Practicante occidental: “Lo mejor que he hecho ha sido actuar por el bien de los demás” (Foto)

[Minghui.net] Recordando su viaje a la Plaza Tiananmen durante el Año Nuevo Chino en 2002, la Sra. Annett Munter cree que fue una de las mejores cosas que ha hecho. Annett viajó recientemente al Barrio Chino de Manhattan en septiembre de 2010,  para unirse a practicantes de Falun Gong de todo el mundo. Hicieron demostraciones de los ejercicios para mostrar la maravilla de Falun Gong, desplegaron pancartas y exhibieron carteles que exponían la persecución del partido comunista chino (PCCh) a la práctica. El deseo de Annett por detener la persecución del PCCh es tan fuerte ahora como lo fue en 2002 cuando viajó a Beijing a pedir justicia.

 

'阿奈特(Annett)'

Annett

 

En 2006, Annett supo a través de las noticias de los medios de comunicación y de investigaciones independientes, que los practicantes de Falun Gong estaban siendo asesinados por sus órganos para proveer al lucrativo comercio de trasplantes de órganos autorizado por el PCCh.

Además de eso, la suegra de una amiga suya fue detenida ilegalmente en China, simplemente por practicar Falun Gong. Durante la detención, la practicante anciana fue sometida a análisis de sangre; a otros practicantes les analizaban las células de la piel. Estos análisis no se hacían por el bienestar de los practicantes detenidos, sino que  por el contrario, el PCCh lo hacía para establecer un banco de donantes de órganos vivos.

 “No hay ninguna duda de que (el crimen de la extracción de órganos) debe ser detenido de una vez; no debería haber ocurrido. Cada persona tiene su propia vida. Deberíamos apreciar nuestras vidas y al mismo tiempo apreciar la vida de los demás. Nadie tiene derecho a hacer esta cosa malvada. Me uní a la marcha con la esperanza de que todo el mundo tenga conciencia de este asunto y de que los políticos que están en posiciones de influencia y gente de todos los ámbitos de la vida tomen conciencia para que este crimen de extracción de órganos pueda ser detenido. También espero que aquellos que cometieron este crimen malvado sean sometidos a pena criminal”.

 

Practicar Falun Gong hizo mi vida bella

Annett conoció Falun Gong en 1998 a través de un artículo en una revista alemana publicado en 1996. El artículo decía que un periodista alemán en un viaje a China vio a mucha gente haciendo los ejercicios. Su artículo introducía a Falun Gong brevemente y describía cómo se podía aprender la práctica. Inspirada por el reportaje, Annett compró algunos libros de Falun Gong y comenzó la práctica.

Diez años después Annett no recuerda cada detalle de sus experiencias desde que empezó a practicar, pero todavía recuerda la profunda gratitud de los miembros de su familia por su recuperación de una enfermedad estomacal y por volverse saludable después de practicar Falun Gong. Varios meses después sus familiares también empezaron la práctica. Como resultado todos ellos experimentaron una mejoría en su salud. Desde entonces se llevan mejor y pocas veces tienen conflictos familiares.

El cambio de su hermano después de practicar Falun Gong fue lo más memorable. “Mi hermano era adicto a las drogas antes de practicar la cultivación, pero tres meses después de practicar Falun Gong abandonó todos sus malos hábitos. Ya nunca más fumó o consumió drogas, se dio cuenta mediante las enseñanzas del Fa que dichos comportamientos eran perjudiciales para él, y de que una adicción podía controlarle. Después de que mi hermano entendió esto, el Fa le dio la capacidad para deshacerse de aquellos malos hábitos y cambió  su vida completamente.

La cuñada de Annett desarrolló bulimia. Esta enfermedad desapareció a las dos semanas de practicar Falun Gong. “Mi cuñada había visitado a muchos médicos en vano. Nada podía detener sus síntomas, ni curarla. Se quedó escuálida y su vida estaba en peligro”. Annett decía con lágrimas en los ojos: “Dos semanas después (de empezar a practicar Falun Gong) de repente dejó de vomitar como si hubiera renacido”. 

 

Un llamamiento desde el corazón en la Plaza Tiananmen

El PCCh empezó la persecución a Falun Gong en 1999, un año después de que Annett y su familia comenzaran la cultivación. No podía comprender el motivo de la persecución y por qué la gente podía ser perseguida simplemente por sus valores y creencias. Todavía recuerda claramente cómo se sintió cuando tuvo noticia de la persecución: “Paralizada. Me sentí como si alguien me clavase un cuchillo en el corazón. Me sentí profundamente herida. Era incomprensible para mi cómo Falun Gong podía ser malinterpretado de esa manera; era completamente imposible. Falun Gong trata simplemente de unos ejercicios de meditación y de seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. No hay ningún buen motivo para oponerse a ello”.  

Annett se informó más y más sobre el sufrimiento de los practicantes en China por la persecución, eran arrestados ilegalmente mientras practicaban los ejercicios pacíficamente en los parques y se les prohibió pedir justicia. El PCCh controlaba y sigue controlando todos los medios de comunicación en China. Los medios de comunicación solo podían informar de lo que el PCCh les decía que publicaran, incluyendo la difusión de mentiras. Annett esperaba que pudiera hablar a favor de los practicantes.

En el Año Nuevo Chino de 2002 llegó a la Plaza Tiananmen con la idea de gritar desde su corazón: “¡Falun Dafa es bueno!, ¡Restablezcan la buena reputación del Shifu Li!, ¡Paren la persecución a Falun Gong!”. Antes de dejar Alemania sus amigos chinos le enseñaron las frases en mandarín. Fue a la Plaza Tiananmen y gritó las tres frases.

Annett habló sobre cómo se sintió antes de partir: “Sí, estaba muy asustada. Pero mis pensamientos rectos y mi esperanza por la justicia eran mucho más fuertes que mi miedo. Estábamos allí pacíficamente dando a conocer a la gente que Falun Gong está siendo difundido por todo el mundo y que la opresión y prohibición de la práctica sólo ocurre en China. Estábamos allí para que los chinos supiesen que los occidentales conocen la persecución y que la persecución debería detenerse”.

Al igual que otros practicantes occidentales que gritaron “Falun Dafa es bueno” en la Plaza Tiananmen, Annett también recibió golpes y patadas de la policía. “Los policías me daban patadas sin decir nada. No sólo me golpearon y me dieron patadas, sino que me agarraron del cuello. Pude oír a muchos practicantes gritando. La cara de una chica preciosa se volvió de un rojo oscuro como consecuencia de la policía apretándole la garganta.

Annet nunca había visto antes un comportamiento tan brutal: “Ellos (la policía) no decían nada. La única cosa que demostraban era violencia, muy brutal. Actuaban como animales, no seres humanos. Actuaban como armas biológicas, usadas para herir a los demás. Eran entrenados para herir a los demás ”.

Veintidós horas después Annett y otros occidentales fueron expulsados de China y subidos en un avión a Alemania. Para evitar que los arrestos salieran a la luz, el PCCh usó dinero público para comprar los billetes de avión de los practicantes, aunque tenían sus propios billetes de regreso.

Recordando, Annett dijo firmemente: “Pienso que este viaje a la Plaza Tiananmen fue lo mejor que he hecho en toda mi vida, porque estaba actuando por el bien de otros no sólo por el mío". 

En los últimos diez años ha participado en muchas actividades para ayudar a detener la persecución y continuará sus esfuerzos para llevar a su fin los actos malvados del PCCh. Está planeando poner sus experiencias por escrito, para que más gente pueda entender la verdad sobre Falun Gong y añadió: “Nunca pararé de trabajar contra la persecución hasta que la persecución termine”.

 

Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/html/articles/2010/10/11/120553.html

Multimedia

Suscríbase

A nuestro boletín