca de estas dos visiones por seis meses. Aquí quiero compartir mi entendimiento. Por favor márquenme mis brechas.

Pienso que en cualquier momento, criticar o culpar a otros, muestra nuestro corazón humano. No debemos hacerlo, sin importar cuan grande sea la brecha o el error del otro. Sin embargo, esto no significa que no debemos indicarle sus brechas. Marcar las brechas y criticar son dos cosas distintas.

¡Cuán sagrada es la relación predestinada entre los compañeros practicantes! Hemos transitado incontables reencarnaciones e incontables dificultades, y algunos practicantes incluso prometieron recordarse mutuamente cultivar Dafa antes de venir al mundo humano. Nos volvemos a encontrar cuando Dafa se difundió. ¿No es nuestro objetivo cultivarnos juntos? Cuando un practicante comete un error si no se lo recordamos y simplemente ignoramos el problema, ¿Estaremos haciendo lo correcto para él? ¿Es eso ser responsable por nuestra cultivación? ¿Es eso verdaderamente por su bien? Entonces debemos indicárselo. La única cosa es que antes de decírselo, debemos mirarnos internamente primero: ¿Por qué he visto esa brecha? ¿Por qué tengo este tipo de corazón humano? Luego podemos de manera benévola y calma indicarle su brecha.

Una vez, cuando un compañero practicante me marcó una brecha, vi mientras estaba hablando, que apareció un claro corazón de diamante. Fue tan poderoso que desintegró mi brecha en ese instante.

Cuando otro practicante me marcó mi brecha con un fuerte resentimiento, vi una maza de espinas viniendo hacia mí. Por supuesto su corazón era amable. Su corazón era áspero, y a nivel molecular, tenía la forma del carácter chino de benevolencia. Mas tarde pensé que su corazón era bueno, pero solo su forma de expresarse fue inapropiada. La forma en la que habló puede herir a otros y podría ser sencillo para la maldad tomar ventaja de esto y crear separaciones entre los practicantes.

Un practicante que conocía a varios practicantes que estaban en prisión dijo: “Por un año no han estudiado lo suficiente el Fa. Mandaban pensamientos rectos menos seguidos aún. Ellos solo hacían cosas. Algunos otros practicantes pensaron que como todos tienen algunas brechas deberíamos tolerarlos. Pero cuando fueron arrestados, esos practicantes se dieron cuenta que esa tolerancia es ser irresponsable con otros compañeros practicantes”. De hecho pienso que tolerar las brechas de otros practicantes implica no tener apegos a sus brechas. No significa que seamos responsables junto con ellos.

Nadie puede cuidar todo en el proceso de validación del Fa. Necesitamos que todo el grupo trabaje junto para completar esta gran y sagrada misión. Por ende, el estado de cultivación de cada uno es muy importante. Solo cuando nos cultivemos bien a nosotros mismos y realmente establezcamos un ambiente para mirarse internamente, puede el grupo como un todo tener mayor poder en la validación del Fa.

De todos modos, cuando un practicante hace algo contrario al Fa, es porque no se dio cuenta que estaba equivocado. Si hubiera sabido, lo habría enmendado. Por eso pienso, como Shifu nos dijo:

 “Si todos pudieran hacer esto, sería lo mejor. Cuando una persona no puede reconocer un asunto, por supuesto no está mal señalárselo. Pero cuando señalas algo, debe hacerse con buenas intenciones. Estás cultivando Shan, así que debes tener buenas intenciones.” (“Exponiendo el Fa en la ciudad de Los Ángeles”)

Debemos entender la relación entre  “mirarse internamente” y “ayudar a otros de manera benévola.” Esto por sí mismo en un problema que debemos resolver en nuestra cultivación.