[Minghui Net] Cuando recuerdo mis doce años de cultivación, me doy cuenta de que cada paso que di fue bajo la compasiva protección de Shifu. Obtuve el Fa en 1997, después de tomar prestado el libro Zhuan Falun, el cual terminé de leer en dos días y una noche. Estaba profundamente conmovida y me sentía como la persona más feliz y afortunada. En el pasado tenía todo tipo de enfermedades, era hospitalizada a menudo y tenía que tomar todo tipo de medicación. Casi había perdido la esperanza de vivir. Mi doctor decía que como tenía un problema en mis ojos, no debía leer libros. Pero cuando tomé Zhuan Falun, cuanto más lo leía, mi visión se hacía más clara, y yo me encontraba más en calma y tranquila, así que pensé que el libro era maravilloso. Después de leerlo varios meses, todas mis enfermedades desaparecieron. Cuando mis amigos y parientes fueron testigos de mi cambio, más de una docena de ellos también eligió recorrer el camino de la cultivación.

Después de que comenzara la persecución el 20 de julio de 1999 fui a Beijing para apelar por Dafa. Poco después de irnos, la policía detuvo el autobús para pedir la identificación a todo el mundo. Yo no llevaba mi identificación, y estaba sentada en una silla extra en la entrada, así que después de la primera persona, yo sería la siguiente. Pensé: “Shifu, quiero ir a Beijing para apelar por Dafa”. Sorprendentemente, después de pedir la identificación a solo una persona, el policía dejó que el autobús continuara. Di las gracias a Shifu por su apoyo. Llegué fácilmente a Beijing y fui directamente a la oficina de apelaciones.

Más tarde fui arrestada y matones del PCCh me golpearon hasta el punto de desmayarme. Cuando desperté tenía dificultad para andar, y pregunté dónde estaba. Una reclusa me dijo que estaba en un centro de detención. Dije que tenía que irme, que no era un lugar para mí. Ella señaló una pequeña ventana en la puerta y dijo: “puedes volar de aquí a través de esta ventana”. Yo respondí: “puedo, tengo a Shifu”.

Me recompuse y miré dentro tranquilamente: mi arresto señalaba que mi campo no estaba limpio. Durante un periodo largo de tiempo había estado apegada a simplemente hacer cosas, sin cultivar mi corazón, ni prestar atención al estudio del Fa y al envío de pensamientos rectos. Esto había creado finalmente una barrera entre los compañeros practicantes y yo misma. Descubrí que mi mentalidad de combatir, el apego al miedo, y mi comportamiento condescendiente hacia los compañeros practicantes crearon brechas que fueron aprovechadas por los factores perversos.

Sentí un profundo arrepentimiento por estas cosas y dije a Shifu: “Shifu, siento mucho haberte decepcionado, tengo brechas y apegos, pero tengo a Shifu y Dafa, me corregiré basándome en el Fa. Ningún mal está cualificado para perseguirme”.

Enviaba pensamientos rectos cada día, recitaba el Fa de corazón, y aclaraba la verdad a las reclusas. Les contaba que mi enfermedad de corazón y mi insomnio se habían curado después de practicar Dafa. Una reclusa había obtenido Dafa en prisión y ya había memorizado Hong Yin. Ella me veía mandar pensamientos rectos y me pedía que le enseñara, después de lo cual enviábamos pensamientos rectos juntas.

Tuve un sueño en mi tercera noche de detención. Me vi saliendo del centro de detención de una manera recta y digna. Sabía que era Shifu animándome, lo cual fortalecía mis pensamientos rectos. Dije a Shifu en mi corazón: “mi escapada será un enorme golpe para el mal, y también una muestra del infinito poder de Dafa. Debo abandonar este sitio para hacer lo que los practicantes de Dafa deben hacer”. El pensamiento de salir del centro fue creciendo cada vez más fuerte. Enviaba pensamientos rectos, recitaba el Fa, aclaraba la verdad a diario, y me negaba a cooperar con el mal.

En el quinto día, un guardia me dijo que me pusiera un uniforme de prisión y que fuera a la sala de visitas. Tiré el uniforme y dije: “no llevaré eso, no soy una criminal. Fui secuestrada y me trajeron aquí”. El guardia dijo: “está bien, está bien”. Cuando llegué a la sala de visitas, vi un guardia sentado allí con un grupo de personas frente a él. Pensé: “Shifu, tengo que irme. Por favor apóyame”. Me di la vuelta, y caminé hacia la puerta. Había seis o siete guardias en el patio, pero mi corazón era como un estanque de agua tranquila. Tenía dificultad para andar debido a las brutales palizas y me habían quitado los cordones de los zapatos. No había comido nada en cinco días,  mi equilibrio no era bueno y no tenía nada para sujetarme. Vi que un guardia salía por la puerta principal, pero eso no me afectó. En ese momento, parecía como si todo se hubiera parado. Después de algunos pasos, un coche de policía pasó. Continué enviando pensamientos rectos mientras caminaba.

Había una larga caminata desde el centro de detención hasta la calle. Pensé: “Shifu, sería tan bueno tener un coche”. En menos de 30 segundos, un taxi vacío paró a mi lado. Me subí inmediatamente, y el conductor estaba sorprendido: “esta es mi primera vez aquí, y en seguida tengo un cliente”. Puesto que era una calle cortada, nunca había venido ningún taxi. Se me saltaban las lágrimas. Shifu  arregló todo esto y el coche; simplemente necesitábamos tener este deseo. Así de fácil salí del centro de detención de  forma recta y digna. Dos minutos después de irme, todos los guardias fueron movilizados para buscarme. Corrían por todas partes buscándome y no encontraron nada.

Entendí profundamente las palabras de Shifu: “Si cada uno de ustedes puede entender el Fa desde lo profundo de su corazón, eso sí será la manifestación del Fa cuyo poder­ es infinito –¡La reaparición del poderoso FOFA en el mundo humano!”. (“Palabras de advertencia”, Escrituras esenciales para mayor avance)

Entiendo que la razón por la que he sido capaz de andar bien mi camino hasta el día de hoy es por nuestro compasivo Shifu. Para empezar, Shifu me recogió del infierno, me transformó de un ser lleno de yeli en un discípulo de Dafa, luego me protegió y me apoyó en cada paso del camino. Mi agradecimiento hacia Shifu está más allá del lenguaje humano. Lo único que puedo hacer es estudiar bien el Fa, aprender a mirar en mi interior, cultivarme bien, y no decepcionar a Shifu.

Estoy agradecida hacia todos los compañeros practicantes que me ayudaron mientras estaba en mi tribulación, que me animaron para recomponerme y hacer lo que los practicantes de Dafa deben hacer, siguiendo el ritmo de la rectificación del Fa.

Sé que todavía me queda un largo camino para cumplir los requisitos de Shifu. Solo quiero decirles que soy uno de los milagros creados por Dafa en el mundo humano, y quería escribir mi historia personal para que el mundo sepa cuán maravilloso es Dafa y cuán maravilloso es Shifu.

 

Heshi

Versión en inglés: http://clearwisdom.net/html/articles/2011/10/11/128689.html