[Minghui Net] Yu Shun era uno de los Cinco Emperadores de China de los tiempos antiguos. Su apellido era Yao, y su nombre de pila era Chonghua. Era de la zona donde está la actual ciudad Zhucheng en la provincia de Shandong. El Emperador Shun era muy talentoso y noble. Incluso cuando era muy joven se había hecho conocido por su devoción a su familia.
Shun nació en una familia pobre. Aunque era descendiente del Emperador Zhuan Xu, durante cinco generaciones su familia ha estado en la clase más baja de la sociedad. El padre de Shun, Gu Sou, era ciego, y su madre murió cuando él era pequeño. Gu Sou se casó de nuevo y su madrastra dio a luz a un niño llamado Xiang. “El padre es testarudo, la madre autoritaria y Xiang es arrogante.” Conspiraron juntos muchas veces para tratar de matar a Shun. Sin embargo Shun nunca dejó de mostrar devoción filial a sus padres y los obedecía incondicionalmente. Nunca ignoró su responsabilidad como hermano mayor y era amable y comprensivo con Xiang. No sólo por un día o dos sino por años y años Shun trató siempre a su familia de este modo. Cuando su familia planeó matarlo, Shun escapó justo a tiempo, y tan pronto como la situación mejoró un poco, regresó e hizo todo lo posible por ayudarlos. Se decía que “Su familia no pudo matar a Shun como habían querido, sin embargo, cuando lo necesitaban el siempre estaba ahí.” En una tan mala familia, Shun templó su personalidad y siguió mejorando su carácter moral.
Según la leyenda, Yu Shun también hizo tremendas contribuciones al desarrollo de la alfarería China. Para ganarse la vida, Shun trabajaba como alfarero en la aldea de Zhufend, junto al Río Amarillo. La historia cuenta que “Shun hacía vasijas y cerámicas de calidad, bellamente realizadas, sin fallas.” El acabado y la técnica de Shun eran notables. Las vasijas que hacía estaban hábilmente elaboradas, bellas, a un precio razonable y eran resistentes. Cuando hacía vasijas, Shun prestaba especial atención al material empleado, era muy específico acerca de la temperatura del fuego, y se tomaba su tiempo para moldear la arcilla y prepararla de la manera justa. Por ello, mucha gente amaba las vasijas de Shun. Muchos alfareros querían aprender las técnicas de Shun, y él estaba dispuesto a compartirlas. Como Shun era un gran alfarero, a mucha gente no le importaba tener que viajar desde lejos para comprarle vasijas, y sus productos eran muy demandados. A pesar de esto, Shun seguía siendo meticuloso al hacer sus productos desde el inicio al final. Ni siquiera aumentó el precio y solamente obtenía un 10 por ciento de ganancia.
La información acerca de la avanzada tecnología de Shun de usar una rueda de alfarero, se diseminó por todos los alrededores del Río Amarillo. Como cada vez había más y más alfareros en la zona cerca de Dongyi y la cerámica estaba en falta, los alfareros empezaron a reducir los costos del trabajo y materiales para mejorar sus ganancias. No preparaban bien la arcilla y reducían el tiempo del horneado de la cerámica. Como consecuencia, la cerámica se hizo frágil y se rompía luego de ser usada durante un corto período de tiempo. Los alfareros estaban haciendo grandes ganancias porque ahorraban trabajo, tiempo y material.
Después de enterarse de esto, Shun fue a un lugar llamado Wei para abrir un negocio de alfarería y guiar a los alfareros y beneficiar a la gente de la zona. Mientras estuvo allí, Shun estudió meticulosamente las técnicas y habilidades para realizar vasijas de arcilla sin terminar y cerámicas terminadas. Shun usaba una tecnología de horneado muy avanzada y se esforzaba por producir vasijas fuertes y resistentes. También hacía bellas decoraciones y ornamentos en sus productos y cambió los huecos de las vasijas desde grandes a chicas. Todo el mundo amaba sus cerámicas y la gente de negocios se amontonaba para comprar las vasijas de Shun.
Según la leyenda, como todo el mundo compraba las vasijas hechas por Shun, los otros alfareros casi no tenían clientes y nadie acudía más a ellos. Estaban muy enojados con Shun, entonces un día fueron a causarle problemas. Shun les dijo, “¿Ustedes piensan que yo vine aquí a competir con ustedes y robarles los clientes? Hacer o no hacer vasijas depende de mí, sin embargo comprarlas no es mi decisión. Si nadie quiere comprar mis vasijas, no los puedo forzar; si todos compran mis vasijas, no me puedo rehusar. Por favor piensen todos acerca de ello. Nosotros hacemos vasijas, sin embargo ¿Por qué la gente compra mis vasijas y no las de ustedes? ¿Por qué es eso?” Los alfareros contestaron, “Tus vasijas son resistentes y están a un precio razonable. Nuestras vasijas son frágiles y costosas. Entonces la gente te compra a ti y no a nosotros. ¿No estás en contra nuestra y compitiendo porque quieres nuestro negocio y nuestros clientes?”
Shun les preguntó, “Piensen acerca de los tejidos y los productos textiles que usamos todos los días. Es obvio que ustedes no comprarían productos de mala calidad. Entonces ¿por qué vendería yo productos de cerámica frágiles?” Los alfareros dijeron, “La gente solía comprar nuestras vasijas. Desde que llegaste nos dejaron de comprar. Entonces todo es por ti y no porque nuestros productos sean frágiles.” Shun les dijo, “Eso no es verdad. La gente solía comprarles a ustedes porque no había nadie más a quien comprarle. Les tenía que comprar, no porque así lo quisieran. Por ejemplo, durante los períodos de malas cosechas, la gente comía salvado y pasto, no porque quisieran, sino porque tenían que hacerlo. Vendiendo productos frágiles, están haciendo lo mismo que forzarlos a comer pedazos de salvado y raíces de pasto. ¿No es así?” Los alfareros respondieron, “Somos alfareros que vivimos de nuestras habilidades. Solo sabemos acerca de ganar dinero y hacernos ricos. ¡No nos interesa ser amables!” Shun dijo, “Eso no es así, La riqueza viene de la bondad. Sin bondad, ¿dónde podrían encontrar riqueza?” Escuchando esto, los alfareros estaban ansiosos de saber el porqué, entonces Shun los orientó diciendo, “La diferencia entre los humanos y los animales es la bondad. Si no engaño a otros, entonces tampoco me van a engañar. Si los engaño, me tendrán que engañar. Para hacerse ricos, han engañado a otros vendiéndoles vasijas frágiles. Sin embargo, todos quieren hacer dinero y volverse ricos. Si la gente de diferentes oficios piensa como ustedes y hace productos miserables de mala calidad, les pregunto, ‘¿Podrán todavía hacer dinero?’ Lo que hacen es solo cerámica, y deben comprar incontables mercaderías de otros. Tienen solo un producto para competir con muchos otros, entonces, ¿cómo podrían ganar? Aunque obtuvieran más ganancias de sus vasijas, ¡no saben cuánto dinero tendrían que gastar en otros productos! Sin bondad no hay riquezas, entonces, ¿no es inteligente ser amable?”
Los alfareros parecieron entender y dijeron, “Es verdad, en los últimos años, muchos productos en el mercado se han hecho cada vez menos resistentes, todo a causa de esto.” Luego, los alfareros siguieron el buen ejemplo de Shun y se comportaron y llevaron sus negocios de manera honesta. Prestaron atención a sus vasijas y no hicieron más productos de mala calidad. Sus vasijas fueron hechas nuevamente fuertes y resistentes.
La tierra de Dongyi estaba relativamente subdesarrollada en ese entonces, y las personas de ahí eran crueles. Al hacer negocios era común entre mercaderes producir cosas de mala calidad para obtener beneficios. Sin embargo, cuando un hombre inteligente y genuino gobernó el país “La moral era lo principal y se hizo hincapié en el liderazgo”. No usó leyes estrictas ni castigos duros para reforzar su poder. Después de escuchar lo que Shun dijo y viendo como él se conducía, los alfareros cambiaron la forma de hacer las cosas y empezaron de nuevo. Los pueblerinos se volvieron de nuevo más amables y honestos. No había más necesidad de reclamos o de coerción. Todo lo que era necesario enseñar y transmitir eran obligaciones espirituales, y así todos mejoraban su carácter y eran más amables. No había mucho más que necesitara ser hecho, porque el mundo estaba bien dirigido y todo estaba en orden. El libro “Registros históricos – Registros de los Cinco Emperadores” considera al Emperador Shun de la siguiente manera: “Cuando Shun era un granjero en la Montaña Li, los vecinos le dieron sus tierras, cuando era un pescador en el Lago Ze, los pescadores locales lo dejaron vivir en sus casas; cuando era un alfarero en el Río Amarillo, la cerámica en aquella región dejó de ser de mala calidad. El primer año que estuvo allí, más residentes se juntaron; el segundo año que estuvo allí, una ciudad fue construida; para el tercer año, se estableció una gran metrópolis.” Dondequiera que trabajara, había una tendencia a la cortesía y la amabilidad; dondequiera que fuera, la gente lo seguía. Por ello Sima Qian elogiaba a Shun, “La civilización y la bondad en el mundo empezaron con Yu Shun.”
Todo el contenido publicado en este sitio web tiene derecho de autor y pertenece a Minghui.org. Minghui realizará compilaciones de su contenido online de forma regular y/o en ocasiones especiales.
Categoría: Cultura tradicional