El dueño de un negocio llevaba consigo una copia de los Nueve Comentarios

 

[Minghui Net]  He contado con la compasión de Shifu en el camino de mi cultivación. Shifu siempre me anima y me apoya, así que tengo firme confianza en cultivarme en Falun Dafa.

Hace poco, cuando tomé un ómnibus, una pareja de ancianos subió también y se sentó a mi lado. Un practicante les aclaró la verdad de forma muy sabia.  Éramos tres, incluyendo un joven. Teníamos coordinados nuestros esfuerzos de aclaración de la verdad. Todos los pasajeros escuchaban todo lo que los practicantes teníamos que decir. Fui testigo de que nuestros compañeros practicantes están en todas partes. Debido a esto, me siento con confianza para hablar de Falun Dafa y ayudar a salvar seres conscientes.

Cuando repartía copias de los Nueve Comentarios Sobre el Partido Comunista, de alguna manera dudaba de que una persona común lo leyera alguna vez. Shifu me mostró muchas verdades para ayudarme a entender los Nueve Comentarios. Fui a ver a una ex compañera de clase para aclararle la verdad. Antes de empezar, su marido trajo una copia de los Nueve Comentarios y dijo: “No sé quien lo trajo a mi casa, pero lo he leído con mucho detenimiento. ¡Es realmente maravilloso! Todo lo que dice es verdad. El cielo eliminará al PCCh (partido comunista chino). ¡Por favor ayúdame a renunciar al PCCh!”. En el camino a mi casa, de repente, recordé que hacía dos días había enviado el cuadernillo a mi ex compañera de clase a su casa.

Otra vez expliqué los hechos sobre Falun Gong al dueño de una tienda. También me enseñó una copia de los Nueve Comentarios. Dijo que su vecino se lo había dado, y ahora quería renunciar al PCCh y sus organizaciones afiliadas. Cuando estaba a punto de irme, sonrió y dijo: “¡Gracias!”. Sé que estas palabras procedían verdaderamente de su corazón. Es como Shifu dijo:

“Los Nueve Comentarios apuntan a salvar a todos los seres cuyas mentes han sido envenenadas por el mal, lo cual incluye a los miembros del Partido Comunista, aquellos en los órganos más poderosos del PCCh, y a la gente común. La meta es ayudar a toda clase de seres a ver claramente los factores que hay detrás del Partido Comunista”. (“No estamos ‘volviéndonos políticos’”, 26 de enero de 2005).

Me di cuenta de que todo ocurre por la compasión de Shifu. Entiendo que distribuir los Nueve Comentarios, aclarar la verdad, y salvar seres conscientes son nuestras tareas celestiales.

Shifu también utiliza a la gente común para animarme a hacer bien las tres cosas. Un día, dio la casualidad de que me encontrara con mi ex profesor, quien era profesor y jefe de sección en una oficina de un medio de comunicación. Le aclaré la verdad y dijo: “Se que Falun Dafa es maravilloso. He visitado Australia y Hong Kong. Comprendo la verdad. Tengo un amigo que practica Falun Gong. Es muy amable. Sé que Dios eliminará el PCCh. Por favor, ayúdame a renunciar al PCCh. Gracias”.

Un día me encontré con una de mis amigas. Estaba muy feliz y tenía una sonrisa muy hermosa. Me dijo: “Hermana, gracias. Después de que me ayudaras a renunciar al PCCh, todo me ha ido bien. Si me necesitas para cualquier cosa, haré todo lo que pueda”. Cada vez habrá más gente que me dirá que se han beneficiado gracias a renunciar al PCCh.

No importa dónde me encuentre o lo que esté haciendo, siempre muestro una conducta propia de un practicante. El comportamiento de un practicante que ofrece verdadera compasión que emana de su corazón, conmueve a la gente y les ayuda a reconocer la bondad de Dafa para que así puedan ser salvados.

Recuerdo haber visto a una mujer que no tenía dinero para el autobús. El conductor le pidió que se bajara. Yo dije: “No se preocupe. Yo se lo pago. Sus manos están ocupadas, así que no se baje”. Ella agradeció mucho mi ayuda. Luego, cedí mi sitio a una señora mayor. También se sintió muy conmovida. Justo en ese momento vi a mi ex compañero. La señora mayor, a quien había ofrecido el sitio dijo muy alto: “Eres una buena persona”. Todos los pasajeros me escuchaban en silencio. Nadie hablaba; todos escuchaban. Cuando me bajé del autobús, todos me despidieron con una sonrisa.