[Minghui Net] Obtuve el Fa en 2004. Vivo en un pueblo pequeño cerca de la costa del sol en British Columbia, Canadá. Desde mi casa hasta Vancouver  ida y vuelta se tarda unas 5 o 6 horas. Aunque a menudo acompañaba a mi mujer para participar en las actividades de Dafa en Vancouver, no estaba muy involucrado en el ambiente del grupo.

En 2009 empecé a toser. Mi doctor me dijo que según unas radiografías tenía neumonía. Continué tosiendo hasta 7 días  de estar tomando antibióticos. A mediados de diciembre de 2011 me trasladaron a un conocido “neumólogo”.

La doctora diagnosticó mi problema como acumulación de líquido, bronquitis, y un nódulo linfático  inflamado.  Dijo que mi pulmón derecho había parado de funcionar completamente, y que no tenía muy buena salud. No me dijo que tenía un cáncer terminal. Simplemente me pidió que pidiera a todos mis familiares y amigos que fueran para que pudiera explicarles mi situación  de una vez. También me hizo un análisis de sangre al día siguiente y al tercer día a las  7:30 a.m. me operó. Al final me dijo: “Espero que pueda ayudarte”. En ese momento supe que me estaba muriendo.

De camino a casa, mi mujer (practicante) dijo llorando: “Con semejante Fa y semejante Shifu, ¡¿Por qué no aprovechas esta oportunidad?!”. Le dije: “Sé lo que me está pasando”. Sabía  que mi partida de este mundo estaba cerca pero estaba calmado. Sabía por qué me estaba  pasando esto y dormí muy bien esa noche.

A la mañana siguiente me levanté a las 4:00. Pensé sobre las palabras de mi doctora. Sabía que cuando dijo: “Espero poder ayudarte”, sólo me estaba ofreciendo palabras de consuelo a un paciente de cáncer terminal. La cirugía sería un esfuerzo inútil. Empecé a recordar mi vida desde que obtuve el Fa: No había estudiado el Fa o hecho los ejercicios bien. No hacía las tres cosas que los Dafa dizi deberían hacer. A menudo caigo en cosas comunes e incluso encuentro escusas para mis apegos alegando que me estoy ajustando a la sociedad común. 

Sabía que mis síntomas de cáncer de pulmón terminal era una manifestación de mi yeli.  Tenía que sufrir a través de dolor para eliminar el yeli. En ese punto, un pensamiento fuerte y claro emergió: “Ya he obtenido el Fa. Debería tomar esta oportunidad y ¡no perderla! Debo seguir a Shifu”. Sabía que esta tribulación que me estaba ocurriendo era muy difícil, pero tenía que superarla. Esta fue una prueba de si verdaderamente creía en Shifu y en el Fa y si era un practicante genuino o no. Esto lo tenía muy claro: no tenía otra opción.  Preparé a mi mente para detener todo el tratamiento médico.

Le dije a mi mujer lo que pensaba y le pedí su opinión. Dijo: “¡Estoy contigo! Pero tendrás que llamar a la doctora para cancelar todos los procedimientos”. Inmediatamente llamé a la doctora y le dejé un mensaje. Me devolvió la llamada y me pidió que lo pensara. Me avisó de que si lo dejaba, no había una segunda oportunidad. Le agradecí y le dije que mi decisión era irrevocable.

Mi mujer, temporalmente dejó a un lado sus proyectos y me acompañaba al estudio del Fa y a hacer los ejercicios. Cada día leíamos una lección de Zhuan Falun y varias conferencias. Una pareja de parientes de Australia vinieron para pasar las vacaciones de navidades.

El proceso de eliminar yeli fue muy doloroso. Shifu dijo en “Exponiendo y enseñando el Fa en el Fahui del Área Metropolitana de Nueva York” en 2003: “Cuando estén eliminando ye habrá sufrimiento. Y por eso pueden mejorarse. Esa es la conexión”.

Mi salud estaba deteriorada. No podía comer, perdí mucho peso y tenía dificultades para respirar. A veces ni podía hacer girar el pomo. Por la noche, en cuanto me ponía de lado en la cama, escuchaba un sonido terrorífico del lado derecho de mi pecho. Estaba tan débil que sólo podía hacer una hora de ejercicios y susurraba cuando leía el Fa. Mi mujer y mis parientes me leían el Fa. Escuchaba, a menudo me quedaba dormido.

Algunos practicantes me mandaban por mail sus experiencias de intercambio recordando la cultivación diligente. Mi mujer me mostró todas las conferencias que Shifu enseñó. A través del estudio del Fa, me di cuenta de que mi proceso de eliminar yeli también era un proceso de validar el Fa, negando completamente las viejas fuerzas, y eliminando de lleno mis apegos fundamentales. También era una prueba de mi creencia en Shifu y el Fa y si mi cultivación era genuina. Era muy doloroso, tanto física como mentalmente.  Salí al exterior, a campo abierto detrás de mi solar y dije al cielo: “¡Shifu!  Tu dizi no tiene miedo a morir. Caminaré mi sendero de cultivación bien y los haré hasta el final”.

La cultivación es un asunto muy serio. Sabía que si mis pensamientos rectos no eran suficientes, las nociones de la gente común me interferirían. Entonces las viejas fuerzas y el mal se aprovecharían de mis brechas. Dije al cielo: “¡Escuchad, viejas fuerzas y maldad! Soy un practicante de Dafa. No tengo miedo de morir. Estoy completamente preparado para superar este yeli de enfermedad”.

Con el estudio del Fa diario, mis pensamientos se volvieron más claros, como un espejo brillante. A veces sentía que estaba caminando por un puente roto por encima de un abismo. La niebla era densa, y no podía ver el camino de delante. Pero Shifu me decía: “Sigue adelante. Mi Fashen está contigo. Todo saldrá bien”. Continué caminando, y ¡el puente roto en realidad era una ilusión! De hecho, estaba caminando sobre un puente muy sólido. Gracias Shifu.

Aunque pensaba que era firme en superar la tribulación, como mis síntomas se agravaron, vacilaba. Una mañana, les dije a mis tres familiares que empezaran a preparar mi funeral. Me miraron atónitos y dijeron: “¡¿De qué estás hablando?!” Inmediatamente me di cuenta de que estaba interferido por mis nociones humanas. Me puse alerta de estar en guardia y fortalecer mis pensamientos rectos en todo momento.

Un día, en menos de un mes de mi diagnóstico final, me desperté temprano en la mañana, sentí calor. De repente me di cuenta de que mi respiración era regular. ¡El dolor en el pecho  se había marchado! Me di la vuelta y no escuchaba el ruido horripilante de mi pulmón derecho. Dije de forma espontanea: “¡Gracias Shifu! ¡Gracias mi Shifu compasivo, por salvarme!”. Desde entonces, he sido capaz de respirar con facilidad cada noche. Le agradecí a Shifu desde el fondo de mi corazón.

Mi cuerpo todavía estaba débil. Resollaba mucho al hacer pequeñas cosas. Este febrero, participé en las promociones de Shen Yun. Fui a la imprenta por folletos de marketing con mi mujer. Cuando llevé una caja de 18 Kg al coche, era mucho más de lo que podía llevar. Sin embargo, diez días después, cuando fui allí de nuevo, fui capaz de cargar con 14 cajas de 18 Kg.  Un compañero practicante en la imprenta bromeó conmigo y dijo: “Deberías cargar con más cajas. Te ayudaremos a eliminar tu yeli”. Posteriormente llevé otras 7 cajas a casa. Paré de resollar, me di cuenta de que Shifu usaba las palabras del compañero practicante para recordarme que debería dar un paso hacia delante y hacer las tres cosas bien.

Ahora informo a mis amigos y a mis familiares en Hong Kong y en China continental sobre mi recuperación milagrosa siempre que surjen oportunidades. También les hablé sobre la compasión y el beneficio de practicar Falun Gong mientras exponía las mentiras del partido comunista chino (PCCh) asociada con la persecución a Falun Gong. Estaban impactados. Alguno quiso aprender Falun Gong inmediatamente. Ocho amigos me pidieron que les consiguiera Zhuan Falun y el DVD de los ejercicios.

Ahora me reúno con el grupo de actividades de aclaración de la verdad. Vamos al consulado chino para mandar pensamientos rectos. Promovemos Shen Yun y nos reunimos a estudiar el Fa. A veces nos podemos sentir bastante cansados, pero tengo energía con una mente pacífica y fresca.

Durante mi tribulación, a menudo me recordaba: “Purga todas las nociones humanas; no te trates como a un paciente moribundo”. Aparte de dormir durante la noche en la cama, durante el día me sentaba en el sofá. Mi esposa no me trataba como un paciente. Las comidas eran las mismas de siempre, no cocinaba nada especial para mí. Cuando tosía mucho, me animaba a que no tuviera miedo y me decía que toser era bueno. No me trataba como un paciente. A veces me quejaba de que no cuidaba de mi, pero luego pensaba: “¿No es esto cultivación?, ella también estaba atravesando la tribulación y había sido incluso difícil para ella. Luego, me deshice de mi apego a querer mimos especiales.

Intentaré hacer todo lo que pueda para ponerme al nivel del final de la etapa de la rectificación del Fa y recuperar el tiempo perdido. ¡Gracias, gran y compasivo Shifu!

 

Versión en inglés: http://clearwisdom.net/html/articles/2011/6/14/126024.html