[Minghui Net] Tenía poco más de dos años de casada, cuando en 2005 me enteré que estaba embarazada. No había palabras para expresar mi alegría. Inmersa en mi gran dicha desarrollé faringitis y asma tan graves, que incluso quise terminar con mi embarazo. Mi marido se opuso con firmeza. En ese momento estábamos trabajando muy lejos de nuestra ciudad, pero él me envió a casa ese mismo día.

Cuando llegué fui a control prenatal en el hospital local. El doctor me dijo que la gravedad de mi asma podría afectar al feto e inmediatamente me ingresó al hospital. Dos días más tarde el asma parecía estar bajo control. No hice caso al dolor en mi espalda baja, pensé que era normal por el embarazo, pero este aumentó más de lo que podía soportar. Los médicos no se dieron cuenta de lo serio que era hasta que no pude dormir ni comer durante tres días. Comenzaron a alimentarme por vía intravenosa, pero tres días después no había orinado nada. En ese momento me hicieron un ultrasonido, pero después de muchos intentos no encontraron nada. Me alimentaban por vía intravenosa, pero el dolor no cedía. Me dieron morfina para aliviarme, pero a lo sumo podía dormir una hora al día. Los médicos ya no sabían qué hacer. Invitaron a famosos especialistas a la ciudad para que dieran sus consultas. Al principio diagnosticaron nefritis aguda y me trasladaron a otro hospital.

Después de cambiar de hospitales, los médicos descubrieron que tenía piedras y líquido acumulado en los riñones, razón por la cual no podía orinar. Además, también había piedras en la uretra y la vejiga urinaria. Yo tenía más de cinco meses de embarazo, y el doctor le repetía a mi madre lo grave de mi estado, aconsejó abortar el feto para salvarme. Dijo que después de que me curara de mi enfermedad, podría dar a luz un bebé sano. Mi madre, que practica Falun Dafa, se opuso firmemente a un aborto y seriamente le dijo: “Quiero preservar la vida de ambos, de la madre y del bebé”. El médico le dijo varias veces que lo reconsiderara , pero ella no cedió en lo más mínimo. Inmediatamente llamó a mi abuela paterna, también practicante Falun Dafa y le pidió que viniera. Las dos enviaron fuertes pensamientos rectos.

Al segundo día el doctor trajo la hoja de “caso extremo” y el consentimiento de la cirugía para que la firmara mi familia. Mi madre se negó reiteradamente. Dijo que teníamos que proteger a la madre y al niño. Mi esposo y yo no practicamos Falun Dafa. Con lágrimas en los ojos, no tuvimos más remedio que firmar. El doctor nos pidió que nos preparáramos.

Dijo que a la 1:30 de la tarde, iba a comenzar la punción de la vejiga urinaria para liberar la orina acumulada y que luego llevaría a cabo una diálisis de sangre. Por la severidad del dolor yo estaba en un continuo estado casi comatoso. A mi lado, mi madre y abuela seguían enviando pensamientos rectos. Alrededor de una hora antes de la cirugía mi madre me dijo: “No tengas miedo, tu abuela y yo siempre estaremos a tu lado. Recuerda los nueve caracteres de la suerte…”

Tan pronto como me lo dijo, descubrió que la bolsa de orina se veía diferente. La sangre fluía a través del tubo conectado a la bolsa. Pensó erróneamente que tenía una hemorragia masiva. Después de ver esto, mi abuela ni siquiera se inmutó y continuó enviando pensamientos rectos. Mi madre también descubrió, que luego de unos centilitros de sangre fina, un líquido amarillo llenó el tubo. Había un sedimento mezclado con el líquido amarillo. Al ver la orina llenando la bolsa rápidamente, mi marido corrió a buscar al médico para que la reemplazara. El doctor preguntó que cómo era posible. Ni siquiera había un medicamento por vía intravenosa, sólo nutrientes. ¿Cómo pudo suceder? Se mostró escéptico cuando vino a mi habitación y se sorprendió cuando vio la bolsa. Le gritó a la enfermera: “¡Rápido! La orina está llenando la bolsa, reemplácela rápidamente. ¡Es increíble!”, las bolsas fueron reemplazadas una tras otra. Mi madre y mi abuela rieron cuando el médico reconoció lo que había sucedido. Yo estaba en un estado semiconsciente.

Al día siguiente, el departamento de urología en pleno discutía en voz baja esta milagrosa curación. Hasta mi médico de cabecera bromeó conmigo: “Usted era como una bomba que podía explotar en cualquier momento. ¿Qué médico se atrevería a curarla? Usted pudo descargar la orina, ¡tuvo mucha suerte!” Pero yo tenía bien claro de dónde había llegado tal suerte.

Después de dejar el hospital, mi bebé se convirtió en un bebé sano y saludable, pero aún tenía una pregunta. Le pregunté a mi madre por qué no se preocuparon de que el niño fuera enfermizo o en que sería una carga pesada después de nacer. Mi madre sonrió y dijo: “Nunca pensé en eso. El bebé es también una vida. No se puede matar otra vida”. Con tan pocas palabras, expresó la gran compasión de los practicantes de Falun Dafa.

A los siete meses de embarazo, mi cuerpo tenía mucho prurito. Después de descartar la posibilidad de alergias a los alimentos, el médico dijo que se debía a una obstrucción de la vesícula biliar. No estaba claro su origen, pero dijo que la mayoría de los niños nacidos en estas condiciones tenían retraso mental o son lentos y me dio medicina tradicional china complementaria para proteger al niño por nacer. Pero no sabía que el medicamento tenía ruibarbo chino. El ruibarbo no debe tomarse durante el embarazo, pero lo supe después de haberlo ingerido. Una vez más no quise tener este niño, pero mi madre dijo que no importaba y que tendría un bebé sano.

En 2006, con mi familia esperando el nacimiento de mi hijo y con la ayuda de la firme creencia de mi madre, di a luz a mi hijo con seguridad. Es muy saludable y es más inteligente que otros de su misma edad. Se está convirtiendo en practicante. Con mis propios ojos he sido testigo de los milagros de Falun Dafa. Estoy eternamente agradecida al Gran Shifu Li Hongzhi.

 

Fecha de publicación: 21/10/2010

Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/html/articles/2010/10