[Minghui Net] En Julio de 2001, un hombre joven apodado Gao Cheng, de un vecindario en la ciudad de Yichun, provincia de Heilongjiang, estaba conduciendo su motocicleta cuando chocó accidentalmente una excavadora estacionada en el camino. El gancho de la excavadora se hundió en su estomago y abrió un hueco triangular en su abdomen, dejando al aire sus pulmones e hígado. Sus pulmones comenzaron a burbujear y al instante dejaron de respirar.
Enviaron a Gao para ser tratado de emergencia al hospital. Sin embargo, el médico, después de ver las condiciones en las que estaba, le dijo a su familia que se preparara para el funeral. Su familia y amigos estaban estremecidos. La madre de Gao se desmayó instantáneamente, pero antes de perder su consciencia, usó la energía que le quedaba para gritar: “¡Falun Dafa hao!”
Su grito dejó pasmados a los presentes. Alguien preguntó: “¿Es ella practicante de Falun Gong?” Sus familiares contestaron que no. Cuando la madre de Gao recobró consciencia, el médico le dijo que había estado gritando “Falun Dafa hao”, pero ella no recordaba haberlo hecho.
Entonces Gao comenzó a respirar y la madre de Gao le pidió al médico que lo ayudara. El médico dijo que el hospital no podía darle tratamiento adecuado y que tenían que llevarlo a otro hospital. La familia de Gao temía que se muera en el camino, así que continuaron rogando al médico que los ayudara. El médico estaba con dudas porque semejante operación nunca se había hecho en un hospital tan pequeño. No obstante, dadas las circunstancias, aceptó.
Unas cuantas horas después, Gao recobró consciencia. Su estomago recibió 48 puntos y su cuerpo estaba cubierto con tubos.
Un practicante de Falun Gong que conocía a la madre de Gao, vino al hospital para visitarla después de escuchar lo sucedido, y comenzó a contarle la verdad de Falun Gong a la familia de Gao. El practicante les pidió que recitaran “Falun Dafa hao,” “Zhen,Shan, Ren hao” sinceramente en sus corazones. Nueve días después, Gao fue dado de alta del hospital. Todos los días le aplicaban nuevos ungüentos en su cuerpo, pero no necesitaban ni drogas ni agujas, y se recuperó rápidamente, y muy pronto estuvo lleno de energía.
Después del incidente, alguien le preguntó a la madre de Gao: “¿Cómo sabías que tenías que gritar Falun Dafa hao en ese momento?” Ella dijo que lo había leído en un folleto de aclaración de la verdad que recibió de un practicante de Falun Gong, dónde decía que gritar sinceramente ‘Falun Dafa hao’ podía salvar vidas. Ella creyó en esto profundamente y a menudo lo hacía para ella misma. Realmente, en un momento muy importante, ella gritó “Falun Dafa hao” y la vida de su hijo fue salvada.
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