Por una practicante de Dafa en China
[Minghui Net] Dos cuñadas ancianas vivían en una aldea en la península de Jiaodong. Una tenía 70 años y la otra 76. Un día, en la primavera de 2007 la más joven de las dos oyó a un vecino hablando positivamente sobre Falun Gong, así que decidió echarle un vistazo. Quedó con un practicante de su aldea para obtener información, y vio el video del Maestro Li enseñando los cinco ejercicios. Cuando leyó las tres palabras: Verdad-Benevolencia-Tolerancia, dijo: “Vinieron a mi corazón al momento. Supe entonces que quería practicar Falun Gong”. Así que compró una copia de Zhuan Falun para estudiar en casa.
Unos días después, su cuñada mayor fue a su casa con dolor de cabeza. Le dijo que lo tenía desde hacía varios meses e incluso el tratamiento del hospital no podía ofrecer ningún alivio. La cuñada más joven la invitó a entrar y charlar un rato.
La más joven dijo: “Déjame leerte un libro, ¿te importaría? La mayor respondió: “Eso sería fantástico”. Así que la cuñada más joven empezó a leerle Zhuan Falun, y toda la mañana pasó rápidamente con la lectura. La más joven preguntó: “Entonces, ¿qué piensas?”. La mayor respondió: “Muy bueno. Le enseña a la gente cómo ser buena”. La más joven, entonces añadió: “Si quieres, puedes venir aquí cada mañana y te lo leeré”. A la hermana mayor le gustó la idea y fue cada día a escuchar a su cuñada leerle el Fa. En unos pocos días, el dolor de cabeza de la cuñada mayor se había ido. Ahora las dos cuñadas son practicantes de Dafa y también lo es el marido de la más joven.
Unos meses después, la cuñada más joven fue a distribuir materiales de aclaración de la verdad con un practicante joven en otra aldea a cinco kilómetros de distancia de la suya, cuando accidentalmente se cayó y perdió la conciencia. Al no verla, el compañero practicante volvió atrás y la encontró en el suelo. Cuando la anciana se despertó, vio un charco de sangre en el suelo y se dio cuenta de que la piel bajo sus cejas se había magullado. Pensó: “El Maestro dice que “lo bueno o lo malo vienen de un pensamiento de la persona” (Zhuan Falun, Lección Cuatro), estoy bien.
Se levantó sola, y los dos practicantes caminaron todo el camino hasta la casa. Sin embargo, después de llegar a su hogar, la mujer anciana empezó a sentirse mal. La mitad de su cuerpo que golpeó el suelo en la caída le dolía tanto que no podía levantarse de la cama. Preguntó al practicante joven que la visitó: “¿Qué debería hacer?”. Mi hija vuelve dentro de dos días. No le agradaba que practicara Dafa, ahora si ve que me he hecho daño haciendo trabajo de Dafa, puede intentar impedir que continúe mi práctica”. El practicante le comentó su entendimiento, “Si tienes tanto miedo de que tu hija sepa sobre este asunto, entonces seguramente ella te verá así. No deberías tener ese pensamiento”. La practicante anciana también se dio cuenta de que sus pensamientos no eran rectos, y que debía ponerse bien y no traer vergüenza a Dafa.
Después de que el joven practicante se fue, la practicante anciana necesitaba ir al servicio así que se levantó de la cama y fue al servicio que estaba fuera de la casa. Experimentó un poco de dolor al principio al levantarse, pero lo superó y se sintió bien poco después. Su marido, que justo había llegado a casa y había entrado al jardín, estaba sorprendido de ver a su mujer saliendo del servicio sola, “¿Te puedes levantar sola de la cama?”. Ella contestó: “Sí, Me siento totalmente bien”. Entraron en la habitación, y la anciana tomó un espejo, para mirarse la herida en su ceja mientras pensaba que no era necesario que su hija lo viera. Más tarde, cuando estaba estudiando el Fa, sintió como si una aguja estuviera perforando su piel para coser el corte. Se miró al espejo después de leer el Fa y encontró que la herida en su ceja estaba completamente curada.
En el otoño, la pareja de ancianos fueron a su finca a cosechar cacahuetes. Ninguna de las plantas parecía particularmente fructífera, pero la pareja reflexionó: “No deberíamos estar apegados a la ganancia, y ganaremos lo que debamos ganar”. Al final, cosecharon más de 10 sacos de cacahuetes de sólo 4 acres.
La cuñada mayor también experimentó el extraordinario poder de Dafa. En 2009 después de que falleciera su marido vivía sola, y sus hijos adultos vivían en diferentes casas. Ese invierno nevó fuertemente varias veces, pero nunca hubo nieve en la puerta principal de esta practicante, mientras que nieve profunda rodeaba las casas de sus vecinos, y no había huellas ni rastro de que la nieve hubiese sido quitada. La gente lo encontró inconcebible. Además, se ha vuelto saludable debido a practicar Dafa.
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Categoría: Empezando la cultivación